lunes, 8 de febrero de 2016

T3 PII C1 EL BAUTISMO

2da PARTE 
EL DESPERTAR DEL HALCON 


1
EL BAUTISMO



''Fui purificado el día de mi nacimiento en el gran lago de Natron, donde residen Ra y la Justicia".13 
El Libro de los Muertos, extracto del capítulo 17 


Estábamos todos reunidos en el recinto de Bit-Ra-Hem.  El agua de la fosa había sido evacuada a través de las cuencas inferiores.  Más abajo, el elemento líquido siempre llenaba la llanura.  Tablones de madera se habían extendido en el suelo fangoso para evitar que nos resbalemos. Estaba rodeado de miradas simpáticas, pero yo todavía estaba nervioso, haciendo mi mejor esfuerzo por ocultarlo. Día tras día, hago todo lo posible para no fallar y causar la ruina de la Madre del Trono. Y eso requiere mucha energía.
El sol había atravesado las nubes, y mi hermano Sabu (Anubis) nos dijo que era una buena señal.  Mi madre no paraba de cepillarme, como para mantener un contacto constante con mi cuerpo. Sus gestos eran atentos, tal vez demasiados para el futuro soberano que soy. Como tantas otras veces, Nebet-Hut (Neftis) estaba flanqueada por dos guardias y mostraba una sonrisa torcida. Mi persona fue objeto de una contemplación silenciosa de su parte. Mi segunda madre a menudo me consume con sus ojos en silencio, manteniendo al mismo tiempo una expresión de omnipotencia bajo sus ojos pintados. Djehuti (Thot) mantiene un ojo sobre ella, él sabe que a veces es impredecible. 
- Es arriesgado, Heru, el descenso no es factible, dijo mi madre.  No tienes que hacer esto.  Yo no estoy tranquila.  Presiento algo nefasto.
- Si no lo hago, los Shemsu y los Urshu nunca mostraran por mí el respeto que merezco.
- Este rito debe realizarse en Ta-Ur (Abydos), en el corazón del Enkhu'ur (Osirion) de Asar. Me siento impotente en mi propia tierra, me dijo ella suavemente. 
- Madre, esto habría implicado un pedido especial a los sacerdotes de Ta-Ur, y nos habrían obligado a explicárselo a Itemu (An). Me reservo el Enkhu'ur para otro momento, confía en mí.
Me había preparado para este extraño rito. Mi madre me lo había contado varias veces. Se trata de una metamorfosis corporal y espiritual que requiere el paso por las profundidades del agua, con el fin de borrar las manchas de sus vidas pasadas y de la actual. El agua en el pozo de Bit-Ra-Hem podía desempeñar el papel de Nun (el océano primordial). Todo futuro soberano debe someterse a este uso del baño sagrado en unas aguas que figuran los orígenes. Se trata de un antiguo rito Amasutum que varias ramas Gina'abul han adoptado desde el principio de los tiempos. Mi padre había experimentado una forma de purificación cuando se convirtió en el esposo de la gran Nut (Nammu), pero este rito fue practicado de a dos, en pareja. Dado que aún no había encontrado mi reina entre mis tres concubinas, yo tenía que realizar este ritual antes que el otro. 
Yo no esperaba nada complicado, sólo una purificación por inmersión que iba a terminar con una confirmación solemne decorada con una unción sagrada.  Muchos oficiantes tenían que esperarme en la planta baja, incluyendo mi mayor Her-Ra. 
- Ra te dará la bienvenida en la fosa, dijo Meri. Debe permanecer en el agua, probablemente tendrá que nadar hasta allí. Pero piensa bien en sumergirte totalmente. Todo debe estar bien.
- No me digas más, podrás estropear mi diversión, le contesté.  
- Hoy es el día de tu renacimiento, Heru, me dijo Nebet-Hut (Neftis). No lo tomes a la ligera, el día de hoy es el de tu gran metamorfosis. Tu alma, después de su lucha en contra de su naturaleza animal, devendrá brillante y despierta. Tú vas a golpear a los espíritus hoy. Dame tu cristal, hijo mío. 
- Este no es más que un rito pacífico mi hermana, no vale la pena tomar ese tono pedante, se opuso Aset. Pero sí, Heru, no deberías necesitar de Uatch. A tu primogénito no le gustaría que tú aparezcas armado. Ponlo en mis manos en su lugar. 
Meri le dio una sonrisa a su hermana, y Nebet Hut hizo todo lo posible para hacer su cortesía. Entregué mi cristal a mi madre y me alejé de sus brazos protectores para subirme al puente que conduce a la entrada de Bit-Ra-Hem. Tomando una escalera en la parte derecha de la entrada, pude descender por el puente de piedra y me deslice por el pasillo hidráulico de la terrible máquina que me dio a luz. Efectivamente era resbaladiza! Después de viajar por más de la mitad del pasillo curvado hacia atrás, finalmente me encontré a mí mismo en contacto con el agua, lo que me impidió ir más allá. Se despedía un olor a pescado podrido!  Y tenía que seguir mi camino nadando. Uatch, me zambullí en el agua oscura e inmunda, pero tú no estabas conmigo. El viaje que me esperaba no era más que un recuerdo. 
Me zambullí en la gran negrura. Mis genes Abgal me fueron de gran ayuda: gracias a ellos puedo ver bajo el agua. Después de un baño, llegué por fin a la fosa subterránea. Un resplandor, como el de una vela, iluminaba tenuemente el abismo. Provenía de la piedra sobre la que se encontraba Ra junto a tres siluetas. Estaba a punto de subir por mí mismo en el islote, cuando mi tobillo fue aplastado con una fuerza increíble mientras me tiraba al fondo del agua maloliente. Mis músculos del pecho se crisparon. Tuve tiempo para respirar profundamente en la oscuridad, justo antes de que el líquido del Nun me trague. Lo primero que me vino a la mente fue que este ataque no era parte del ritual... 
La cosa me había soltado. Ella me había dado un golpe en la cabeza que me hizo caer aún más en el abismo.  Golpeado por el terror, tuve que enfrentarme a mi atacante, era un señor del Iuter-A'a (Nilo), un enorme cocodrilo. Sus formidables mandíbulas no paraban de cerrarse agitando el líquido elemento; él era muy agresivo y generaba violentos remolinos. El monstruo era voraz, y evidentemente tenía hambre. La única solución era enfrentar al peligro, me aprisione contra su espalda y mantuve sus formidables mandíbulas cerradas. Él comenzó a agitarse y a luchar con fuerza. No debía soltarlo bajo pena de darle la oportunidad de que me destrozara de un bocado. Dudo que mi inmortalidad me ayudara de algo aquí. 
Pensé en mi madre y como iba a sufrir el choque ante la noticia. Mis pensamientos sin duda me traicionaron porque Aset trató de establecer contacto con el Kinsag (telepatía). Ella sigue conectada a mí. Incapaz de responderle, sólo pude enviarle mi terror. La lucha fue desigual, el reptil era más de dos veces y medio mi tamaño.  Su esencia era el de la muerte.  Las lecciones de combate de Nebet-Hut no me fueron de ninguna utilidad. Tenía que mantenerlo firme, pero yo estaba muy fatigado.  Me quedaba una sola solución, la más radical y más abrupta de todas: la de usar el Niama (fuerza vital), el poder que permanece latente en mí que me había servido hasta ahora solo para hacer trucos divertidos o cambiar mi rostro.  Por primera vez, tendría que usarlo para quitar una vida!  Pensé en mi padre y en el episodio que tuvo que superar contra Abzu-Abba. Ugmu, el terrible grito de la muerte inmediata, es la única solución en una situación tan desesperada. Usar el Ugmu transformaría necesariamente mi vida. Cuando esta puerta se abre, no se cierra jamás. Ingenuamente, pensé que nunca tendría que usarlo, no tan bruscamente, en cualquier caso, y no tan estúpidamente. Imposible esperar más tiempo, el animal no subiría a la superficie, y yo estaba muy escaso de oxígeno. ¿Sería capaz de usar el Ugmu bajo el agua? No tuve tiempo de plantearme la pregunta. El grito de muerte inmediata salió de mi boca como un relámpago, y el cocodrilo detuvo su lucha al instante. 
Subí a la superficie y me aferré al islote de piedra. Entonces oí una voz que proclamó: "Ven aquí, hijo de la Luz.  Tu nacimiento solar se llevará a cabo al mismo tiempo en que salgas del agua primordial". Era la voz de mi mayor, la de Her-Ra. Yo estaba débil. La lucha y el uso de Ugmu me habían agotado. Me dolía terriblemente el tobillo; me era imposible pararme. El gran Ra dijo en un tono más bajo: "Ayúdenle a levantarse." En ese momento, el líquido del Nun se vació en un rugido ensordecedor fluyendo hacia el sur. Dos sacerdotisas se acercaron y me levantaron. La voz de Meri sonó detrás de mí.  Mi madre tuvo que pasar por la entrada principal y descender por las escaleras a la cámara hidráulica. 
- Por la Fuente, ¿qué has hecho? Has profanado con la sangre el santuario que encarna la vida! 
- Madre Divina, perturbas este rito, así como este día de renacimiento, le contestó Ra. 
- No conozco este ritual de sangre. Te atreviste a hacer esto aquí, en mi casa. Tu desprecio es muy grave! 
- Es un bautismo de muerte.  Su hijo destruyó su pesada suciedad y derrotó al monstruo de las profundidades. Este es ahora un verdadero Neb (señor) y él porta el título de vengador de su padre.
- Finaliza tu ritual y sal de aquí, hijo de Nut (Nammu), añadió Meri en tono autoritario. 
- Que así sea, mi hermana. 
Aset se colocó a los pies de la enorme roca, en medio de la carnicería vergonzosa. Nebet-Hut y Sabu (Anubis) estaban a su lado. El cuerpo del animal no estaba lejos.  Parecía intacto, solamente sus huesos y entrañas habían sido destruidos por el impacto.  Las dos sacerdotisas me llevaron ante Ra. Mi mayor anunció en tono confiado: 
- Geb-tierra que te dio a luz.  Tú eres el sol que brotó en la oscuridad.  Tu Ba (alma) es despojada de toda suciedad. El Ba está desnuda cuando llega a la absolución de los pecados. Tu renacimiento hace de ti una parcela de luz. Renueva tus vestimentas. 
Las dos sacerdotisas llevaron mi ropa. Reconocí a Bastet y a Tefnut, dos de mis concubinas. Mersegrit estaba con Ra y sostenía una jarra en la mano.  Las dos sacerdotisas se deshicieron de mis pertenencias y me pusieron una túnica inmaculada, tejida de un lino muy fino. Ra dijo:
-Ma'akheru (justificado), te has deshecho de tus impurezas terrenales! Tú portas la marca de la gloria. La unción santa que da el poder y regenera tu cuerpo! Que los aceites de la aclamación se derramen sobre tu cabeza! 
Mersegrit me derramó suavemente el contenido de la jarra que proporcionaba energía y regeneraba mi cuerpo. Yo era glorificado y los cuatro oficiantes clamaban mi nombre oculto: Neb-Heru (el Señor Horus)! Bastet se hizo cargo de la inscripción de mi nombre secreto en un cristal, que tenía la función de sellar la ceremonia. "Todo el mundo puede salir de mi casa, excepto tú, Sabu (Anubis). Y retiren el pobre animal. Yo me encargaré de su cuerpo más tarde", lanzó Meri. También ordenó a Nebet-Hut que se quedara unos instantes. 
- Mi hermana, estabas informada de lo que le esperaba a nuestro futuro rey en el Nun? preguntó mi madre. 
- Sí, hermana.
- Esta idea surgió de ti, por supuesto... 
- Sí, hermana.  Pero, no tomes ese tono. Amo a Heru tanto como tú. ¿Qué riesgo corría tu hijo, que posee el dominio del Niama (fuerza vital)? El riesgo era que tal vez no lo use, y por lo tanto mostraría debilidad. Ahora que se ha demostrado su valor al realizar esta proeza, su hijo será considerado como un soberano y no como un niño débil. 
- Ra era tu cómplice... 
- Sí, lo fue.  Tú debes darle las gracias. 
- Lo que tú no has entendido es que a diferencia de ti, Ra secretamente deseaba que Heru fallara. 
- Por la Fuente, la Gran Aset ve el mal en todas partes! Gracias a nosotros, tu hijo será capaz de consolidar sus lazos con los Khentamentiu de Asar y los Shemsu de Ra. Es prácticamente en el trono de Kemet.  Solo debe encontrar su reina y ganar el corazón de ltemu-Ra (An). Con ese corazón, yo hago mis negociados. 
- Debemos esperar, mi hermana, demando Meri. 
- Tu debes tratar el tobillo de tu hijo, que se muestre a todos en plena gloria y no disminuido por una lesión cuando salga de la Bit-Ra-Hem. Confía en mí, le dijo la hermana de Aset. 
Nebet-Hut nos dejó, quedamos mi madre, mi hermano y yo. Una vez que la divina doliente dejó la habitación, Sabu estalló en cólera contra mi tía:
- No me agrada esta sacerdotisa! Perdónenme los dos por mi expresión, pero no puedo soportarlo más. 
- Esta bien, mi hermano, le contesté divertido, yo nunca te vi así. 
- Mis felicitaciones por tu logro, pero a veces me pareces más ingenuo que Asar - me dijo. ¿No ves como ella te devora con los ojos, mi hermano? Ella quiere tus huesos, tu carne, tu sangre y tu Ba (alma)! 
- Oh, ya lo sé! Pero no te preocupes por eso.
- Nosotros lo sabemos, Sabu, respondió Meri. Pero la divina Innin es demasiado poderosa como para dejarla con nuestros enemigos. Es preferible que este aquí, con nosotros. Se trata de todos modos de su deseo.
- Ella está convencida de que será tu reina, Heru, contestó Sabu. Ella piensa prestar apoyo a nuestros soldados y ayudar a entrenar tus tropas. Los guerreros Khentamentiu de Asar están bajo mi protección divina. Si tú deseas enrolarte en el futuro ejército, te toca a ti conocer mi opinión, mi hermano, pero no dejes que esta sacerdotisa crea que es la soberana de los Shemsu-Urshu de Asar. 
- Yo reflexione un largo tiempo, y no creo haber usado los servicios de los soldados de mi padre, le contesté. Debemos mantener estos guerreros para proteger nuestro dominio subterráneo. Entre ellos hay muchos hermanos con los que crecí.  No quiero alejarlos de sus familias a las que conozco y les tengo afecto. Tengo otra idea en mente para mi ejército.
- Yo sé lo que tienes en mente, mi príncipe, lanzó Meri alegremente. No sé cómo vas a llegar a realizarlo, pero este proyecto me agrada muchísimo! 
Me molestó que mi madre supiera mi secreto. 
- ¿Qué idea es esta, no me revelaran nada? demandó Sabu. 
- Los Neferu (Nephilim) ... 
- ¿Los Neferu? Pero son muy elusivos, mi hermano. Y ellos están malditos!  
- Yo haré mi trato! 
- Es una idea extraña, contestó Sabu. Tu sabes como yo que no son bien vistos por los Shemsu de nuestro padre.  Sin embargo, yo respeto tu elección, especialmente si nuestra madre lo aprueba... No voy a ocultarte que es también porque tu idea suena como si fuera la de Itemu-Ra. Supongo que sabes lo que estás haciendo.  Pero con Nebet-Hut, que harás? 
- No haré nada.  ¿Qué puedo hacer?  Ella es la hermana de nuestra madre, ella tiene el mismo patrimonio genético - ¿y qué? 
Sabu tomó un tono autoritario.  
- Entonces, te diré lo que ambiciona: tomar tu lugar, mi madre y unirse a Heru en el fuego!  Fue diseñada por el clan contrario con el patrimonio genético de Sé'et.  La lista fue preparada, condicionada por Setes (Seth-Enlil); sin embargo ella no es más bienvenida en Kalam... Ella engañó a Asar, ella engañó a todo el mundo, y está entre nosotros ... 
- Eso se remonta mucho tiempo atrás, hijo mío, dijo Meri. Ella cometió errores que se los hemos hecho ver, pero también fue sincera en muchos aspectos.  Yo la hice pasar por el ritual de Seba-Mut (Puerta de la Muerte). ¿Sabes lo que eso significa?  Ella fue absuelta y me juró fidelidad.  Yo sé con quién estoy tratando.  Somos diferentes, pero nosotras nos parecemos en algunos aspectos.  Ella es prisionera de su aspecto divino: ella busca un Neter (dios) o un hombre a su medida.  Un ser que pueda soportar su poderosa aura. Pero no es mi gemela la que actualmente nos está trayendo problemas, es mi hermano Ra.  Voy a tener que resolver este problema rápidamente.  
- Sí, estoy de acuerdo contigo, madre, respondió Sabu: Her-Ra se vuelve peligroso.  Él no quiere apoyar a Heru en su búsqueda real; tiene demasiado miedo de perder su lugar. Yo sólo veo una sola solución para todos estos temas: deben unirse, Meri y tú, Heru.
- ¿Nosotros unirnos?  Le pregunté.
Aset había permanecido en silencio.  Ella había puesto su mano sanadora en el tobillo, y magnetizaba con la otra mano usando el Shen de vida.  Al no ver ninguna reacción, Sabu continuó la discusión:
- ¿Qué, mi hermano? ¿Aún te niegas a admitir que eres Asar? 
- Otra vez esta historia!  Dije, cansado.
- Sabu, él debe aceptarlo solo, dijo Meri.
- Yo puedo ayudar! 
- ¿Tu, Sabu?  le respondí.  No veo que me podrías aportar. 
- Heru, debes ir al encuentro de nuestros antepasados, me dijo mi hermano. A reencontrarte con nuestros antepasados ​​en el otro lado del velo. Ellos te dirán dónde está Asar. 
- ¿Quieres drogar a mi hijo, Sabu? Ten cuidado.
- Mi tía Serkit (Ninmah) me dijo que esto era posible, - le respondí - pero ella no veía la oportunidad de hacerme viajar en lo que ella llama "Más allá del horizonte acontecimientos", sino más bien en el Kidul (el punto más oscuro). 
- ¿Tu tía te dijo eso?  Nunca deja de sorprenderme, dijo Meri. Sin embargo, tiene razón.  Un viaje a las dimensiones adyacentes del KI (3D), al Kidul, probablemente sería suficiente para tener una idea sobre este tema. Tu hermano te puede llevar allí si lo deseas.  La decisión es tuya. Y listo, ya estas curado. Podrás salir y mostrarte ante todos los Shemsu y los Urshu, así como a nuestro pueblo que te espera con impaciencia. 
Salimos de la habitación de Nun y salimos de Bit-Ra-Hem.  Mi madre se llevó a mi hermano a un lado y le pidió que me guiara en el Kidul (dimensiones paralelas) únicamente si sentía la necesidad.  Ella insistió igualmente en el hecho de no frecuentar demasiado el Kidul, y sobre todo no ir más allá del horizonte de sucesos. 
En el exterior, el clima estaba hermoso. Varias guarniciones de nuestros soldados y una parte de nuestro pueblo de Nashareth habían abandonado el refugio subterráneo para animarme. Nebet-Hut había extendido la noticia: el hijo de Meri había vencido a la muerte en el Nun, y había conocido la metamorfosis divina.  
A raíz de este suceso, decidí enviar a mis tres concubinas a Aset-Heh (Dendéra).  Ellas se pasaban el tiempo reclamándome y se volvieron muy exigentes con respecto a detalles que todavía no entendía muy bien. Además, su participación en esta farsa no me había animado a mantenerlas cerca de mí. Ninguna de ellas estaba destinada a ser mi reina! Estas tres sacerdotisas llevan una energía similar a la de mi tía Nebet-Hut, preferí separarme de ellas y sacarlas de la influencia de mi tía. 
En la misma época, Her-Ra, mi mayor, finalmente me llamó para participar en los combates en el sur de nuestro país y a lo largo de Kem-Ur (Mar Rojo).  Luego, con Geghu ("el halcón golpeador") inspeccione el agua, las dunas y los árboles de nuestros territorios sagrados. Hemos perdido terreno durante varios años.  Tengo órdenes de disparar sólo a los elementos extranjeros en movimiento, los que tratan de apropiarse de nuevas áreas pertenecientes al País de la Luz. Las nuevas instalaciones que han hecho a nuestras espaldas están a salvo.  Un decreto de la Asamblea antes de mi nacimiento votó esta imposición en nombre de la paz entre Kemet y Kalam. Sólo tenemos el derecho de actuar ante un delito flagrante.  Es por eso que nuestros enemigos a menudo viajan por la noche.  Ya he realizado dos rondas nocturnas que nos permitió detener a los invasiones ilegales: no hubo sobrevivientes! En la oscuridad, la cabina del Geghu brilla con un rojo profundo y los diodos brillan como estrellas ámbar. Sus sensores son infalibles.  Me gustan los vuelos nocturnos aunque Meri no duerma en toda la noche. 

Los Anunnaki utilizan otras formas de naves además de sus tradicionales Gigirlah (ruedas espumosas). Le damos el nombre de "Tian" (flecha del cielo). Se trata de un vehículo volador, agudo y muy rápido, basado en la tecnología de los Kingu reales, una ciencia que parece ha sido tomada por los Anunnaki. Según nuestra información, estas naves se construyen en Deser (Marte) en las bases subterráneas de Itemu-Ra (An). Un fatídico día, voy a ir a este planeta y seré mucho menos diplomático que mi padre. Que ese día llegue rápido, y termine todo esto! Pero en esta vida, todo me indica que tengo que aprender a ser paciente.

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