10
EL EKUR
"Antes que los Égregorois (vigilantes) se rebelen y desciendan del cielo, una prisión fue construida para ellos en las profundidades de la tierra entre las montañas. Antes, que los hijos de los gigantes nacieran, [ellos] que no conocían la justicia y la piedad en sí mismos, habían construido y levantado 36 ciudades, para que los hijos de los gigantes vivan en ellas... "(11)
Fragmento en copto del Libro de los Gigantes, Kephalaia 1171-9
"Dios
es un devorador de hombres. Es
por esto que los hombres fueron sacrificados. Antes
de que los hombres lo sean, los animales fueron sacrificados, ya que aquellos a
los que se sacrificaron no eran dioses"(.12)
Manuscrito de Nag Hammadi, "El Evangelio de Felipe", el Codex NH2; 40
Manuscrito de Nag Hammadi, "El Evangelio de Felipe", el Codex NH2; 40
.
Meri no se había dignado a moverse. Ella me dijo que
debería desertar y no rebajarme a esta hipocresía diplomática! La había encontrado
rebelde, me fui enojado. Djehuti y Nebet-Hut me habían acompañado, y una
guarnición de Urshu (vigilantes) de Asar pertenecientes a nuestra subterránea
Gigal. La única información tranquilizadora que tuve fue que
yo podría salir de este lugar en cualquier momento. Djehuti no me había
dado ningún consejo y se quedó en silencio. Sus ojos, sin
embargo, querían calmarme. Mi segunda madre me aturdió con las recomendaciones,
como las de mantener mis Sagra (chakra) cerrados con el fin de no ser espiado
sin mi conocimiento. Nebet Hut estaba nerviosa, pero ella hizo lo imposible
para ocultarlo. Cuando está ansiosa, su voz se atasca y le molesta.... Ella había colocado
una de sus manos en un lado de su cara, como si quisiera mostrarse pensativa,
pero su mirada estaba vacía; no había nada que pensar... Ella estaba a cierta
distancia de su abuelo, con quien ya no mantiene ninguna relación desde hace
mucho tiempo. Sus Sagras se acababan de cerrar para no proyectar
ninguna emoción. Su rostro se congeló.
Una pequeña guarnición de los Urshu-Adinu ya estaba allí, como me fue prometido por la soberana del monte Igira. Vienen de la famosa zona de Kuram (Goreme), que no está muy lejos al norte.
Una pequeña guarnición de los Urshu-Adinu ya estaba allí, como me fue prometido por la soberana del monte Igira. Vienen de la famosa zona de Kuram (Goreme), que no está muy lejos al norte.
Por primera vez, pude apreciar el abismo que parece
separar a los seguidores del Oeste - los Khentamentiu de mi padre - de aquellos
de Serkit, que pertenecen a la rama del Este. Los nuestros, los de
nuestra Gigal y Kankala (África), son verdaderos guerreros, mientras que los
Adinu se consideran a sí mismos más como intelectuales y pensadores. Sin embargo, me he
dado cuenta de que los que están en la región de Kuram (Goreme) tenían arcos y
flechas. Ambos clanes se miraron fijamente en silencio. Setes (Seth) parecía
regodearse en secreto. Él estaba allí, en la entrada del pueblo. El ambiente general
de Méligud no era el mismo que había observado hace unas semanas atrás; ahora
parecía agradable, casi alegre. Los pobladores cantaban, las mujeres abundaban en las
calles. La ilusión era perfecta.
Mi tío me dio una gran bienvenida, abriendo los
brazos: "Te doy la bienvenida, hijo de Meri!" El príncipe de
los Anunnaki llevaba un traje naranja, realzado como un tejido real salpicado
con motivos geométricos. Sus ojos brillaban de manera casi sobrenatural. Setes nos preguntó
si estábamos bien instalados y me invitó a entrar al pueblo. Entré en el dominio
de mi enemigo sin decir una palabra a mis acompañantes. Apreté los dientes. Los pobladores
ansiosamente lanzaban pétalos de flores en el suelo para formar una alfombra
real. Mi tío me propuso visitar el pueblo, y yo acepté.
Fuimos de residencia en residencia; la recepción era la misma en todas partes: sonrisas, demostraciones de amabilidad, pequeñas atenciones... Una de las muchas miradas que cruce me hizo estremecer, era la de una mujer que había salvado de la vergüenza en mi misión de rescate. Me acordé de ella debido a su altura inusual como para la de un ser humano. Ella me reconoció, sus manos comenzaron a temblar. Ella se recompuso. Setes lo noto:
Fuimos de residencia en residencia; la recepción era la misma en todas partes: sonrisas, demostraciones de amabilidad, pequeñas atenciones... Una de las muchas miradas que cruce me hizo estremecer, era la de una mujer que había salvado de la vergüenza en mi misión de rescate. Me acordé de ella debido a su altura inusual como para la de un ser humano. Ella me reconoció, sus manos comenzaron a temblar. Ella se recompuso. Setes lo noto:
- Esta mujer te agrada, ¿mi sobrino?
Mi tío tenía una mirada inquisitiva. Estaba tratando de
atraparme, lo podía sentir.
-Es bonita ¿no es así? Es tuya, si la
deseas, dijo. Como regalo de bienvenida.
- Yo... yo no sé si debo hacerlo.
- Pero, si tú no la tomas, algún otro tomara tu lugar,
dijo con sarcasmo.
Ella me miró con insistencia, como si dijera:
"Sálvame de él!" La mujer en cuestión desprendía una extraña energía.
- ¡Ah! Se me olvidaba, antes de hacer tu elección, debo
advertirte que esta es una salvaje. Yo la había
destinado al templo, pero ella se escapó, y tuvimos que castigarla hace algún
tiempo.
Setes levantó su vestido con un palo sin ninguna
delicadeza, y me mostraron una terrible cicatriz en los riñones. La marca no fue bien
curada. Trataba a esta pobre mujer como un carnicero lo haría
con un pedazo de carne.
- Finalmente, no creo que esta sea una buena idea. Tú te mereces un
mejor regalo. Ella es prácticamente de tu tamaño, no es práctica
para montarla. Además, ¿te das cuenta? Cuando la tomas por
detrás, no serás capaz de evitar verle la marca de deshonor...
- No es tan grave, está bien; acepto tu regalo, tío.
- ¡Perfecto! Eres tan amable como
tu padre. Ten cuidado de que esto no se convierta en una
debilidad. Tu elección es buena, pequeño príncipe, su vagina es
estrecha y su ano delicioso.
Yo no estaba seguro de mantener mis bienes incautados...
- ¿Cómo es eso?
-¿Qué crees tú, hijo de Meri? Todos los seres
humanos me pertenecen. Me acosté con todas sus mujeres. Muchas de ellas me
dan placer y otras son buenas madres. Ahora tengo muchos
niños que son una mezcla de ambas especies. Ellos son mis nobles
soberanos que administran mis innumerables áreas. Para eso se
necesitan los rebeldes en los barrios de nuestro anfitrión! Ordenó el señor del
Ekur. Bien, continuemos nuestra visita, mi sobrino...
Este evento había creado un malestar entre nosotros. Me preguntaba cómo
iba a justificar ante Aset la presencia de esta humana portadora de la energía
de nuestro oponente. Setes súbitamente quedó en silencio. El orienta nuestros
pasos mientras observa mis reacciones. Setes sabe mantener
el control total de sí mismo, independientemente de las circunstancias. Es conocido por sus
golpes de brillantez en el seno de la Asamblea, pero se ve diferente fuera de
ella.
Caminamos alrededor del pueblo, otras dos mujeres
tuvieron una reacción un tanto similar, que atrajo la atención de mi tío. Él dejó escapar la
primera, mientras me preguntaba si quería añadirla a mi paquete de bienvenida,
pero yo no podía aceptarla, bajo pena de traicionarme. Agarró la segunda,
le inspeccionó la cara, los dientes, detrás de las orejas. Levantó un poco sus
ropas y colocó una mano bajo su vestido, como para examinar su vientre o su
sexo - realmente no se puede decir. La pobre estaba
aterrorizada. Él ordenó a su guardia, que nos seguía de cerca, que
la llevaran a sus apartamentos y la vistieran como una reina.
- Soberana de una noche..., me dijo divertido.
- ¿Tú vas a unirte con ella, tío?
- Sí, sólo por placer. Como la que tú has
adquirido, que lleva la marca de deshonor.
- ¿Por qué es esta marca? ¿Qué han hecho para
ofenderte?
- Ellas se alojan en el templo. Pero hace unos
meses, un grupo de intrusos se introdujeron en mi tierra durante mi ausencia y
saquearon mis bienes. Las sacerdotisas aprovecharon la oportunidad para
escapar. Algunas se refugiaron en sus familias, que son las que
llevan la marca. Otras que querían huir de mis dominios fueron
encontradas y ejecutadas en la plaza pública. La que yo te ofrezco
esta noche conoce lo que ocurrió, voy a interrogar personalmente. Yo me estaba
reservando ese momento para una digna ocasión. Su vida dependerá de
lo que me revele. ¿Pero pareces
ansioso, Heru?
- No esperaba tal dureza hacia tus súbditos.
- ¿Mis súbditos? Estos son sólo Adám
(animales), no lo olvides! Ellos existen gracias a nosotros, y fueron creados
para servirnos. Los que saben cómo mostrar obediencia no son
desgraciados. ¿Has visto cómo son felices? Los nuestros son más
civilizados que los de las montañas y los de las llanuras. Aquí, son atendidos
y podemos codearnos sin riesgo. Aquí es precisamente
el templo; lo reconstruimos hace poco. ¿Vamos a visitarlo?
- Tenemos tiempo para eso; ahora me gustaría ir a mis
apartamentos.
- Pero ciertamente. Tendremos buena
oportunidad para otra visita. Descansa. Te doy una cita esta
tarde, hemos preparado una fiesta en honor al hijo de Meri. Los guardias vendrán
a buscarte.
Dos soldados, dos de
estos molestos Anunnaki, me llevaron a la guarida de Setes. Entramos en una casa
bien cuidada y caminamos por amplias escaleras ocultas bajo una trampilla. La red subterránea
era increíble! Es muy diferente a la de Nashareth y su Gigal. El conjunto es más
compacto, mientras que en casa todo es mucho más grande y muy alto. Descendimos por varios
niveles teniendo que ascender cada tanto. ¿Esto fue para
desorientarme? No me reencontré con ningún ser humano, solamente los
soldados de mi tío parecían quedarse aquí.
Mi madre tenía
razón, esta idea era mala, muy mala; yo no debería haberla aceptado. Yo estaba entre mis
enemigos, en el corazón de su principal hito. Sólo la Fuente y mi
extrema vigilancia me podrían salvar de un mal giro. Yo no estaba seguro
de nada. En ningún momento, Setes había intentado atraparme. ¿Qué haría esta
desafortunada noche, si ella me denunciará después de sus asaltos de
brutalidad? Mi tío es conocido por su extrema violencia. Sentirlo cerca de mí
me hizo sentir enfermo, pero actué como si nada hubiera pasado. Al igual que los
Anunnaki: son francamente desagradables, con sus ojos de fuego y su olor
peculiar. Yo tenía que aguantar y ajustarme a lo decidido por el
Consejo. Fui empujado varias veces durante nuestro recorrido y
me enfrente con muchas miradas hostiles.
Finalmente llegué a
mis apartamentos. Ninguna puerta estaba cerrando mi apartamento, solo
una cortina gruesa y dos guardias bien armados para vigilarla. Estaba atrapado. Para mi asombro, del
interior emanaba elegancia y confort. El mobiliario era de
cedro, y algunos muebles llevaban incrustaciones en Nebu (oro). Las numerosas
pequeñas lámparas con aceites de fragancias creaban un ambiente de paz y
contemplación.
Yo quería derrumbarme en la cama, pero me sorprendió encontrar allí a la mujer que me habían ofertado. Ella parecía esperarme. Su pelo negro estaba suelto y caía en rizos sobre sus hombros. Estaban cubiertos con una rejilla de hilo de oro. En su pecho desnudo colgaban innumerables joyas brillantes. Dos pulseras metálicas de los Neteru (dioses) sobre su antebrazo. Ella lucía un vestido de lino ampliamente dividido que dejaba advertir su intimidad. Varios de los dedos de sus pies llevaban resplandecientes anillos. Esta humana estaba demasiado bien vestida, se notaba que la habían vestido a propósito.
Yo quería derrumbarme en la cama, pero me sorprendió encontrar allí a la mujer que me habían ofertado. Ella parecía esperarme. Su pelo negro estaba suelto y caía en rizos sobre sus hombros. Estaban cubiertos con una rejilla de hilo de oro. En su pecho desnudo colgaban innumerables joyas brillantes. Dos pulseras metálicas de los Neteru (dioses) sobre su antebrazo. Ella lucía un vestido de lino ampliamente dividido que dejaba advertir su intimidad. Varios de los dedos de sus pies llevaban resplandecientes anillos. Esta humana estaba demasiado bien vestida, se notaba que la habían vestido a propósito.
- Vístete, mujer.
- Si hago eso, van a
matarme, ella me dijo ansiosa.
- Nadie va a
tocarte, yo velaré por ello.
- ¿No soy lo
suficientemente bonita para usted, señor? Si es así, ¿por qué
me ha aceptado?
- ¿Cuál es tu
nombre?
- Bien Altin, en mi
hogar, no tocamos a las mujeres como aquí o en Kalam. Las mujeres son como
tu nombre lo indica: preciosas. Es la mujer la que elige a su amante, y no al revés.
-Bueno, Tanri (dios),
[[3]] yo te
autorizo a que me frecuentes. Calentarte contra mi
cuerpo no va a hacerle ningún daño!
Si yo no hubiera
visto la sombra de mi tío y de sus Anunnaki detrás de esta Altin, podría haber
aceptado su invitación. Pero yo era un futuro rey en busca de su reina, no de
una nueva concubina. Caminé alrededor del apartamento en silencio. Quería comprobar si
no había por allí un cristal que nos grabe sin nuestro conocimiento. Entonces le hice
señas para continuar discutiendo en un tono más bajo, para no ser escuchados. Reanudé suavemente:
- Respeto tu
invitación, pero todo lo que sucede aquí es contrario a las normas que conozco. Yo estoy aquí para
observar las costumbres de tu viejo maestro, y yo no pertenezco a su mundo,
como tampoco obedezco a sus costumbres.
-¿Eres un Kingu
(Real albino)? ¿O un rechazado del Este, un Musahit? ella pregunto.
- Se refiere a
aquellos que son de la montaña brillante del Este, los reptiles observadores,
de piel blanca como la luna.
- Pertenezco a la
familia de los Kingu, como tu anciano maestro, le contesté. Hay diferentes ramas
en la realeza. Por un lado los Imdugud y luego los Nungal de mi
padre. Los Nungal se dividen en varios clanes aquí. Están aquellos del
Oeste y los del Este. Los que están en el Oeste portan el signo del lobo, y
a menudo son llamados "Khentamentiu" (primeros occidentales), los
cuales están compuestos por los Urshu (observadores) y los Shemsu (seguidores).
Los Nungal del Este
se dividen en dos grupos, en primer lugar están los de Her-Ra, los Shemsu-Ra
que viven en el sureste, en Bun'd (Punt) y en el nuevo Dilmun, la EDilmun,
situada en la desembocadura del Kem-Ur (Mar Rojo); el segundo clan de los del
este se encuentra en la montaña de Igira no lejos de aquí, en Kuram (Goreme). Estos son los que
llamamos la Adinu (iluminados) y que tú misma nombras como los Musahit
(observadores). Todos llevan el signo del Halcón.
- Usted es un Ban
(serpiente),[[5]] el hijo
de la hechicera, la gran Tanrica (diosa) del Sur. Eres tú el que ha
nacido en el corazón de la montaña sagrada. Usted es el halcón.
- ¿Me conoces? ¿Sabes de mi madre?
Altin comenzó a
sollozar y se arrojó a mis pies:
- Perdóname mí
señor. He tenido sólo un informe con la Seyhtanri,[[6]] pero fue suficiente
para que yo sienta ahora muchas, muchas cosas! Yo porto la magia de
antaño.
- Sí, lo sé muy
bien. Y si yo me llego a unir contigo, tú quedarías loca y
me habrías contaminado con la energía de tu antiguo propietario.
-Hace casi un año,
yo fui arrebatada de mi familia y traída aquí para servir a Seyhtanri (Seth) y
sus soldados en el templo. Ahora estoy maldita y nunca podré volver con los míos.
Veo mucho más allá
de las percepciones ordinarias, y sé que Seyhtanri te odia más que a nada. Debes estar muy
atento.
- Tranquilízate, en
cuanto a tu estado, yo te ayudaré. Sé dónde llevarte
para que te cures. Confía en mí.
- Pero es de usted
de quien estoy hablando, hijo de la Santa Tanriça (diosa), no de mí.
-Tengo que hacer lo
suficiente por todos los que tengo que proteger, por lo que sí, tengo más
cuidado de mí mismo.
- Haría bien en
encontrar a alguien que se preocupe por usted...
- Gracias, tengo a
mi madre!
Altin pareció
vacilar, ella me miró fijamente, como comprobando si podía continuar la
discusión:
- Te olvidas de los
Dogan. Usted omite a los Dogan en su lista de infantes que
pertenecen a la familia de los Kingu (albinos-reales).
- Los Dogan?
En lenguaje de
Kalam, DU-GAN [[7]] expresa
una descendencia impronta de combate o guerra. Comprendí que se
trataba a los niños Adinu (iluminados), los famosos descendientes malditos que
simplemente llamamos "Neferu" (Nephil (im)) en el País de la Luz.
- ¿Qué significa esa
palabra en tu idioma? Le pregunté.
- No lo sé. Este es el nombre
que se les da. No sé más sobre ellos.
- En mi país, los
llamamos "Neferu". ¿Sabes dónde encontrarlos? Es absolutamente necesario
ponerme en contacto con ellos...
- Nadie sabe dónde
están ocultos. Seyhtanri (Seth) los persigue implacablemente. Sólo sabemos que se
esconden en el desierto y en las montañas.
- Conoces tú a un
tal Mishak el herrero?
La mujer parecía
sorprendida.
- Es el nombre de
nuestro herrero, aquí en Méligud. Creo que es de su
país.
- ¿Podrías llevarme
con él?
- Lo hare si ese es
su deseo, mi señor.
Altin me miró con
dignidad. Su sonrisa se torció, presagiando el malestar. Esta humana tenía
sangre noble, la sentí rápidamente. Sangre de Ilan
(serpiente), como la llaman los autóctonos de esta meseta alta en las montañas. Sus modales, la
combinación de delicadeza y refinamiento, eran los de una princesa, y ella hizo
todo lo posible por ocultarlo. Entendí que Altin se encontraba en el templo, no para
satisfacer los deseos sexuales de los Anunnaki - otras estaban allí para eso -
sino para ofrecerles su esencia de vida, y hacer este presente de sangre a unos
pocos elegidos. Los Anunnaki tienen todos esta anomalía genética,
particularmente marcada en este planeta: no pueden prescindir de la carne de
los animales o de la esencia de vida de las hembras que poseen genes Gina'abul. Esta esencia de vida
es la que les permite soportar el KI (tercera dimensión) y vivir allí. Altin, y otras de su
clase, contribuyen a fijar a los dignatarios Anunnaki con el material Urasiano
(terrestre). El gen Amasutum mezclado en los humano parece aún más
eficaz para los Anunna de Uras (Tierra) que el de nuestras hembras de pura
cepa.
Le ofrecí que me
acompañara a la velada organizada en mi honor. De esta manera, mi
tío podría pensar que estaba conectado con ella y que yo la había elegido como
concubina. Esto es probablemente lo que él había esperado. ¿Pero por qué? Debía descubrirlo
rápidamente.
Levanté la gran
cortina y demandé a los guardias una vestimenta digna para Altin. Poco después nos
trajeron ropas pesadas, adornadas con bordados y piedras preciosas. Altin elige el más
inmaculado de ellos, pero también el más incómodo. Estas ropas parecían
haber servido a Amasutum más que a humanas, generalmente más pequeñas. Pero en ella
encajaban perfectamente, era tan grande. Esto me confirma
doblemente su gen Gina'abul.
El vestido fue
firmemente atado por mí para ajustar adecuadamente el busto de la pobre mujer. Altin me dijo que de
acuerdo a los diseños de los Anunnaki, teníamos que sufrir para estar bonitas,
y que haríamos babear a Seyhtanri (Seth) de envidia. Ella se maquillo
fuertemente los tres reflejos, los ojos, las manos y los pies, y se ató pesadas
joyas en el cuello y las muñecas: "Esto hace que me vea increíble",
dijo divertida.
- Tú pareces conocer
las costumbres Amasutum, le reproche.
- Yo he aprendido
mucho aquí, ella respondió avergonzada.
Los guardias nos invitaron a salir. El grupo nos marcó el paso en dirección al banquete. Avanzamos por varias plantas para salir al exterior, hacia el gran techo de una casa comunal. El festejo iba a tener lugar aquí. Mi tío nos brindó una buena recepción y nos invitó a sentarnos a su lado. No podía dejar de escudriñar en Altin quien ni siquiera se dignó a mirarlo, él no lo tomó bien. Yo esperaba una reacción violenta; así que me quedé en mi guardia.
Los guardias nos invitaron a salir. El grupo nos marcó el paso en dirección al banquete. Avanzamos por varias plantas para salir al exterior, hacia el gran techo de una casa comunal. El festejo iba a tener lugar aquí. Mi tío nos brindó una buena recepción y nos invitó a sentarnos a su lado. No podía dejar de escudriñar en Altin quien ni siquiera se dignó a mirarlo, él no lo tomó bien. Yo esperaba una reacción violenta; así que me quedé en mi guardia.
Los sirvientes
humanos vinieron a encender los faroles de plata. Un aroma caliente y
desconocido flotaba en el aire. Altin dijo que no
existe en mi país y que era la esencia de un árbol de la montaña, el Sedir
(cedro), llamado "Erinu" en Kalam. Mi padre, Asar,
conocía bien este olor de las montañas de Dukug. Estábamos rodeados
de Anunnaki y de algunos dignatarios Gina'abul que no conocíamos. Había un puñado de
hembras Gina'abul, sin duda descendentes de las uniones entre los Anunnaki y
las Ama'argi. Tal vez había entre ellas humanas con sangre
Gina'abul. Éramos cerca de sesenta personas alrededor de una gran
mesa rectangular. Una cabeza superó a todas: la de un Usumgal (Dragón);
probablemente uno de mis bisabuelos. Sus ojos rojos como
brasas me miraban obstinadamente. Iba vestido de
blanco y rojo, al igual que mi abuelo ltemu (An). Ninurta el guerrero
e hijo de Setes estaba a su lado. El Usumgal se tomó
el tiempo para saludarme desde lejos con un movimiento de cabeza. "¿Tú
conoces a Ansar? Hizo el viaje
desde Deser (Marte) para conocerte", me dijo la
Seyhtanri. A partir de ese momento, supe que toda esta farsa olía
a emboscada y yo tendría que mantener mis Sagra (chakras) cerrados con el
riesgo de traicionarme a través de mis pensamientos. Siendo Altin poseedora,
parcialmente, de la energía de mi tío, le demandé mediante la Kinsag
(telepatía) que no pensara en nada. Ella estaba en las
garras de alguna agitación interior. Tuve que improvisar
una discusión:
- Has instalado muy
bien a tus Anunnaki, pero ¿por qué aquí?
- ¿Y por qué no? Tengo casi todo el
tiempo vivido en las montañas. La situación de este sitio y su topografía es notable;
es una meseta en la altura. Cavamos estos túneles y esta ciudad para preservarnos
de Arit-kheru (el ojo de los sonidos) y el desbordamiento de las aguas. Mira, Kalam
(Sumeria), y gran parte de Kemet (Egipto) están bajo el agua y el barro. Este subterráneo
Ekur también se coloca estratégicamente entre Kalam, lugar donde tengo muchas
tierras, Kemet, donde An-ltemu exige mi presencia y en algunos territorios
nuevos a mí derecha.
Al formular estas
palabras, Setes me había provocado, pero yo hice como si nada pasara para
preservar nuestra paz de momento. Si los
acontecimientos iban a complicarse, no deberían venir de mí. Había evitado evocar
su excavación en Kuram (Goreme). ¿Por qué?
- Otras ciudades
ocultas existen no muy lejos al norte, en Kuram (Goreme), le mencione. ¿Por qué cavar
tantas ciudades subterráneas?
Setes parecía
molesto:
- Simplemente para
preservar a todos nuestros compañeros en caso de un nuevo cataclismo. Ya ves, no somos
ingratos, contrariamente a lo que tu madre imagina y dice.
- ¿Por qué han
aceptado la presencia de otros Adinu a dos pasos de aquí?
- Estos viejos
fieles de su mayor se unieron a nosotros para una paz duradera. ¿No es esto una cosa
maravillosa y un buen ejemplo a seguir?
- ¿Tu confías en
ellos? ¿No están aquí para vigilar y dar reportes a mis tías?
- Son de tu lado y
del nuestro, y funciona! Dudo que desempeñen ese tipo de cosas.
- Yo creo que ellos
también están ahí para vigilar la trayectoria de Arit-Kheru (ojo de los
sonidos) ... Está en juego la supervivencia de los Neteru (dioses)
y los humano, le precise.
- Todos somos
observadores del cielo aquí Anunnaki y Nungal! Respondió Setes
molesto. No necesitamos las observaciones de Ninmah y de sus
iluminados; tenemos todo el equipamiento necesario para escanear el cielo. Todo esto es sólo
una broma. Itemu (An) no sabía qué hacer con esta loca, por lo que le concedió
una roca hacia el Este, además de unos cuantos locos para apoyarla. Ella siempre quiso
ser interesante.
- Y sus Adinu
mezclados con los humanos, formando seres separados, más grandes que tú, que
yo, que los Anunnaki, y que los Nungal. Son orgullosos
guerreros, al parecer, son los híbridos que te dan muchos dolores de cabeza...
- Esos bastardos,
todos van a morir uno tras otro! Acorralados por mis
acosos y ataques, puede que algún día traten de ponerse en contacto contigo. No debes hablar con
ellos por ningún motivo. Tú tomarías el riesgo de enfrentarte a la ira de ltemu
y sus Usumgal.
- ¿Por qué iba a
hacer eso, mi tío, y eso que me aportaría a mí? Ya tengo bastante
que hacer en la tierra de Kemet.
- Tú debes unirte a
mí, respondió mi tío. Mira todo el esplendor que yo te ofrezco.
Con un gesto, Setes me mostró sus varias concubinas, todas fueron instaladas aparte, en un extremo de la gran mesa. Al prestar más atención al lugar, pude descubrir todo tipo de bienes materiales de Kemet, Kalam, Sti y Bun'd. No vio mi reacción, Setes había puesto toda su atención que se centraba en el sexo femenino, objeto de un legendario interés. Sus labios se retorcieron en silencio mientras su mirada se fijaba en Altin con avidez. Tragó saliva.
Con un gesto, Setes me mostró sus varias concubinas, todas fueron instaladas aparte, en un extremo de la gran mesa. Al prestar más atención al lugar, pude descubrir todo tipo de bienes materiales de Kemet, Kalam, Sti y Bun'd. No vio mi reacción, Setes había puesto toda su atención que se centraba en el sexo femenino, objeto de un legendario interés. Sus labios se retorcieron en silencio mientras su mirada se fijaba en Altin con avidez. Tragó saliva.
- "¿Tu no estas
acompañado, tío? ¿Tu esposa Ninlil no está
a tu lado? le pregunté.
- ¿Ninlil? ¿Cual, mi sobrina? Como he dicho: ¿por
qué tener una mujer, ahora que puedo tener cientos?
La asamblea se rio
en voz alta y golpeando rítmicamente sobre la mesa usando los cubiertos. Los platos se
hicieron esperar largamente.
-Yo he tenido un
montón de mujeres, Heru. Ninguna me convenía; mientras que aquí, todas las
mujeres son mías. Excepto, por supuesto, la que te di y que parece tener
tus favores. ¿Tus adornos te
favorecen, mujer? ¿Cómo te llamas, nuevamente?
- Altin, gran
Seyhtanri. Sí, es un hermoso vestido. Le doy las gracias
por prestarme este conjunto real.
- Real, se puede
decir! Cuídalo
bien. No has elegido el más común de ellos: muchas de mis
esposas lo han llevado antes que tú. Conozco cada rincón de ese vestido. Las
he poseído a todas en ese vestido. Mi semilla divina ciertamente lo ha impregnado,
dijo divertido.
Altin se turbó, y su
mano temblaba sobre la mesa. Tuvimos que fingir estar unidos, por lo que puse mi
mano protectora sobre la suya. Ella pareció calmarse en el momento. Los ojos de mi tío
comenzaron a brillar.
-La primera de ellas
que fue llamada... No lo sé... Fue hace tanto
tiempo. Este vestido tiene Limamu (milenios), y en varias
ocasiones ha sido restaurado.
- ¿Ninmah? Le pregunté molesto.
- No, poco después
se alieno terminando en los brazos de mi padre Sa'am, Enki el mal nombrado. Después o durante
esta historia, yo no lo sé. De todos modos, Enki y Ninmah se amaron mucho, esto se
conoce. Espero que no seas crédulo, hijo de Aset. Ves a tu progenitor
como padre de familia, pero él metió su cola miles de veces antes de clonar a
tu santa Meri (bien-amada)! Pero era imposible para él procrear por sí mismo;
ningún niño legítimo, solo miles de Alagni (clones), algunos de los cuales
dicen ser sus hijos, así como millones de Adam (animales) nacieron de sus
acciones ...
- Es sólo porque era
casto ...
- ¿El? Estás bromeando! Era estéril, es por
eso que solo tuvo los bastardos Alagni.
- ¿Y tu, eres su hijo
legítimo, o sólo uno de sus muchos bastardos Alagni? Perdiste tu
oportunidad, tío!
- No tomes ese tono
conmigo, muchacho. Eso es todo, yo estaba en Deser (Marte)...
-Ya está bien! A quien le importa
estos ensalces! Fue mi reacción.
- Este vestido
perteneció a la que desposé en ese planeta, y que ame mucho - una tal Sé'et,
hija de mi madre Nammu.
Me tomó mucha
energía el poder contenerme y no saltar sobre este tirano, allí, justo en el
banquete, en medio de una horda de Anunnaki listos para saltar sobre mí. Fue en ese momento
que mi madre intentó, una vez más, ponerse en contacto conmigo mediante el
Kinsag (telepatía). Le supliqué ponerse en contacto conmigo después. El dueño de la casa
no pareció haber captado nada.
- Puedo ver que es
de una muy vieja Amasutum, le contesté. ¿Por qué me hables
de ella con tanto gusto, tío? ¿Vives tu en el
pasado?
Setes estaba
avergonzado. Su ataque no había hecho efecto. El sonido de los
cubiertos había redoblado en intensidad. Los Anunnaki tenían
hambre! Mi tío hizo un signo con la cabeza hacia el fondo de
la sala. Grandes platos humeantes aparecieron junto a los
aplausos y vítores. Era cerdo, Sah, en lenguaje Kalam. Mi tía Ninmah-Serkit
modificó genéticamente estos animales a fin de facilitar su domesticación y así
alimentar a los Anunna de Uras.[[8]] El Sah
es una antigua especie conocida en las colonias Gina'abul, y su salvaje y
primitiva versión fue introducida aquí por los grupos étnicos planificadores. Mi madre me había
dicho que Ninmah había realizado esta transformación con el fin de aminorar el
gusto de los Anunna por la carne humana, la de los Adam (animales). Los Anunnaki han
consumido seres humanos durante milenios con el fin de contener la frecuencia
del KI (3D) para poder vivir aquí. Pero este proceso
demandaba demasiados sacrificios. Es por eso que
tuvimos la idea de domesticar este animal para salvar el linaje Anunnaki. En el diseño de los
Anunna, el cerdo es el alimento de los Neteru (dioses)! El consumo de Aq
(menstruación) es bastante reservado, solo para los altos dignatarios
Gina'abul. Mezclado con Nebu (oro), el Aq de las Amasutum y de
las mujeres hibridas humano-Gina'abul ayuda a fortalecer el sistema inmune de
los Gina'abul lo que les prolonga la vida.[[9]]
Un trozo de la
elección me fue presentado, pero el plato de Altin estaba vacío. Me gustaría honrar
este festín, pero no antes de que le sirvan a mi protegida. Altin fue finalmente
servida al final, justo después de las diversas Amasutum y las concubinas del
dueño de casa. Cuando ella levantó el plato, apareció una sangrienta
cabeza humana. Altin dio un salto hacia atrás y dejó escapar un grito
terrible. Los Anunnaki dejaron de comer y comenzaron a reír a
carcajadas. Mi tío se levantó y lanzó una mirada de sorpresa en el
plato:
- Vaya que esto es
muy desagradable, yo ordené la ejecución de este humano, pero ahora se
encuentra en su plato.
- ¿Cómo te atreves a
insultarnos así, Seyhtanri (Seth)?
- Te aseguro que no
será nada, hijo de Meri!
- ¿Quién es este
hombre? Le pregunté.
- Es... Este es nuestro
herrero, Mishak, respondió Altin llorando.
Yo quería tener más
detalles:
- ¿Cuál fue la culpa
de este hombre para terminar así?
- Estuvo a punto de
traicionarme, respondió mi tío. Todos los traidores se someten a este destino aquí,
todo el mundo lo sabe.
- Seyhtanri, dudo
que nos quedamos aquí más tiempo. Espero que nos
disculpes, a riesgo de pasar la noche contigo saldremos de este lugar mañana.
Todos los ojos se
volvieron ansiosamente hacia nosotros en este golpe de suerte: el de vernos, mi
tío y yo, peleando. El tiempo estaba como suspendido. Agarré a Altin por
el brazo y nos fuimos del salón de banquetes en un silencio glacial. Setes ordenó a
varios de sus guardias que nos lleven de vuelta a nuestros apartamentos. Altin quedó atónita
y en silencio. Sentí lástima por este humano, porque entendí que ella
conocía al herrero.
De vuelta en nuestra habitación, recosté a Altin sobre la cama y me recosté a un costado para hacer un balance. Yo estaba muy molesto. ¿Cómo sabía Setes que tenía la intención de hablar con este humano? Sin duda, fue asesinado a causa de esto. Meri hizo otra incursión mental. Ella me insistió a que le responda y le permita ver lo que estaba haciendo. Me levanté y sacudí a Altin que parecía dormitar. No podía mirarla de frente, de lo contrario mi madre pensaría que me gusta. Yo le hice una señal para que se cambiara rápidamente. Ella no debe usar el vestido que mi madre podría haberlo conocido en su vida anterior, mientras era cautiva de mi tío.
De vuelta en nuestra habitación, recosté a Altin sobre la cama y me recosté a un costado para hacer un balance. Yo estaba muy molesto. ¿Cómo sabía Setes que tenía la intención de hablar con este humano? Sin duda, fue asesinado a causa de esto. Meri hizo otra incursión mental. Ella me insistió a que le responda y le permita ver lo que estaba haciendo. Me levanté y sacudí a Altin que parecía dormitar. No podía mirarla de frente, de lo contrario mi madre pensaría que me gusta. Yo le hice una señal para que se cambiara rápidamente. Ella no debe usar el vestido que mi madre podría haberlo conocido en su vida anterior, mientras era cautiva de mi tío.
- ¿Así que, Heru? me dijo Aset usando Kinsag
(telepatía).
-Sí madre, dame
tiempo para ordenar mis pensamientos. Estoy en mi
apartamento y descansando, la cita de esta noche salió mal.
- ¿Cómo es eso, que
salió mal? Déjame darle un vistazo a la habitación, me demandó
Aset.
Podía oír a la humana
batallar con su vestido, pero por desgracia no la pude asistir. Por su parte, Altin
no debía entender mucho puesto que yo me comunicaba con mi madre usando el
pensamiento.
- ¿Qué me ocultas
ahora, Heru? ¿Vas a abrir los ojos finalmente?
La batalla entre Altin y su vestido real parecía haber terminado; ni un sonido más. Oí que la humana me susurro: "Eso es todo." Así que abrí los ojos iniciando la exploración de la vivienda desde la entrada. Mi madre llego a la conclusión de que era más bien "normal". Cuando mis ojos se fijaron en mi cama y en la humana, mi sangre se congeló de repente: Altin estaba totalmente desnuda, y me miró estupefacta. Los contornos sensuales de su cuerpo revelaban una piel temblando de deseo. Inmediatamente miré hacia abajo mientras le hacía señas para vestirse. Pero era evidente que ella no me entendía:
La batalla entre Altin y su vestido real parecía haber terminado; ni un sonido más. Oí que la humana me susurro: "Eso es todo." Así que abrí los ojos iniciando la exploración de la vivienda desde la entrada. Mi madre llego a la conclusión de que era más bien "normal". Cuando mis ojos se fijaron en mi cama y en la humana, mi sangre se congeló de repente: Altin estaba totalmente desnuda, y me miró estupefacta. Los contornos sensuales de su cuerpo revelaban una piel temblando de deseo. Inmediatamente miré hacia abajo mientras le hacía señas para vestirse. Pero era evidente que ella no me entendía:
- Bueno, yo estoy
aquí, frente a ti, me dijo.
La reacción de mi
madre no tardó en llegar:
-Por la Fuente,
Heru! Estaba segura! Así que no has
tenido suficiente de tus tres prostitutas sino que además ahora con una humana! Eres tan decadente
como Setes! Deja que mire esta mujer. Permíteme
observarla, te lo ordeno!
Intentar cortar una
comunicación telepática con Aset, mientras que ella quiere continuarla, produce
un dolor terrible en el cráneo. Imposible de
resistir. Miré otra vez a la humana mientras le hacía muecas -
"Este es un juego increíble que no conozco. Pero me divierte
mucho", me dio Altin alimentada por este entretenimiento
desconocido. La mujer se abalanzó sobre mí, sus labios rozaron mis
ojos como las alas de una mariposa y su boca se estrelló en la mía mientras me
observaba con sus ojos almendrados. De repente, y contra
todo pronóstico, la voz de Meri salió de mi boca con fuerza, sin que yo pueda
controlarla:
- Pobre Humana! ¿Cómo te atreves a
acercarte así, deseando unirte con un Neter. Retrocede, baja tu
mirada, y no me toques más, o te mato en el acto!
Attin se acurrucó en un rincón de la vivienda, el temor paralizó todo su cuerpo:
Attin se acurrucó en un rincón de la vivienda, el temor paralizó todo su cuerpo:
-Es la demencia... de la magia! Su voz no es en
absoluto la misma. Perdóname, Señor, me suplicó.
Mi madre no estaba
allí, su voz estaba en silencio, y me dejó una sensación de malestar y
tristeza. Poco a poco recuperé la conciencia.
- Soy yo quien debe
pedir perdón, le dije. No era yo quien estaba hablando. Sólo traté de
hacerte comprender la necesidad de cambiarte de ropa. Lo siento.
- Ese... No fue usted... ¿Pero quién habló de
esa manera?
- Mi madre,
simplemente, mi madre...
- ¿Tu madre? Así
que si te toco, no arriesgo nada, ¿no es así?
- No, por supuesto...
Así que Altin me dio
una bofetada real, que tuvo el efecto de sacarme de mi sopor de forma
permanente.
La noche no se hizo
famosa. Altin estaba acurrucada en una esquina de la cama, y
yo me encontraba en el fondo de la sala, en un asiento de madera. Había pasado todo el
tiempo pensando. A la mañana siguiente, levanté la pesada cortina y nos
llevaron al exterior. Setes no estaba allí, y fue su hijo Ninurta quien nos
recibió. Ninurta es un guerrero formidable, y sé que voy a
encontrarlo algún día sobre el campo de batalla.
- Voy a ser tu guía
por hoy, dijo Ninurta.
- ¿Dónde está tu
padre? Le pregunté.
- En este momento está
ocupado - estará aquí mañana, sin duda.
- No he oído sus
disculpas.
- No, yo dudo que te
las proporcione, lo conoces poco.
- Si, yo lo conozco
muy bien, pensé que había cambiado.
Esta frase salió
naturalmente de mi boca, sin entender por qué había dicho tal cosa. Yo no conozco a mi tío,
o muy poco, y sólo a través de lo que se me ha contado.
Reclamé que abrieran
las puertas para que podamos salir. A lo largo de las
casas, nos encontramos con una mujer encerrada en una jaula. Era la humana con
quien Seyhtanri había pasado la noche. Le pregunté a
Ninurta que estaba haciendo esta mujer allí, y dijo que estaba esperando a ser
ejecutada. Altin se arrojó a mis pies para que la liberara. Le exigí a Ninurta
poder salir con la cautiva: "Tu padre me la había ofrecido, pero yo me
había negado. Yo la reclamo
como compensación por la indignación que mi protegida sufrió en público la
última noche." Ninurta estaba
aburrido. Le pregunté sarcásticamente si tenía alguna influencia
aquí o si sólo era su padre quien tomaba las decisiones. Ninurta decidió en
lugar del gran Seyhtanri. Con una seña la prisionera me fue entregada.
Yo había ingresado
sólo en el territorio de mi tío y al final salimos tres. Tras nuestra llegada
al campamento de los seguidores, el campamento fue desmantelado a toda prisa;
los diferentes clanes se dividieron y los Khentamentiu nos embarcaron en un
antiguo Maga'an (carguero). Giramos hacia las tierras del sur. Kemet se encuentra
casi en línea recta hacia el sur. El Ekur de Setes es
un lugar altamente estratégico a cierta distancia de los campos...
La humana se había
acurrucado contra Altin; era imposible sacarle información. Yo estaba molesto
por tener que traer a las dos mujeres a casa, a Nashareth. Mi madre incluso
tendrá una crisis. Por lo tanto, he decidido dejarlas en Aset-Heh
(Dendera), donde serían purificadas y donde podrían recuperarse.
Así fue que me
reencontré con Nebet-Aha, la matriarca de Aset-Heh. Le confié las dos
mujeres a las y le pedí que las cuidara como a sus propias hijas. Para mi sorpresa,
ella no parecía entusiasta. Me señaló que no tenía otra opción. También le he
prohibido poner a mis protegidas en contacto con las piedras negras de A'akhet
(Mulge, la colina del horizonte), que todavía no me inspiran ninguna confianza. Nebet-Aha respondió
irónicamente que sólo los santos pueden acercarse a ellas y que no pone estas
piedras en presencia de cualquiera. Ella también dijo
que yo no debo temer a estos fragmentos porque su resonancia es similar a la
mía.
[1]
MELI-GUD, "la ranura superior" o
"puente" en sumerio. Es probablemente el significado original (en
sumerio) del nombre de esta ciudad que antes se llamaba Melegüp. El
arqueólogo Omer Demir le puso el nombre latino Malagobia ("vida
dura"), más tarde dado a esta región, sería alegando a este Melegüp cuyo
significado es desconocido (ver páginas 5 y 11 de la versión francesa de su
libro, Capadocia - Cuna de la Historia, Sociedad Internacional para la
Investigación de las Civilizaciones Antiguas, Derinkuyu, Turquía, 1986). Personalmente,
prefiero asimilar esta palabra Melek'güp como Melek ("Ángel") y Güp
("poder", "difícil"), por lo que "el ángel del
poder" o el término "el ángel difícil (problemático)", es un
término perfecto para describir a Enlil que vivía en este "pasaje
superior" en comparación con los demás, siendo la construcción subterránea
más grande de todas bajo esta región. Uno encuentra hoy el nombre de esta localidad con
el término Derinkuyu que se puede descomponer en DIRIG-KU-U5,
"enorme fundación levantada" en sumerio. Derinkuyu
se descompone en Derin ("profunda") y Kuyu ("sumideros") o
"pozos profundos" en turco, una definición coherente con su realidad
geográfica. Derinkuyu es la más grande de todas las ciudades
subterráneas de Capadocia y tiene un máximo de 18 niveles en lugares a una
profundidad de casi 85 metros. Derinkuyu se encuentra en una vasta meseta entre
dos grandes volcanes: Hasan Dagi y el Erciyas Dag. El
alcance de esta ciudad subterránea es tal que podría albergar a más de 10.000
personas. Los más optimistas anuncian 20.000 personas. Hay
otras 35 ciudades subterráneas en la región, lo que nos da un total de 36, o el
número exacto de las ciudades de los ángeles caídos y sus hijos mencionados en
un fragmento del Libro de los Gigantes (Kephalaia 1171-9) al comienzo del
capítulo. Que yo sepa, esta es la primera vez que esta
información es revelada. Con este texto de Kephalaia, una vez más, hemos
confirmado que los antiguos documentos contienen información real sobre el
pasado de la humanidad. Los antropólogos y arqueólogos remontan estas
ciudades subterráneas a los orígenes del cristianismo, en un momento en que los
cristianos huían de la invasión árabe. Como
señaló Andrew Collins en su libro “Nuestros antepasados los Ángeles” (ediciones
Abubilla, 2002), es difícil imaginar que estas ciudades serían la obra de los
cristianos que estaban atrincherados como conejos para protegerse del empuje
islámico de 642! Estamos en presencia de una nueva ocupación
reciente del lugar.
[2]
AL-TIN, "imagen de vida" en
sumerio. Altin significa oro en turco. Un
punto importante, la lengua turca es parte de las lenguas altaicas. Su
origen es muy antiguo y es completamente diferente de la de los hititas
(Nesili), que pertenece a las lenguas indoeuropeas. El turco sin duda está
vinculado con las poblaciones del Paleolítico superior, como la de los
cazadores-recolectores de Oriente Medio. El
turco era, por lo tanto, el idioma que se hablaba en las llanuras y en las
montañas, que era la lengua del pueblo. A
título, el Prof. Dr. Sukru Haluk Akalm (Director del Instituto de la
Lengua turca) afirma en un estudio de la lengua turca (La lengua turca: el
lenguaje del mundo): "Por otro lado, gracias a los estudios comparativos
de la fonología y morfología y palabras tomadas de otros idiomas, no hubo datos
importantes que revelan la edad de la lengua turca. Las
168 palabras identificadas como de origen turco que se pasaron al sumerio
ayudaron a desarrollar la idea de que el sumerio y el turco son de la misma
época".
[4] MUS-AH-IT, "Serpiente(s) de la semilla del
claro de luna" en sumerio, por lo que se refiere a un reptil cuyo gen o
semilla viene de seres de piel clara como la luna. Müsahit
significa "observador" en turco. Aquí
es interesante encontrar las partículas sumeria AH ("semilla",
"arrojar"), mientras que los vigilantes son reconocidos por estar
unidos con el ser humano.
[5] IL-AN, "eminente del cielo" o
"brillante del cielo" en sumerio. Yilan
significa "serpiente" en turco.
[6] Seyhtanri, litt. "dios-maestro" o
"dios-rey" en turco, que se encuentra más tarde bajo la forma turca
Şeytan o Seyhtan, es decir, d. "Satanás"; es Enlil-Seth, ex Satam
(administrador territorial) de Sumer. Una vez más, la semántica se muestra
implacable.
[7] Precisamente DU-GAN, "portador del
combate" o "infante de guerra" en sumerio. Hoy,
Dogan significa "halcón" en turco.
[8] Esta es probablemente la razón por la cual el cerdo
se asoció con el dominio de Seth entre los egipcios, Seth mismo refrendaba esta
aparición en algunos documentos, especialmente los que tenían una visión de
guerra o nefasta...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario