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EL REGRESO A MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE DE SUCESOS
"Lloro porque vi cuando salí de la celebración-Deni en Abydos [...] Ella que estaba embarazada, presentó su carga: Hyt [Hathor: la diosa-cielo] dio a luz al que esta cabeza abajo [Osiris que esta murto]. El cierre de la pared se ha invertido, [[1]] es decir el mal que había caído en la parte posterior del Fénix ". (18).
Extractos del capítulo 64 del Libro
de los Muertos egipcio
Yo estaba con Sabu y sus dos sacerdotes expertos en
polvos psicotrópico. Tuvimos que caminar por las escaleras secretas de
Hut-Benu (la casa del Fénix). Yo no estaba muy orgulloso y tenía un poco
de miedo por lo que debía enfrentar. Nuestro paseo por el corazón de
Bit-Ra-Hem se hizo muy lentamente. Djehuti nos había advertido que esto no
sería un juego de niños. Estábamos todos equipados con cuatro pulseras de acero
sólido que nos rodeaban las muñecas y pantorrillas. La frecuencia de la Mer
(pirámide) se redujo con el fin de hacer que nuestro viaje al corazón del
edificio sea posible, ¡y también para evitar que nos "fundamos" con
el Shetat ("cámara del rey")! La fuerza gravitacional todavía era
casi nula. El bombardeo no había sido detenido por completo, por lo que el
proceso que protegía nuestro sitio no se interrumpía. Tuvimos que hacerlo
muy rápido, porque una vez en la cama de Asar, el bombardeo se reactivó y subió
la frecuencia.
La operación implicaba un riesgo mayor: las puertas
del horizonte eran inestables desde que se canceló el potencial gravitatorio
del edificio. Cuando Meri me había permitido entrar a Bitra-Hem, probablemente
no había pensado en los peligros que esta operación podría hacernos correr.
Desde el principio, Djehuti le había aconsejado formalmente que no nos
permita el acceso a Bit-Rahem, pero en vano: a pesar de su creciente ansiedad,
Aset estaba dispuesta a hacer todo lo posible para que me adhiera a su dogma de
M'nen-Ba (alma-hermanas) y descubra mi verdadera identidad por mí mismo. Ella
sabía que Djehuti estaría con nosotros y tiene, además, una confianza ciega en
mi hermano Sabu.
Aquí es donde me trajeron al mundo, y estoy de
nuevo en este lugar para conocer mis orígenes. Extraña situación que sólo
yo parezco vivir, al igual que la importante tarea que me han confiado. Algunos
aspectos del fenómeno que viviría estaban relacionados con los que habían
presidido mi llegada en mi proceso de nacimiento. Repetir el viaje inverso en
condiciones similares y volver al punto de origen fue, sin duda, un protocolo
extraño dentro de la familia Gina'abul.
El día anterior, Sabu me explicó el enfoque que
había sido elegido para resolver el problema de la estabilización de las
puertas de luz. Para evitar un riesgo potencial en mis componentes, no sería mi
Ba (alma) la que viajaría esta vez, sino mi Ka (espíritu), cuyo movimiento es
mucho más rápido. Mi cuerpo y mi Ba permanecen en el lugar. Para ello, el polvo
que los sacerdotes me harían respirar no sería el mismo que el de las dos veces
anteriores. Cambiarían el receptor de longitud de onda de mi cerebro y
haría mi Ka más volátil que la más ínfima partícula de luz. Djehuti y Sabu
también habían decidido colocar un doble reflector Ankhu que consta de varios
Sereku (espejos) ante la puerta del horizonte sur de la Shetat ("cámara
del rey"). De esta manera, mi Ka sería capaz de salir y regresar por la
misma ruta. Este espejo múltiple de tipo "Ankhu" se había utilizado
para enviar la onda de Asar en su forma de Akh, [[2]]
pero su uso fue ligeramente diferente. En mi caso, el Ankhu abriría una vía
directa de entrada y de salida en relación con la luz más allá del horizonte, y
evitaría así que mi Ka (espíritu) tenga que pasar por el valle de oscuridad. No
iba en busca de un Ba (alma) en el Duat celestial, sino sólo a conectarme al
punto de fijación donde se encuentra mi familia celestial, según las palabras
de mi madre, en la zona de Sah (Orion). El viaje sería un vínculo inmediato y
directo entre el Angal de mis antepasados y nuestro mundo, una especie de ida
y vuelta utilizando el mismo recorrido.
La progresión en el Salón Largo (gran galería), por
debajo de los pilares imponentes (Djed) era lenta y dolorosa. Las columnas de
energía crepitaban, y reinaba un olor desagradable que me recordó un poco a
Nebet-Hut o al olor metálico de Benben y las piedras negras. Cuando
llegamos al Shetat ("cámara del rey"), Djehuti ya estaba allí
esperando por nosotros con un aire decidido. Él también estaba atado con acero.
Estábamos los cuatro sin aliento. Djehuti me indicó no perder el tiempo y que
me instale en la cama. Me retiró los anchos brazaletes de mis pantorrillas por
lo que pude pasar por encima del sarcófago de piedra con el fin de estirarme.
Djehuti habló mientras que otro me preparaba:
- Veamos sí has entendido bien, tú vas a inhalar el
polvo, pero esta vez, en un recipiente cerrado, de lo contrario se volaría. Tú
sólo tienes que poner tu nariz en las dos protuberancias cónicas, e inspirar de golpe.
- Sí lo sé.
- Después de eso, pondremos la cubierta de la cama
-Dijo Djehuti- Se cierra herméticamente desde el exterior con un sistema
de pestillos. Esta cubierta te impide salir de la cama de Asar, pero te
preserva de rupturas de la materia que dará lugar a la entrega, en función
integral, del potencial del vacío. ¿Está claro?
- Sí.
- No tienes nada de qué preocuparte, la cama está
libre de las diferentes reacciones. De todos modos te pondremos los dos
brazaletes de acero. En el peor de los casos, tu cuerpo levitará ligeramente.
Sabu me había entregado otras fórmulas en caso de
que tuviera que hacer frente a imprevistos. Pero era sólo una simple precaución
porque mi viaje iba a ser directo. Él tomó su turno para ver si había
entendido cómo iba a hacer mi regreso:
- Tan pronto como cerremos la tapa, dejaremos el
Shetat y cerraremos las puertas detrás de nosotros. [[3]]
Tú estarás totalmente aislado. El polvo que vas a inhalar tendrá efectos más
lentos que el que conoces, aunque esto depende de los individuos. Esto nos
dará tiempo para llegar a la Meshkenet (cámara del parto / "cámara de la
reina"). Nosotros iniciaremos las operaciones, a saber la disminución
total en función del potencial del vacío. Los perfiles de energía (Djed) se
reactivarán y el bombardeo será completamente restaurado. Casi no nos veremos
afectados por los efectos que se desatarán aquí. Vamos a permanecer en la
Meshkenet el tiempo que dure tu viaje. Para nosotros, tu viaje no durará mucho
tiempo. Volveremos cuando hayas regresado a la cama de Asar.
- Muy bien.
- Si no estamos aquí cuando te despiertes, se
paciente. Tu viaje puede ser instantáneo para nosotros. Podrá tomarnos el
tiempo que nos lleva subir por el Gran Salón (Gran Galería), para abrir las
puertas de la cámara de Asar y liberarte.
Le di una inclinación de cabeza. Mi cuerpo estaba
echado en la cama de piedra. Yo me había quedado con los brazaletes en las
manos, pero mis piernas y mi pelvis comenzaron a subir. Los asistentes
mantuvieron inmovilizadas mis pantorrillas con los pesados grilletes de
metales. De repente me sentí incapaz de moverme. Todo mi ser era como
un cadáver congelado, entregado a la Duat celestial. Uno de los sacerdotes me
levantó el tórax sosteniendo mi cabeza, y me presentó un objeto esférico con
dos conos huecos. Aspiré el polvo con fuerza. Me reposaron en la cama. Apenas
había tenido tiempo de ver el rostro de Sabu y la cobertura oscura y pesada
cayó sobre mí para encajar en la posición cerrada.
Estaba oscuro, totalmente negro. El
polvo prácticamente no me había picado las fosas nasales. Yo estaba
completamente paralizado, incapaz de mover un brazo o una pierna. Mi cabeza era
pesada, me sentí como si mi cabeza fuera a hundirse en el suelo. Mi sangre
latía fuertemente en mi cerebro. Esperé una eternidad antes de oír vibrar el piso,
y por lo que fui deduciendo era el agua que llenó el sótano. Las columnas de
Energía (Djed) serían puestas en funcionamiento.
Vi... vi una luz aparecer gradualmente a través de
la cubierta de la cama, como un sol naciendo bruscamente. La luz era cegadora y
se difundía en el cuarto, como un sol que llega a su cenit. Sentí que mi
cuerpo se disolvía en presencia de la luz. El techo de cinco habitaciones se
vislumbró a través de mi prisión de piedra. Las abejas de Asar hicieron su
aparición, ellas aleteaban con regularidad. El sonido de estas se amplifico
muy rápido. El techo se sacudió - no, ¡el pulso! Me levante, vi mi cuerpo
tirado en la cama de piedra. Otra forma se encontraba ahí, que era sin duda mi
esencia - mi Ba -, ella esta conectada a mi, para que yo vea. La forma plana
por encima de la cama. La puerta del horizonte brillaba como Nebu (oro) detrás
del espejo múltiple "Ankhu" incrustado en él. La luz
intermitente se sincronizó con el sonido de miles de alas: la puerta estaba
abierta. Las abejas de Asar de repente fueron aspiradas hacia el interior, y
apenas tuve tiempo de darme cuenta que yo igual.
Varios soles me hicieron frente, yo no los
reconocí, pero debían ser lógicamente parte de la constelación Sah
(Orion). Me enfrenté a un brillo intenso, indescriptible, en el borde de
todos los mundos: el túnel de la luz de los antepasados. Las abejas estaban a
mi lado. Ellas me envolvían en su cálida presencia. Giraban a mí alrededor
y creaban un ballet maravilloso. Se escuchó la misma voz femenina que la vez
anterior:
- ¿Qué buscas?
- Busco conocer a mi padre.
- No hay ningún padre aquí.
- Quiero encontrar al hijo de Nut, mi progenitor,
el marido de la reina Trono de Kemet.
- Ya lo he dicho, él no vive aquí.
- En mi hogar, dicen que se trata de mí. ¡Te lo
ruego, ayúdame!
- ¿Ayudarte? Entérate que yo te acompaño en tu
mundo, y que soy el responsable de ayudarte. Es por eso que te confrontas
conmigo y con nadie más.
- Así que llegué a conocerte finalmente para
obtener mi respuesta - ¿dónde se encuentra Sa'am-Asar, ¿en mí?
- Le devolveré la pregunta: ¿Por qué está buscando
evidencias sobre este rompecabezas, cuando usted ya sabe la respuesta? Yo
no dejo de transmitírselo, pero usted no escucha, no usa la cabeza. El
barco azul de Asar lo espera.
- ¿Nisighu?
- Le revelará lo que usted no puede oír. Su doble,
su soberana, se presentó ante mí muchas veces antes de que usted vuelva a su
mundo. Ahora que se han reunido, ¿usted viene a mí? ¿A que viene, mi
hijo?
- Hablas como nuestras sacerdotisas...
- Te dejo, regresa de donde vienes. Tú tienes tu
respuesta y ahora tú puedes comprobarla.
- ¿Tienes otra sugerencia para mí?
- El astro vagabundo que amenaza su mundo, es su
aliado. Vuelve ahora, y sea paciente cuando se encuentre con en el
cofre.
En este momento, fui arrastrado hacia el vacío que
me había llevado allí; mi velocidad era impresionante. Parece que la procesión
de las abejas me seguía. Al instante me encontré en la cama de
piedra... Fin del viaje.
Yo tenía un terrible dolor de cabeza. Todo mi
cuerpo estaba dolorosamente apretado contra la pared de la tapa sellada, ¡a
pesar de que estaba atado con el acero! No había nadie allí para
liberarme: los pilares de energía estaban todavía en funcionamiento. Por encima
de mí, las abejas habían regresado al quíntuple techo. El batir de sus alas se
había desacelerado, pero el ruido que ellas hacían todavía persistía. Fue
interrumpido por la luz de la puerta que aún latía.
La luz de la puerta finalmente se extinguió después
de una larga espera. La presión que mantenía mi cuerpo contra la pared de
la tapa se liberó; todo mi ser ahora flotaba en medio del sarcófago. Las
pesadas puertas de la Shetat ("cámara del rey") se abrieron una tras
otra. Se oyeron pasos. La tapa de la cama de piedra se deslizó y me
liberó de mi prisión mineral. Los metales pesados fueron retirados de mis
piernas mientras yo recuperaba mi espíritu para salir de la cama de Asar.
Estaba cansado y sorprendido. El viaje me había parecido muy corto. Él debe
estar aún aquí. Sabu se me quedó mirando con insistencia indicándome que
quería saber si todo había ido bien. Me fue imposible comunicarle. Me
sentía aliviado y enojado, pero todavía un poco allí, en ese problema lejano…
[1] He
encontrado este pasaje poco después del lanzamiento del Testamento de la
Virgen. Los que leen este libro y el tema de la inversión del tiempo que nos
concierne, entenderán la importancia extrema de este extracto, que yo no lo
conocía en ese momento.
[2] Esta es la escena que me puso en el camino de los
espejos para la inversión del tiempo (TRM) (ver sobre este propósito en El
Testamento de la Virgen, página 290). Para el Akh, consulte la página 301
del mismo libro. Los dos capítulos de este libro en relación con el envío del
Ba y el Ka de Heru más allá del horizonte de sucesos, forman el punto de
partida de la investigación en el capítulo 9 del Testamento de la Virgen sobre
el funcionamiento de la Gran Pirámide, una investigación que resultó
emocionante...
[3] Sin
duda, el sistema que llamamos hoy el de las gradas y que se encuentra frente a
la entrada de la "Cámara del rey" en la actualidad. Eso es en
todo caso lo que tengo entendido.
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