2da PARTE
EL DESPERTAR
DEL HALCON
1
EL BAUTISMO
''Fui purificado el día de mi nacimiento en el gran lago de Natron, donde residen Ra y la Justicia".13
El
Libro de los Muertos, extracto del capítulo 17
Estábamos todos reunidos en el recinto de Bit-Ra-Hem. El agua de la fosa
había sido evacuada a través de las cuencas inferiores. Más abajo, el elemento líquido siempre
llenaba la llanura. Tablones de madera se habían extendido en el suelo
fangoso para evitar que nos resbalemos. Estaba rodeado de
miradas simpáticas, pero yo todavía estaba nervioso, haciendo mi mejor esfuerzo
por ocultarlo. Día tras día, hago todo lo posible para no fallar y
causar la ruina de la Madre del Trono. Y eso requiere mucha
energía.
El sol había atravesado las nubes, y mi hermano Sabu
(Anubis) nos dijo que era una buena señal. Mi madre no paraba
de cepillarme, como para mantener un contacto constante con mi cuerpo. Sus gestos eran
atentos, tal vez demasiados para el futuro soberano que soy. Como tantas otras
veces, Nebet-Hut (Neftis) estaba flanqueada por dos guardias y mostraba una
sonrisa torcida. Mi persona fue objeto de una contemplación silenciosa
de su parte. Mi segunda madre a menudo me consume con sus ojos en
silencio, manteniendo al mismo tiempo una expresión de omnipotencia bajo sus
ojos pintados. Djehuti (Thot) mantiene un ojo sobre ella, él sabe que
a veces es impredecible.
- Es arriesgado, Heru, el descenso no es factible,
dijo mi madre. No tienes que hacer esto. Yo no estoy
tranquila. Presiento algo nefasto.
- Si no lo hago, los Shemsu y los Urshu nunca
mostraran por mí el respeto que merezco.
- Este rito debe realizarse en Ta-Ur (Abydos), en el
corazón del Enkhu'ur (Osirion) de Asar. Me siento impotente
en mi propia tierra, me dijo ella suavemente.
- Madre, esto habría implicado un pedido especial a
los sacerdotes de Ta-Ur, y nos habrían obligado a explicárselo a Itemu (An). Me reservo el
Enkhu'ur para otro momento, confía en mí.
Me había preparado para este extraño rito. Mi madre me lo había
contado varias veces. Se trata de una metamorfosis corporal y espiritual que
requiere el paso por las profundidades del agua, con el fin de borrar las
manchas de sus vidas pasadas y de la actual. El agua en el pozo
de Bit-Ra-Hem podía desempeñar el papel de Nun (el océano primordial). Todo futuro soberano
debe someterse a este uso del baño sagrado en unas aguas que figuran los
orígenes. Se trata de un antiguo rito Amasutum que varias ramas
Gina'abul han adoptado desde el principio de los tiempos. Mi padre había
experimentado una forma de purificación cuando se convirtió en el esposo de la
gran Nut (Nammu), pero este rito fue practicado de a dos, en pareja. Dado que aún no
había encontrado mi reina entre mis tres concubinas, yo tenía que realizar este
ritual antes que el otro.
Yo no esperaba nada complicado, sólo una purificación
por inmersión que iba a terminar con una confirmación solemne decorada con una
unción sagrada. Muchos
oficiantes tenían que esperarme en la planta baja, incluyendo mi mayor Her-Ra.
- Ra te dará la bienvenida en la fosa, dijo Meri. Debe permanecer en
el agua, probablemente tendrá que nadar hasta allí. Pero piensa bien en
sumergirte totalmente. Todo debe estar bien.
- No me digas más, podrás estropear mi diversión, le
contesté.
- Hoy es el día de tu renacimiento, Heru, me dijo
Nebet-Hut (Neftis). No lo tomes a la ligera, el día de hoy es el de tu
gran metamorfosis. Tu alma, después de su lucha en contra de su
naturaleza animal, devendrá brillante y despierta. Tú vas a golpear a
los espíritus hoy. Dame tu cristal, hijo mío.
- Este no es más que un rito pacífico mi hermana, no
vale la pena tomar ese tono pedante, se opuso Aset. Pero sí, Heru, no
deberías necesitar de Uatch. A tu primogénito no le gustaría que tú aparezcas armado. Ponlo en mis manos
en su lugar.
Meri le dio una sonrisa a su hermana, y Nebet Hut hizo
todo lo posible para hacer su cortesía. Entregué mi cristal a mi madre y me
alejé de sus brazos protectores para subirme al puente que conduce a la entrada
de Bit-Ra-Hem. Tomando una escalera en la parte derecha de la
entrada, pude descender por el puente de piedra y me deslice por el pasillo
hidráulico de la terrible máquina que me dio a luz. Efectivamente era
resbaladiza! Después de viajar por más de la mitad del pasillo
curvado hacia atrás, finalmente me encontré a mí mismo en contacto con el agua,
lo que me impidió ir más allá. Se despedía un olor a pescado podrido! Y tenía que seguir
mi camino nadando. Uatch, me zambullí en el agua oscura e inmunda, pero tú
no estabas conmigo. El viaje que me esperaba no era más que un recuerdo.
Me zambullí en la gran negrura. Mis genes Abgal me
fueron de gran ayuda: gracias a ellos puedo ver bajo el agua. Después de un baño,
llegué por fin a la fosa subterránea. Un resplandor, como
el de una vela, iluminaba tenuemente el abismo. Provenía de la
piedra sobre la que se encontraba Ra junto a tres siluetas. Estaba a punto de
subir por mí mismo en el islote, cuando mi tobillo fue aplastado con una fuerza
increíble mientras me tiraba al fondo del agua maloliente. Mis músculos del
pecho se crisparon. Tuve tiempo para respirar profundamente en la
oscuridad, justo antes de que el líquido del Nun me trague. Lo primero que me vino
a la mente fue que este ataque no era parte del ritual...
La cosa me había soltado. Ella me había dado
un golpe en la cabeza que me hizo caer aún más en el abismo. Golpeado por el
terror, tuve que enfrentarme a mi atacante, era un señor del Iuter-A'a (Nilo),
un enorme cocodrilo. Sus formidables mandíbulas no paraban de cerrarse
agitando el líquido elemento; él era muy agresivo y generaba violentos
remolinos. El monstruo era voraz, y evidentemente tenía hambre. La única solución
era enfrentar al peligro, me aprisione contra su espalda y mantuve sus
formidables mandíbulas cerradas. Él comenzó a
agitarse y a luchar con fuerza. No debía soltarlo bajo pena de darle la oportunidad de
que me destrozara de un bocado. Dudo que mi inmortalidad me ayudara de algo aquí.
Pensé en mi madre y como iba a sufrir el choque ante
la noticia. Mis pensamientos sin duda me traicionaron porque Aset
trató de establecer contacto con el Kinsag (telepatía). Ella sigue conectada
a mí. Incapaz de responderle, sólo pude enviarle mi terror. La lucha fue
desigual, el reptil era más de dos veces y medio mi tamaño. Su esencia era el de
la muerte. Las lecciones de combate de Nebet-Hut no me fueron de
ninguna utilidad. Tenía que mantenerlo firme, pero yo estaba muy
fatigado. Me quedaba una sola solución, la más radical y más
abrupta de todas: la de usar el Niama (fuerza vital), el poder que permanece
latente en mí que me había servido hasta ahora solo para hacer trucos
divertidos o cambiar mi rostro. Por primera vez,
tendría que usarlo para quitar una vida! Pensé en mi padre y
en el episodio que tuvo que superar contra Abzu-Abba. Ugmu, el terrible
grito de la muerte inmediata, es la única solución en una situación tan
desesperada. Usar el Ugmu transformaría necesariamente mi vida. Cuando esta puerta
se abre, no se cierra jamás. Ingenuamente, pensé que nunca tendría que usarlo, no
tan bruscamente, en cualquier caso, y no tan estúpidamente. Imposible esperar más
tiempo, el animal no subiría a la superficie, y yo estaba muy escaso de
oxígeno. ¿Sería capaz de usar el Ugmu bajo el agua? No tuve tiempo de
plantearme la pregunta. El grito de muerte inmediata salió de mi boca como un
relámpago, y el cocodrilo detuvo su lucha al instante.
Subí a la superficie y me aferré al islote de piedra. Entonces oí una voz
que proclamó: "Ven aquí, hijo de la Luz. Tu nacimiento solar se llevará a cabo al mismo
tiempo en que salgas del agua primordial". Era la voz de mi
mayor, la de Her-Ra. Yo estaba débil. La lucha y el uso de
Ugmu me habían agotado. Me dolía terriblemente el tobillo; me era imposible
pararme. El gran Ra dijo en un tono más bajo: "Ayúdenle
a levantarse." En ese momento, el líquido del Nun se vació en un
rugido ensordecedor fluyendo hacia el sur. Dos sacerdotisas se
acercaron y me levantaron. La voz de Meri sonó detrás de mí. Mi madre tuvo que
pasar por la entrada principal y descender por las escaleras a la cámara
hidráulica.
- Por la Fuente, ¿qué has hecho? Has profanado con la
sangre el santuario que encarna la vida!
- Madre Divina, perturbas este rito, así como este día
de renacimiento, le contestó Ra.
- No conozco este ritual de sangre. Te atreviste a hacer
esto aquí, en mi casa. Tu desprecio es muy grave!
- Es un bautismo de muerte. Su hijo destruyó su
pesada suciedad y derrotó al monstruo de las profundidades. Este es ahora un
verdadero Neb (señor) y él porta el título de vengador de su padre.
- Finaliza tu ritual y sal de aquí, hijo de Nut
(Nammu), añadió Meri en tono autoritario.
- Que así sea, mi hermana.
Aset se colocó a los pies de la enorme roca, en medio
de la carnicería vergonzosa. Nebet-Hut y Sabu (Anubis) estaban a su lado. El cuerpo del animal
no estaba lejos. Parecía intacto, solamente sus huesos y entrañas
habían sido destruidos por el impacto. Las dos sacerdotisas
me llevaron ante Ra. Mi mayor anunció en tono confiado:
- Geb-tierra que te dio a luz. Tú eres el sol que
brotó en la oscuridad. Tu Ba (alma) es despojada de toda suciedad. El Ba está desnuda
cuando llega a la absolución de los pecados. Tu renacimiento hace
de ti una parcela de luz. Renueva tus vestimentas.
Las dos sacerdotisas llevaron mi ropa. Reconocí a Bastet y
a Tefnut, dos de mis concubinas. Mersegrit estaba con
Ra y sostenía una jarra en la mano. Las dos sacerdotisas
se deshicieron de mis pertenencias y me pusieron una túnica inmaculada, tejida
de un lino muy fino. Ra dijo:
-Ma'akheru (justificado), te has deshecho de tus
impurezas terrenales! Tú portas la marca de la gloria. La unción santa que
da el poder y regenera tu cuerpo! Que los aceites de
la aclamación se derramen sobre tu cabeza!
Mersegrit me derramó suavemente el contenido de la
jarra que proporcionaba energía y regeneraba mi cuerpo. Yo era glorificado y
los cuatro oficiantes clamaban mi nombre oculto: Neb-Heru (el Señor Horus)! Bastet se hizo cargo
de la inscripción de mi nombre secreto en un cristal, que tenía la función de
sellar la ceremonia. "Todo el mundo puede salir de mi casa, excepto tú,
Sabu (Anubis). Y retiren el
pobre animal. Yo me encargaré
de su cuerpo más tarde", lanzó Meri. También ordenó a
Nebet-Hut que se quedara unos instantes.
- Mi hermana, estabas informada de lo que le esperaba
a nuestro futuro rey en el Nun? preguntó mi madre.
- Sí, hermana.
- Esta idea surgió de ti, por supuesto...
- Sí, hermana. Pero, no tomes ese
tono. Amo a Heru tanto como tú. ¿Qué riesgo corría tu
hijo, que posee el dominio del Niama (fuerza vital)? El riesgo era que
tal vez no lo use, y por lo tanto mostraría debilidad. Ahora que se ha
demostrado su valor al realizar esta proeza, su hijo será considerado como un
soberano y no como un niño débil.
- Ra era tu cómplice...
- Sí, lo fue. Tú debes darle las
gracias.
- Lo que tú no has entendido es que a diferencia de
ti, Ra secretamente deseaba que Heru fallara.
- Por la Fuente, la Gran Aset ve el mal en todas
partes! Gracias a nosotros, tu hijo será capaz de consolidar
sus lazos con los Khentamentiu de Asar y los Shemsu de Ra. Es prácticamente en
el trono de Kemet. Solo debe encontrar su reina y ganar el corazón de
ltemu-Ra (An). Con ese corazón, yo hago mis negociados.
- Debemos esperar, mi hermana, demando Meri.
- Tu debes tratar el tobillo de tu hijo, que se
muestre a todos en plena gloria y no disminuido por una lesión cuando salga de
la Bit-Ra-Hem. Confía en mí, le dijo la hermana de Aset.
Nebet-Hut nos dejó, quedamos mi madre, mi hermano y
yo. Una vez que la
divina doliente dejó la habitación, Sabu estalló en cólera contra mi tía:
- No me agrada esta sacerdotisa! Perdónenme los dos
por mi expresión, pero no puedo soportarlo más.
- Esta bien, mi hermano, le contesté divertido, yo
nunca te vi así.
- Mis felicitaciones por tu logro, pero a veces me
pareces más ingenuo que Asar - me dijo. ¿No ves como ella te
devora con los ojos, mi hermano? Ella quiere tus
huesos, tu carne, tu sangre y tu Ba (alma)!
- Oh, ya lo sé! Pero no te preocupes
por eso.
- Nosotros lo sabemos, Sabu, respondió Meri. Pero la divina Innin
es demasiado poderosa como para dejarla con nuestros enemigos. Es preferible que
este aquí, con nosotros. Se trata de todos modos de su deseo.
- Ella está convencida de que será tu reina, Heru,
contestó Sabu. Ella piensa prestar apoyo a nuestros soldados y ayudar
a entrenar tus tropas. Los guerreros Khentamentiu de Asar están bajo mi
protección divina. Si tú deseas enrolarte en el futuro ejército, te toca
a ti conocer mi opinión, mi hermano, pero no dejes que esta sacerdotisa crea
que es la soberana de los Shemsu-Urshu de Asar.
- Yo reflexione un largo tiempo, y no creo haber usado
los servicios de los soldados de mi padre, le contesté. Debemos mantener
estos guerreros para proteger nuestro dominio subterráneo. Entre ellos hay
muchos hermanos con los que crecí. No quiero alejarlos
de sus familias a las que conozco y les tengo afecto. Tengo otra idea en
mente para mi ejército.
- Yo sé lo que tienes en mente, mi príncipe, lanzó
Meri alegremente. No sé cómo vas a llegar a realizarlo, pero este
proyecto me agrada muchísimo!
Me molestó que mi madre supiera mi secreto.
Me molestó que mi madre supiera mi secreto.
- ¿Qué idea es esta, no me revelaran nada? demandó Sabu.
- Los Neferu (Nephilim) ...
- ¿Los Neferu? Pero son muy
elusivos, mi hermano. Y ellos están malditos!
- Yo haré mi trato!
- Es una idea extraña, contestó Sabu. Tu sabes como yo que
no son bien vistos por los Shemsu de nuestro padre. Sin embargo, yo
respeto tu elección, especialmente si nuestra madre lo aprueba... No voy a ocultarte
que es también porque tu idea suena como si fuera la de Itemu-Ra. Supongo que sabes lo
que estás haciendo. Pero con Nebet-Hut, que harás?
- No haré nada. ¿Qué puedo hacer? Ella es la hermana
de nuestra madre, ella tiene el mismo patrimonio genético - ¿y qué?
Sabu tomó un tono autoritario.
Sabu tomó un tono autoritario.
- Entonces, te diré lo que ambiciona: tomar tu lugar,
mi madre y unirse a Heru en el fuego! Fue diseñada por el
clan contrario con el patrimonio genético de Sé'et. La lista fue
preparada, condicionada por Setes (Seth-Enlil); sin embargo ella no es más
bienvenida en Kalam... Ella engañó a Asar, ella engañó a todo el mundo, y
está entre nosotros ...
- Eso se remonta mucho tiempo atrás, hijo mío, dijo
Meri. Ella cometió errores que se los hemos hecho ver, pero
también fue sincera en muchos aspectos. Yo la hice pasar por
el ritual de Seba-Mut (Puerta de la Muerte). ¿Sabes lo que eso
significa? Ella fue absuelta y me juró fidelidad. Yo sé con quién
estoy tratando. Somos diferentes, pero nosotras nos parecemos en
algunos aspectos. Ella es prisionera de su aspecto divino: ella busca un
Neter (dios) o un hombre a su medida. Un ser que pueda
soportar su poderosa aura. Pero no es mi gemela la que actualmente nos está
trayendo problemas, es mi hermano Ra. Voy a tener que
resolver este problema rápidamente.
- Sí, estoy de acuerdo contigo, madre, respondió Sabu:
Her-Ra se vuelve peligroso. Él no quiere apoyar a Heru en su búsqueda real; tiene
demasiado miedo de perder su lugar. Yo sólo veo una sola
solución para todos estos temas: deben unirse, Meri y tú, Heru.
- ¿Nosotros unirnos? Le pregunté.
Aset había permanecido en silencio. Ella había puesto su
mano sanadora en el tobillo, y magnetizaba con la otra mano usando el Shen de
vida. Al no ver ninguna reacción, Sabu continuó la
discusión:
- ¿Qué, mi hermano? ¿Aún te niegas a
admitir que eres Asar?
- Otra vez esta historia! Dije, cansado.
- Sabu, él debe aceptarlo solo, dijo Meri.
- Yo puedo ayudar!
- ¿Tu, Sabu? le respondí. No veo que me
podrías aportar.
- Heru, debes ir al encuentro de nuestros antepasados,
me dijo mi hermano. A reencontrarte con nuestros antepasados en el otro
lado del velo. Ellos te dirán dónde está Asar.
- ¿Quieres drogar a mi hijo, Sabu? Ten cuidado.
- Mi tía Serkit (Ninmah) me dijo que esto era posible,
- le respondí - pero ella no veía la oportunidad de hacerme viajar en lo que
ella llama "Más allá del horizonte acontecimientos", sino más
bien en el Kidul (el punto más oscuro).
- ¿Tu tía te dijo eso? Nunca deja de
sorprenderme, dijo Meri. Sin embargo, tiene razón. Un viaje a las
dimensiones adyacentes del KI (3D), al Kidul, probablemente sería suficiente
para tener una idea sobre este tema. Tu hermano te puede
llevar allí si lo deseas. La decisión es tuya. Y listo, ya estas
curado. Podrás salir y mostrarte ante todos los Shemsu y los Urshu,
así como a nuestro pueblo que te espera con impaciencia.
Salimos de la habitación de Nun y salimos de
Bit-Ra-Hem. Mi madre se llevó a mi hermano a un lado y le pidió
que me guiara en el Kidul (dimensiones paralelas) únicamente si sentía la
necesidad. Ella insistió igualmente en el hecho de no frecuentar
demasiado el Kidul, y sobre todo no ir más allá del horizonte de sucesos.
En el exterior, el clima estaba hermoso. Varias guarniciones
de nuestros soldados y una parte de nuestro pueblo de Nashareth habían
abandonado el refugio subterráneo para animarme. Nebet-Hut había extendido la
noticia: el hijo de Meri había vencido a la muerte en el Nun, y había conocido
la metamorfosis divina.
A raíz de este suceso, decidí enviar a mis tres
concubinas a Aset-Heh (Dendéra). Ellas se pasaban el
tiempo reclamándome y se volvieron muy exigentes con respecto a detalles que
todavía no entendía muy bien. Además, su participación en esta farsa no me había
animado a mantenerlas cerca de mí. Ninguna de ellas
estaba destinada a ser mi reina! Estas tres
sacerdotisas llevan una energía similar a la de mi tía Nebet-Hut, preferí
separarme de ellas y sacarlas de la influencia de mi tía.
En la misma época, Her-Ra, mi mayor, finalmente me
llamó para participar en los combates en el sur de nuestro país y a lo largo de
Kem-Ur (Mar Rojo). Luego, con Geghu ("el halcón golpeador")
inspeccione el agua, las dunas y los árboles de nuestros territorios sagrados. Hemos perdido
terreno durante varios años. Tengo órdenes de disparar sólo a los elementos
extranjeros en movimiento, los que tratan de apropiarse de nuevas áreas
pertenecientes al País de la Luz. Las nuevas
instalaciones que han hecho a nuestras espaldas están a salvo. Un decreto de la
Asamblea antes de mi nacimiento votó esta imposición en nombre de la paz entre
Kemet y Kalam. Sólo tenemos el derecho de actuar ante un delito
flagrante. Es por eso que nuestros enemigos a menudo viajan por
la noche. Ya he realizado dos rondas nocturnas que nos permitió
detener a los invasiones ilegales: no hubo sobrevivientes! En la oscuridad, la
cabina del Geghu brilla con un rojo profundo y los diodos brillan como
estrellas ámbar. Sus sensores son infalibles. Me gustan los vuelos
nocturnos aunque Meri no duerma en toda la noche.
Los Anunnaki utilizan otras formas de naves además de
sus tradicionales Gigirlah (ruedas espumosas). Le damos el nombre
de "Tian" (flecha del cielo). Se trata de un
vehículo volador, agudo y muy rápido, basado en la tecnología de los Kingu
reales, una ciencia que parece ha sido tomada por los Anunnaki. Según nuestra
información, estas naves se construyen en Deser (Marte) en las bases
subterráneas de Itemu-Ra (An). Un fatídico día, voy a ir a este planeta y seré mucho
menos diplomático que mi padre. Que ese día llegue rápido, y termine todo esto! Pero en esta vida, todo me
indica que tengo que aprender a ser paciente.
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