sábado, 21 de febrero de 2015

PARTE I - CAP 5 - CONTACTO con los Usumgal Y los Annuna

Crónicas del Girku - Adam Genisis - Anton Parks - Parte I - capitulo 5

CONTACTO con los Usumgal Y los Annuna


"La estatura considerable y el rostro radiante de Adam dejó a los ángeles aturdidos por lo que lo llamaron 'El Único Santo' y volvieron temblando al cielo. Le pidieron a Dios: "¿Puede haber dos poderes divinos, uno aquí y uno en la Tierra"?
Otzar Midrashim, colección de doscientas midrashim
"Mikael fue el primero en posternarse ante Adám para mostrar el ejemplo a los otros ángeles. Mikael habló a Satanás: 'Rindamos homenaje a la imagen de Dios! Si tú te niegas, el Señor Dios entrará en cólera contra ti. “Satanás respondió: "Si él está enojado conmigo, yo levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios, seré semejante al Altísimo! "Inmediatamente, Dios expulsó a Satanás de su ejército del cielo, él los echó sobre la tierra, y es a partir de esta época que data la enemistad entre Satanás y el hombre".
Vita Adae 14-16


Gírkù-Tila Nudimmud / Dili-ME-Ia

La atmósfera de repente se volvió eléctrica. El anuncio de que los Kadistu (planificadores) habían dejado Uras dio la vuelta por el Abzu. Las paredes de Salim comenzaron a vibrar con el sonido de las campanas que coreaban la salida de los planificadores y la destrucción definitiva de la flota de nuestra Reina Tiamata. Esta última noticia había llegado a Dim'mege a través de las Nindigir (sacerdotisas) sobrevivientes y atrincherado en Mulge (astro negro), el planeta de los planificadores ubicado entre Udu'idimsa (Marte) y Altar (Júpiter). Mi madre se aisló un momento y trató de ponerse en contacto con Tiamata.

Con los Kadistu ... también sin éxito.
Estábamos un poco preocupados por la batalla que oponía a nuestra reina contra mis Kuku (ancestros). Era completamente voluntaria. Sin embargo, sabíamos que iba a terminar un día próximo. Nosotros nos considerábamos Kadistu, por lo tanto aquí estábamos aislados de todo, incluso de nuestros aliados. Mi madre se quejaba a menudo de la retirada progresiva de los planificadores, pero ella era tan responsable de esta situación como los Kingu (reales). Su lealtad a nuestra Reina ciertamente la había elevado al rango más alto, pero ella también se había hecho involuntariamente cómplice de los reales en tanto que estos últimos habían luchado junto a Tiamata ... Esta situación corría el riesgo de comprometernos a los ojos de mis Kuku. La inminente llegada de los Usumgal y los Anunna probablemente alteraría nuestra vida cotidiana.
Dim'mege y sus Ama'argi, así como toda nuestra colonia, celebraron una asamblea extraordinaria en el Abzu. Nos sentamos, como de costumbre, en el estrado del consejo Gina'abul. Mis dos hermanas estaban envueltas en vestimentas de ceremonia, ellas rivalizaban en esplendor. La reina de las Ama'argi llevaba un suntuoso vestido de lino amarillo y una cinta escarlata con flecos de metal dorado. En cuanto a Sé'et, ella reveló un gusto refinado que no conocía. Llevaba un largo vestido verde, seductor y ajustado, de mangas largas, escotado en la espalda. Su rostro resplandeciente llevaba una espesa peluca negra, salpicada de minúsculas estrellas doradas. Apreciaba mucho este tipo de tocado que Mam llevaba a veces.
La discusión se intensificó muy rápidamente. Dim'mege destacó con prontitud su deseo de no ceder a la menor exigencia. Sin duda ella se había preocupado de que su escala social fuera perturbada. "Que los Gina'abul machos de Mulmul (las Pléyades) y sus dirigentes vengan a manifestar su fidelidad a las Amasutum y los planificadores de Uras," gruñó ella irónicamente en la Asamblea. "No podemos aceptar tratos de parte de los soldados. Si los guerreros Usumgal y los Anunna esperan someternos, vamos a hacer que muerdan el polvo! "
Traté de calmar la situación. Ninguno de nosotros quería entrar en combate. Además, nosotros éramos superados en número. Las tropas válidas de mis Kuku debían ser varios miles. Las voces se elevaron con fervor. Mam trató de hacer razonar a su hija, pero Dim'mege era muy obstinada. Era difícil comunicarse con ella cuando ella manifestaba su cólera. Ella arremetía rápidamente y sus palabras no seguían a sus pensamientos.
Hudili, mi brazo derecho fiel, me pidió permiso para intervenir. Yo se lo di a él, sacudiendo la cabeza. Mi Nungal se puso de pie y levantó los brazos. Desde su imponente estatura, pronunció con voz penetrante: "El ejército victorioso nunca podrá extorsionar a las Amasutum de Uras sin el riesgo de aislarse totalmente del resto de este universo. Uras claramente no está más bajo la protección de los Kadistu, pero siempre estará bajo su vigilancia benevolente. Los aliados de La Fuente jamás abandonarán por completo un lugar sobre el que han trabajado. Esto es lo que hemos aprendido, nosotros, Nungal, cuando estuvimos entre los sukkal. Ustedes saben sin duda por qué Tiamata nos había entregado a esta cepa de planificadores. Los sukkal son aliados a los Urmah. Los Imdugud provienen de cepas Urmah y Kingu-Babbar. Hoy en día, todos ustedes aquí en esta Cámara, probablemente piensen que nuestra metamorfosis nos acerca a los Kingu-Babbar, pero nosotros, Nungal, somos  bastante Imdugud en nuestros cuerpos y sukkal en nuestros corazones. En retrospectiva, y después de todos estos acontecimientos, ¿me pregunto hasta que punto Tiamata conocía nuestra filiación oculta? Fuimos creados por el muy santo Enki y Nammu a quien vamos a dar gracias eternamente. Dormimos en algún lugar profundo de la reserva del patrimonio genético de Nalulkára. Nammu-Damkina y Enki nos han despertado para siempre. Somos los dignos herederos del conocimiento Kadistu. Nosotros no somos aproximadamente más que 300 sobrevivientes, pero haremos todo lo que esté en nuestro poder para protegerlos a ustedes y mantener la paz. Tiamata encontró que la paz estaba en peligro a causa de la manifiesta conspiración de los Usumgal. Rindamos homenaje a la reina que ha participado en una guerra absurda, pero que estaba dedicada a preservar la misión principal de las Amasutum, la de mantener la paz en el seno de los Gina' abul. Donde sea que ella esté, démosle gracias eternamente. "

Un murmullo se escuchó, Sé'et llamó a la calma por respeto a Tiamata. La asamblea se levantó. Un profundo silencio encantaba la sala. Finalmente Hudili concluyó enfáticamente: "Cuando nos encontremos con los Usumgal y sus Anunna guerreros, nosotros le presentaremos a ellos la joya de este planeta. Les mostraremos un Namlu u. Ellos no podrán repudiar la obra de los Kadistu. El ejército de Ubsu 'ukkinna (Maia en las Pléyades) no desplegará su insignia victoriosa en Uras. En nombre de la vida, nosotros velaremos todos juntos! "
El público empezó a corear el nombre de Hudili. Sin pensarlo, me aproveché de este solemne momento para dar un nuevo título al primero de nuestros Nungal. Yo le asigné rápidamente un nombre con la ayuda del Emesa (la lengua matriz). Zehuti se volvió totalmente natural para mí ("Aliento (o espíritu) de la vida de las aves", Thot). La asamblea agradeció enormemente mi gesto y elogió el conocimiento divino del primero de nuestros Nungal. El maestro en Ciencias y en expresiones estaba muy conmovido por este nuevo nombre y el eco que suscitó. Zehuti no pudo resistir la tentación de hacer lo mismo y aconsejó a toda la sala que desde ese día él también me denominaría Ptah (el que multiplica el entendimiento). La asamblea se regocijó con redoblada energía. Yo estaba muy molesto de tener un nuevo apodo, tan fastuoso y difícil de soportar como los otros.
Dim'mege me hizo una sonrisa de complicidad y mostrándome su apoyo inefable. Sé'et notó esta manifiesta complicidad y le dedicó una sonrisa. Por su parte, nuestra progenitora parecía más ausente que nunca, la falta de expresión de su rostro me reveló que algo raro estaba sucediendo. No Podía deslizarme en su mente para saber más... Mam tenía constantemente cerrados sus Sagra.
La reunión había terminado, llevé a Mamitu a nuestros apartamentos para que ella me revelara la razón de su comportamiento. Nos sentamos frente a frente. Damkina puso sus manos entre sus muslos. Hulla, su hembra Ugubi (mono), salió de la parte trasera de la habitación y saltó sobre su regazo. Mam cariñosamente la acarició. La mirada de la Reina del trono vagó un corto tiempo antes de fijarse en mí con insistencia.
- Hijo mío, dijo, tenemos que salir de este planeta rápidamente. Estamos en peligro aquí. Tenemos suficientes barcos para evacuar Uras. No me hagas ninguna pregunta, partamos ahora!
Me sorprendió este anuncio. Al verme un poco aturdido, Mam insistió y precisó su propósito:
- Antes de que nos encontráramos, tenía el don de la clarividencia que no podía dominar del todo. Yo creo que tú también tienes este poder. Ahora que estoy unida a tí, la fuerza del Niama se apoderó de todo mi ser. Este poder me afecta mucho, mi hijo. Me impide el sueño, transforma mis noches en sueños terroríficos y suscita amenazas que dañan mi espíritu. Veo terribles acontecimientos. Los seres perversos que destruyeron la flota de nuestra Reina provocarán la amargura sobre este mundo. Los Namlú'u caerán y los nuestros sufrirán a un punto que tu no puedes imaginar... Mi hijo, veo sangre, mucha sangre que fluye...
Sus palabras inspiradas me convulsionaron. Pero yo estaba partido entre sus palabras y las que los planificadores me habían dicho antes de la batalla: "Tu Vas a observar diferentes formas consumirse y experimentar lo condicional e incondicional. Nunca olvides que eres el dueño de tu Zisàgál (encarnación). Los pasillos Estrechos que usted ha elegido pedir prestado te ayudarán a reunir Gissu (la sombra) y Zalag (la Luz), y no a separarlos”. Yo había Elegido este destino. Me Parecía deseable no oponerme a él. Vi a mi madre. Sus ojos estaban húmedos en el recuerdo de sus sueños agitados.

Otro problema se me impuso:
- Madre, nosotros no podríamos escapar de aquí todos juntos. Tenemos suficientes naves para nosotros, pero los sesenta Gigirlah que hemos recuperado y los pocos ejemplares que tiene Dim'mege no serán suficientes para evacuar a todas las Ama'argi.
El pecho de Nammu se contrajo. Su voz acariciante se volvió más cortante:
-Tu notable ternura de corazón te vuelve ciego! Las Ama'argi están apegadas a este planeta, ellas nunca lo dejarán. Dime mejor que tú prefieres quedarte aquí para medirte con tus Kuku!
-Tu reacción me confunde! Estoy en contra de cualquier hostilidad, le contesté.
-El Niama puede alienar y calentar todo espíritu, por más benevolente que pueda haber sido originalmente. Elijo la sagacidad y no el combate, me respondió ella.
-Tu prefieres huir que ayudar a los Namlú'u y los Ukubi'im (Homo neanderthalensis)? Tu eliges abandonar todo eso porque estás vencida?
-No pareces entender, hijo. Este mundo Se va a transformar. Se va a desgarrar bajo la influencia de nuestros hermanos corruptos, se hundirá en la locura. Tú y yo no podemos hacer nada. Cualquier ser que se apegue en este mundo por venir, será presa de la ruptura y la soledad. Yo quiero preservarte, mi hijo, del miedo, la desesperación y de la muerte! Los tiempos cambian Sa'am, nada es eterno! Ha pasado demasiado tiempo desde que este planeta está bajo la influencia oculta de la realeza Gina'abul. Siempre hemos ocultado esta verdad a todos los nuestros que están bajo la administración de Margid'da (la Osa Mayor). Si tus Kuku hubieran sabido que el sistema Ti-ama-te (sistema solar) estaba bajo el dominio creciente de sus eternos rivales, los Kingu, no hubieran dudado en venir aquí. Eso es lo que está sucediendo hoy en día, pero por una razón diferente. Tengo pendiente desde hace mucho tiempo hacer todo lo que está en mi poder para mantener la luz en este planeta. Yo no tengo el espíritu de una aventurera. Los Kadistu dejaron este lugar por buenas razones...
-La razón es que dejan este planeta bajo nuestra vigilancia. Eso es lo que ellos me sugirieron!
-Los Kadistu no sugieren más que en muy raras ocasiones, mi hijo. Si realmente te indicaron a seguir este camino, que así sea. En este caso, no tomes mis comentarios en consideración.
Mam se sumió en su silencio; su rostro se oscureció brevemente. Sus ojos vagaron como ella estaba acostumbrada a hacer desde que llegamos aquí. Ella finalmente se acercó y me abrió grandes sus brazos protectores. "Mi hijo, agregó, yo te apoyaré hasta la muerte si es necesario! "
Me sentía culpable por haber transmitido la fuerza de Niama a Mamitu-Nammu. Su rostro no se iluminaba más como antes. Ahora tenía una mirada seria y silenciosa. ¿Era el precio a pagar para protegerse de un ataque extranjero? Lamenté amargamente ser el hijo de un Usumgal y llevar el rayo omnipotente. La duda me invadió, yo habría querido gritar mi desesperación. Sí, nada permanece igual en el mundo de la materia y Uras estaba incluido como un modelo concreto de este principio inquebrantable. Un cansancio vino de repente sobre mí. La falta de sueño, probablemente, o el mareo causado por la evidencia de esta realidad - o simplemente las dos cosas asociadas - provocaron en mi una fatiga terrible. Me dejé caer pesadamente en la cama, Nammu me descalzó.
Me despertaron las campanas de Salim que sonaban insistentemente. Varias máquinas voladoras pasaron sobre la ciudad santa. Sus vientos combinados levantaron la cortina de nuestra habitación. Corrí al balcón y vi a una gran multitud en las calles. Bajé las escaleras de cuatro en cuatro y me precipité en la avenida principal que conduce a los barrios bajos donde se mezclaban Ama'argi, Nungal y Anunna. Yo me abrí paso entre la multitud. Todos corearon "Enki, En-ki!", Como para convencerse de que yo iba a resolver este enigma en un guiño de ojo. Zehuti (Thoth) vino a mí y me dijo que habían embarcaciones Kingu que solicitaban asilo en el corazón del Abzu. Ellos eran perseguidos por las tropas de mis Kuku. Esta situación no estaba hecha para arreglar nuestros asuntos. Sé'et y Nammu vinieron a unirse con nosotros, ambas parecían muy renovadas. Ellas me aconsejaron no darles permiso. Es cierto que si aceptábamos, corríamos el riesgo de ponernos en dificultad de cara a los Usumgal y sus Anunna. Le pedí a Zehuti, nuestro primer Nungal, de transmitirles la prohibición formal de posarse en el centro de la cavidad del Abzu, ellos podían sin embargo, refugiarse en las profundidades de la corteza terrestre y las numerosas cuevas naturales y túneles que oculta. Yo sabía que esta prohibición podría, también, perjudicarnos, pero no teníamos otra opción.
Los Gigirlah reales no desaparecieron cuando las Ama'argi sacaron sus armas y las apuntaron sobre ellos. Así fue que, un número de Kingu, en fuga de la cara al adversario, finalmente se refugió sobre las montañas de Uras - era al menos lo que todos pensamos aquí en el Abzu.
Nuestra posición se nos apareció de repente con mayor precisión. No podíamos hacer otra cosa que entrar en el juego de los Usumgal. Yo me tenía que contactar con mis Kuku pronto. Tuvimos que marcar nuestro territorio y señalar nuestra presencia a todos los recién llegados. Le ordené a Zehuti (Thoth) tomar el mando de un centenar de Gigirlah y patrullar el exterior del planeta. Ellos tenían que estar en contacto permanente e informarnos acerca de la evolución de la situación. Mam, Sé'et y yo estábamos posados en Aria, el gigantesco continente Boreal casi despoblado donde las Ama'argi habían establecido varias estaciones científicas. Aria es un país muy verde donde el viento del norte sopla agradablemente. Esto último producía a veces aires melodiosos en el borde de la pendiente que conduce al Abzu.
Era la primera vez que pisé el suelo de este nuevo territorio. Aria es muy salvaje, la zona sobre la que estamos ubicados está salpicada con repliegues naturales. Las cimas de las montañas más altas estaban cubiertas de nieve. Esta fue la primera vez en mi vida que vi tal fenómeno. Ningún Ugubi (mono) o Ukubi (género Homo) se habían establecido aquí. Las pacíficas llanuras estaban bañadas en un clima templado. Sin embargo, estas temperaturas estaban muy lejos de las de Margíd'da (Osa Mayor) y de Mulmul (las Pléyades). Sé'et temblaba un poco.
Mam de repente dijo: "Ha llegado el momento!" Sacó un pequeño cristal amarillo de la funda de su cinturón y lo hizo dar vueltas por encima de su cabeza. Al tiempo de volver la cabeza varias veces para escanear los alrededores, los Namlú'u aparecieron de repente en nuestra dimensión. Estos me parecieron incluso mayores que aquellos que teníamos la costumbre de abordar. Su estatura me impresionó terriblemente. Sé'et y yo no sabíamos que era posible convocar a los Namlú'u con la ayuda de un mineral. "Estos son los Namlu u provenientes de los niveles más altos. Yo soy la única poseedora de este cristal, nadie debe ser informado de la existencia de esta piedra! DimMege es su guardiana cuando estoy lejos de este planeta ", susurró nuestra progenitora. Nammu se dirigió a ellos con la palabra:
-Bienvenida a ustedes y sean agradecidos de honrarnos con vuestra presencia.
Mam levantó la mano. Los dos seres grandes como montañas respondieron de la misma manera. Uno de ellos cambió de repente de fisionomía. Fue entonces cuando me di cuenta de que los Namlú'u eran polimórficos. Mi asombro todavía se incrementó cuando el ser se dirigió a nosotros en nuestro idioma.
-Las criaturas del mundo de la dualidad son buenos compañeros cuando momentáneamente se desprenden del ego para hacer frente a nosotros. Siempre es un placer rencontrarte Subatam (reflejo brillante)?
-Estos son tiempos difíciles para  los aliados de la Fuente. Los especímenes de plenitud restringida, pertenecientes a nuestra propia familia, llegan a Uras. Usted no los conoce todavía. Son diferentes de los Kingu. Ellos han cazado a vuestros creadores y están actualmente en conflicto con los Kingu. Ellos perturban la frágil quietud que habita Ti-ama-te (el sistema solar) y desean transformar esta parte de nuestro universo.
-Sí, nosotros hemos visto a estos seres. Nuestros fundadores también nos hablaron de ellos y los lazos que tienen con los Kingu. Ellos los llaman Gílimanna (Bestiario Celestial). Los últimos Kadistu con los que nosotros estamos actualmente en contacto son los Urmah. ¿Qué podemos hacer ahora para complacerte?
-Nosotros hemos pensado que sería apropiado presentar a vosotros a estos Gina'abul para que sean testimonio del ingenio de los emisarios de la Fuente. Vuestra presencia así revelada no podrá más que contener sus planes maliciosos.
-El cielo es inmenso. Sus estrellas van al infinito, algunas nacen hoy mientras que otras mueren al mismo tiempo. El océano es grande y sus perlas son innumerables, pero algunas pueden parecer más agradables a la vista de los demás. Uras es vasto y sus diferentes formas de vida tienen un número considerable, sin embargo, están todos sujetos al ritmo de KIGAL que establece la vida, la muerte y el renacimiento. Si una forma de vida primitiva emanada de la Fuente desea instalarse sobre Uras, nosotros no podemos detenerlos. El KIGAL de Uras es un lugar donde los cambios son regulares. Es un mundo de cambio y dualidad.
-Este mundo irá a la ruina si los planes de los Gina'abul no se revierten ahora. Ustedes mismos están en peligro!
- Sí, no lo ignoramos, Subatam (reflejo brillante). Nuestra función principal era mantener el Ki de Uras para los emisarios de la Fuente. Lo hemos hecho durante muchos Limamu (milenios). Ahora, un maestro del Ki fue designado para su cuidado. Nosotros nos alegramos que se trate de su hijo. Nada sucede por casualidad Subatam. Nuestros fundadores no han sido realmente expulsados de Ti-ama-te (el sistema solar), pero se han retirado temporalmente para permitir la dualidad tomar sus derechos en este mundo en el que los procesos evolutivos del alma predominan en gran medida. Sin embargo, los fundadores siempre vigilan! Nosotros nos remitimos a tu criterio y al de tu hijo Enki. Si ustedes piensan que es juicioso que nos presentemos a sus hermanos, entonces es con alegría que nosotros os dejamos hacerlo.
Mamitu se puso de acuerdo con los dos Namlú'u sobre la forma de proceder, y estos últimos desaparecieron de nuestra dimensión en nuestro saludo. Sé'et y yo fuimos sacudidos por este encuentro un tanto sobrenatural e instructivo.
Era conveniente que la entrevista con mis Kuku se hiciera en el lugar. Estábamos relativamente protegidos sobre Aria gracias a las numerosas bases Ama'argi ubicadas allí. Sin embargo, Nammu estaba pensando en otro lugar. Pero nosotros no lo sabíamos por el momento.
Aproveché ese momento de suspenso para finalmente preguntar a Mam sobre el origen de los famosos policías Urmah. Mam prosiguió sin vacilar: "Los Urmah son guerreros formidables. Forman la milicia principal de los Kadistu. Cuando las situaciones difíciles deben resolverse, los Urmah son generalmente designados para poner orden donde no lo hay más. Los consideramos como el ejército del cielo, a veces como los soldados de la última oportunidad. Pueden ser bastante feroces. Ellos no abandonan la lucha así el Consejo Superior Kadistu se los demande! Su casa original se encuentra en Sipazianna (Orion). Como ya te lo he dicho, varias colonias Gina 'Abul dirigidas por tres Eres (reinas) sobrevivientes de la Gran Guerra se asentaron cerca de los Urmah. Este es un caso excepcional, porque los Urmah son bastante independientes. Sin embargo, esta combinación ha dado sus frutos a través de la creación de una raza híbrida que es, al parecer, notable. Paralelamente, los Urmah hicieron lo mismo aquí con los reales Babbar, lo que resultó en los Imdugud. Cuando pueden, los Kadistu que evolucionan sin mucha dificultad en la frecuencia del Ki se enfocan en mezclarse con las especies que luchan por elevar su nivel de frecuencia. El gesto de los Urmah fue para reequilibrar la conciencia Gina "Abul mezclándose con ella. En este caso, la presencia de un pequeño grupo Urmah dentro de los Kadistu a cargo de la planificación de Uras permitió instaurar un entorno de seguridad mínima. Cada planificador fue capaz de hacer su contribución a la construcción de este parque natural. Los sukkal fueron los responsables de la inserción de los vertebrados ovíparos. Los Nim a la cabeza de Uh (insectos) son los diseñadores de diferentes artrópodos que se encuentran aquí. Los Abgal de Gagsisá (Sirius) se han ocupado de una gran parte de la fauna marina y, especialmente, la marcación de las Sim-Kusu (ballenas) y los Kig-Ku (delfines), cuya función principal era reequilibrar la tasa vibratoria del Ki que estaba extremadamente baja en una época en que los Kingu habían sobrecargado Uras de gigantescos Husmus (reptiles salvajes). Estos son los Urmah que tuvieron la desgarradora misión de la limpieza del planeta dirigiéndole un proyectil destructivo. Gracias a esta intervención, y, posteriormente, la introducción de las Sim-Kusu (ballenas) y los Kig-Ku (delfines), la frecuencia del Ki pudo aumentar considerablemente, dándole una tasa vibratoria muy especial. Después, algunos Gina 'abul como los Kingu rojos tuvieron problemas para mantenerse más de 5 Udh (días) completos en el Ki de Uras. Los Babbar y los Imdugud parecen, por el contrario, tolerar bien esta frecuencia. Son muchos Los Kadistu que han aportado su saber no sólo en la fabricación de los Namlu u, pero también de las diferentes variedades de Adán (animales). Tú todavía no has visto un Urmah con tus ojos. Como su nombre indica, su cara parece el de un Pirig (león). Su aspecto felino está relacionado al de los felinos que ellos introdujeron aquí. La frecuente Intimidad entre los Urmah y Ti-ama-te (el sistema solar) no comenzó hoy. No es sorprendente verlos rondando todavía alrededor de la zona luego de la retirada progresiva de los emisarios de la Fuente al parecer inevitable. Esto nos muestra que nosotros debemos seguir confiando, los Kadistu siempre tienen un ojo en este mundo... "
El viento se puso a soplar con violencia, cortando en seco la presentación de mi progenitora. Ella se agitó de una manera inusual. Miró el cielo detrás de mí, y luego cerró los ojos entreabriendo los párpados. Una lágrima comenzó a rodar por su mejilla mientras que un trance repentino se apoderó de ella. Odio esos momentos cuando Mam se transforma a pesar de sí misma en una profetisa. Cayó de rodillas y en voz alta predijo la inminente llegada de mi creador y sus asociados: " está ahí, él llega, el asesino de nuestra soberana. Su proyecto es terrible! Los vientos furiosos soplan con él. Ella declina como una estrella fugaz en la noche, ella, la fiel embajadora de la Fuente que soñaba con una tregua definitiva para todos los Gina'abul. A la sombra del patriarca se desliza una carnicería, el seductor de las Naciones. El Sipad (pastor) del rebaño cuya marcha es vacilante. Sus designios son siniestros. La multitud lo honra a ciegas con una sola voz. Se colma de sus problemas y de su trabajo de la tierra... y ella tumba el Ama (madre), se sumerge en las profundidades del océano. Nadie puede hacer nada... La oleada, la inundación... "

Me di cuenta de repente de que el vestido blanco de mi madre parecía tener un brillo dorado. El viento redobló la intensidad y nuestras ropas se agitaban bajo la violencia de la tempestad. Sé'et fue empujada contra mí, sacudida por el soplido. Nammu abrió los ojos brillantes devenidos azafrán como el sol y de repente exclamó: "Tienes que huir, tienes que correr. CORRAN MIS NIÑOS, CORRAN!! "
Me volví hacia el océano y vi un ardiente resplandor abrazando el horizonte. Sin pensarlo, le pedí a Sé'et que tome el control de nuestro Gigirlah. Tomé a nuestra madre por los brazos, pero ella estaba todavía en trance. Ella se resistía; Sin embargo, intenté jalarla dolorosamente hacia la nave. Uno de los dos Namlú'u reapareció y me ayudó a llevarla. Una vez Mam estuvo segura, desapareció de nuestra dimensión. Nuestra nave despegó.
Salimos de Aria a toda prisa. Nuestro Gigirlah se precipitó en la Seka (apertura), dejando atrás la amenaza inminente. Las naves Ama'argi vinieron a unirse a nosotros, sin duda aquellas que estaban estacionadas en el continente. Contra todo pronóstico, recibí un mensaje telepático de mi creador: "La victoria es total! Reencontrémonos lo antes posible mi hijo. Ansío volver a verte”. Su mensaje sonó en mis oídos como una orden. Empecé a temblar. An no había cambiado y su victoria sobre su enemigo no había pacificado su humor inestable.
Miré a Mam mientras Sé'et estaba en los comandos. Ella progresivamente recuperó el ánimo. Ella nunca recordaba sus visiones, pero vi en su rostro cansado que ella sabía que nuestra Reina había perecido en la batalla final y que su nave se estrelló en pleno mar. Ella me sonrió lo mejor que pudo. Sus Sagra estaban abiertos, yo sondeé la situación. Yo no quería rencontrar a mi creador en el Abzu, no fuera que luego pusiera presión sobre mí para establecerse allí con sus soldados. Era necesario preservar la esencia del Abzu como un lugar de imparcialidad. La estancia en el abismo de Uras no había sido concedida a los Kingu, no podía serlo para los Anunna de An.
MAM interceptó mi incertidumbre y me tomó la mano. "No vamos a cambiar en nada nuestro plan. Nosotros presentaremos a la especie Namlu u a tus Kuku, pero en Kankala (África). Nosotros no les daremos una opción, " me susurró ella.
Fue así que este episodio excepcional fue programado. A nuestro regreso en el Abzu, me puse en contacto con mi creador con la ayuda del Kinsag (telepatía). La cita se fijó para un rencuentro en tres Udh (días) en Sinsal, la reserva de bípedos de Kankala. Esta demora voluntaria era una manera de mostrar nuestro monopolio sobre Uras. An y los suyos tuvieron que aceptarla con amargura.
El día de la reunión, descubrimos que el mar había cubierto momentáneamente la punta norte de Kankala (África) debido al maremoto que causó la caída de la nave nodriza de Tiamata. Cuando Sinsal estuvo a la vista, hicimos frente a la imponente armada victoriosa situada debajo. Desde lo alto del cielo, los guerreros de mi creador parecían un enjambre de moscas. Los primeros reflejos velados del sol se enfrentaban a la barrera nubosa. Una calmante luz suave bañaba el altiplano, donde una gigantesca nube de polvo se levantó hasta el cielo. Me pareció por un momento que el sol finalmente pudo atravesar las nubes malditas. Los Anunna no habían perdido su sentido de la disciplina, a pesar de la fatiga y el hambre. Sus filas eran rectas y bien cerradas. Debían ser casi 300.000. Todos no debían estar allí. Una voz resonó en mi cabeza: "La puntualidad es de rigor para este tipo de asamblea!" Era el tono amargo de Ansar, el creador de mi padre.
Nuestras naves aterrizaron frente al ejército reunido. Nosotros no éramos muy numerosos. Mam, Sé'et, Zehuti y Dim'mege me acompañaban. Estábamos flanqueados por una centena de Nungal, nuestros cuarenta Anunna y de 400 Ama'argi. El estupor recorrió las filas de mis Kuku (ancestros) cuando las tropas descubrieron la fisonomía de los Nungal. La blancura de su piel provocó un problema sin precedentes. Una voz se elevó de los grupos militares " quedan Kingu aquí, matémosles!" Nammu se interpuso violentamente y gritó en voz alta:
- Vuestra presencia en Uras es un atropello que no se puede tolerar. Vosotros no sois bienvenidos! Nosotros no tenemos que justificar nuestros lazos con especies específicas en este lugar de intercambio.
Mis Kuku (ancestros) salieron de la masa. Todos estaban presentes: Lahamu, Lahmu, Ansar, Kisar y An. Ninmah y Enlil seguían la procesión. Me sorprendí al constatar que Enlil no había sufrido la misma transformación que los Nungal. ¿Fue la asociación de los genes de Nammu y de los míos lo que había anulado su transformación en derivar Imdugud? Todo esto era increíble!
- Tú no has perdido tu sentido del poder, todavía das órdenes como tu difunta maestra, lanzó Ansar. Es inútil ser celoso, tu diseñadora no está aquí para cubrirte, ustedes están de ahora en más sujetos a nuestros mandatos divinos!
Decenas de Anunna de aspecto noble siguieron de cerca a los Usumgal. La mayor parte de estos últimos superaban a los hijos de An por tres cabezas. Escruté al azar la mente de uno de los Anunna para averiguar cómo yo era considerado a sus ojos. Una confusión rompía los corazones de los soldados: yo era a la vez el hijo de An, el que tenía el poder de comandarlos, pero también un cobarde que había preferido refugiarse en las faldas de su madre para no participar en el combate con ellos...
Enlil hizo una señal a los guerreros. Un alboroto creciente se escuchó en la atmósfera asfixiante. Un cuerpo fue arrojado por el aire y cayó pesadamente a nuestros pies. Otros tres siguieron. Estos eran cadáveres de un Kingu con la piel verde, un Kingu-Babbar, una Amasutum y un guerrero Urmah. Por primera vez, hice frente a un Urmah. Su piel era dorada como el sol y su abundante cabello de un tono ocre acusado.
- Esto es lo que hacemos de nuestros adversarios, dijo Ansar. Esto no es más que un pálido reflejo de la sangre que fue derramada a torrentes a causa de Tiamata y sus aliados. Es Enlil, nuestro campeón, el que nos llevó a la victoria. A él pertenece el derecho de administrar este territorio. Ustedes no son más que un puñado. Súmense a nuestro lado o todos ustedes van a morir!
Ninmah avanzó ligeramente hacia adelante y tomó un aspecto vanidoso. Su rostro resplandecía con polvo de Kùsig (oro). "Enlil, mi querido, fue proclamado maestro del Mardukù por todo el Consejo Usumgal. Los Altos dignatarios Anunna también votaron. Por sí mismo desde ahora tiene el derecho de administrar a los Anunna de Duku. A este efecto, le hemos asignado el título de MARDUK. No queremos más derramamiento de sangre. Vuestro destino está en vuestras manos ", dijo ella.
En un momento, la incertidumbre apareció en nuestras filas. Después de interrogar con la mirada a Mam, Dim'mege se adelantó y dijo: "En tanto que soberana de las Amasutum de Uras, yo no me opongo a la llegada de los Gina 'Abul sobre este planeta, pero que piensan los principales afectados? " An se sonrió, "Si seres más evolucionados que estos ridículos Ugubi  (monos) existen  en este planeta, que se muestren o que tiemblen para siempre delante de nuestras fuerzas!"
La reina de las Ama'argi levantó los brazos al cielo. Vi que ella estaba sosteniendo el cristal de Nammu. En ese momento, cincuenta Namlú'u se integraron en el Ki, apareciendo bien en el medio de las filas Anunna, empujando a los soldados sin cuidado y en total quietud. Un momento de frío pánico invadió las columnas Anunna que separaban sistemáticamente a los seres altos como las montañas.
Mi devoto Nungal, Zehuti (Thoth), avanzó hacia las tropas que se habían retirado a toda prisa y se unió a los Namlú'u reagrupados. Él se dirigió hacia Enlil que apenas se había movido y le dijo:
- En tanto que primer Nungal y miembro Kadistu por completo, yo me permito señalarte la santa presencia de los responsables de este lugar. Estas son criaturas increíbles que combinan todas las cualidades de los emisarios de la Fuente. Tu que quieres hacerte pasar por el Satam (administrador territorial) de Uras, debes tener el acuerdo de los Namlú'u, en nombre de la fuente de la que todos venimos y en nombre de tu creador Sa'am-Enki, maestro de este lugar!

A estas palabras Zehuti (Thoth) se prosternó delante del grupo de Namlú'u. Todo nuestro grupo hizo lo mismo. Todos los Anunna fueron cautivados por este gesto y por la visión de estos seres semi-etéricos cuya estatura se elevaba muy alto por encima de sus cabezas. Su reacción me recordó la que habían tenido los Anunna de doble polaridad que habían llegado junto con nosotros sobre Uras. Los Usumgal no emitieron ninguna palabra ya que no había nada que decir. An estaba febril. Enlil lo miró por el rabillo del ojo. Constatando que la situación se le escapaba, él intervino riendo nerviosamente:
-¡Nunca! Nunca me arrodillaré delante de estas criaturas con las que no tengo ningún parentesco!
-Ni siquiera delante de tu creador Sa'am-Nudimmud-Enki a quien le debes la vida como todos tus hermanos Nungal aquí presentes?, le preguntó Zehuti.
-No tengo ningún origen común con usted y tus hermanos Nungal, respondió Enlil. ¿He cambiado como todos ustedes? Tengo yo la piel blanca de estos traidores Kingú-Babbar? No reconozco ninguna autoridad, excepto la de mis padres con los que he luchado en el cielo. El que ustedes llaman Enki es para mí Nudimmud. Como hijo de An, es sólo un hermano para mí - pero no mi ascendente!
An se acercó con aire burlón.
- Enlil, mi hijo, agradezcamos a Nudimmud que conquistó este lugar para nosotros. Sus designios eran nobles. Él fue capaz de integrarse a los diversos engendros que componen este mundo que nos es desconocido. La información que él ha debido compilar y los conocimientos de su compañera Nammu nos serán de gran ayuda. Mamitu-Nammu, que todo el mundo sepa ahora que ella es también la progenitora de mis hijos, ella también, una visión apreciable de Uras.
Sin embargo, este lugar estaba bajo la influencia oculta de los Kingu en donde nos encontramos maestro, a pesar de la custodia de Nammu. Por su parte, Sa'am en su lugar resistió y su acto ilumina nuestros espíritus. Ningún Kingu parece haberse establecido aquí. Démosle gracias como han hecho ellos en denominarlo, nosotros también, ENKI. Es un nombre que suena bien a nuestros oídos. El señor del Ki es nuestro tutor que garantizará el desarrollo de la colonia que se establecerá en este planeta. Él tendrá que demostrar la determinación y el ingenio que testificó a nosotros en Dukù proporcionando una supervivencia preciosa a los Anunna. Todos estamos de acuerdo: no vamos a privar a Nudimmud de sus derechos. Dejamos la gestión completa de sus tierras, pero vamos a tener mucho que hacer con su Abzu y todos lo otros que abundan en Ti-ama-te (el sistema solar). Por esta razón y en reconocimiento a su valentía, el Gran Consejo Usumgal decidió que Enlil será el Satam (el administrador) en jefe de todas las explotaciones Anunna. Enlil y Enki trabajarán juntos para la supervivencia de nuestra colonia. Ninmah va a quedarse aquí junto con su Nitahlam (amante). Nuestros hijos se beneficiarán de su perfecto conocimiento. En cuanto a nosotros, vamos a completar la limpieza de Ti-ama-te (el sistema solar) de nuestros enemigos. Cuando hayamos completado nuestra misión, algunos volverán a Udu'idimsa con el Consejo Superior y otro se unirán a la colonia de Enlil aquí.
Me quedé sorprendido por el anuncio de mi Creador y la reacción de mi Alagni (clon). Por desgracia, nunca habían tenido el ingenio, o insolencia que a veces emanaba de mis Kuku (ancestros) y de Enlil. Sé'et no se detuvo allí; incluso antes de que reanudara mis espíritus, ella inmediatamente añadió:

-¡Qué manera divertida de manifestar vuestra gratitud a vuestro descendiente más cercano. El Consejo Usumgal ha perdido la razón? Conozco bien a Enlil y yo ya expresé mi sentimiento a su respecto en el último Consejo sobre el Duku. No es digno de confianza! Ansar había manifestado su desacuerdo conmigo en su intento de eliminarme ante toda la Asamblea. Mis sentimientos no han cambiado hasta el momento, yo no estoy de acuerdo de ninguna manera con esta decisión totalitaria! !
-Sí, yo te reconozco, eres Sé'et, la Santana en Jefe de las plantaciones  en la ciudad de Adhal sobre el Duku, le replicó mi creador, la que maneja el tridente con habilidad. Estoy feliz de verte sana y salva. Es tu derecho no aceptar la decisión del Consejo Superior. Sin embargo, no podemos tolerar tal diferencia de juicio. El Alto Consejo no quiere correr el riesgo de ver la anarquía tomar nuestras filas. Así que les pido a los siete miembros del Consejo, del cual formo parte, que sean tan amables de votar en el acto sobre el exilio de la denominada Sé'et sobre Mulge (el astro negro), el planeta de los rebeldes.
An se volvió a la Asamblea levantando su brazo y contó los votos de los otros miembros. Todos levantaron la mano uno por uno: Lahamu, Lahmu, Ansar, Kisar y Ninmah, esta última habiendo tomado el lugar de Tiamata en el seno del Consejo Usumgal. An se volvió hacia mí.
- Nos falta la voz del sucesor de Abzu-Abba, me demandó mi creador. Pero yo creo que te opondrás a votar como nosotros. Poco importa, seis votos contra uno, las cuentas están hechas!
An hizo Un gesto a sus soldados de agarrar a mi hermana. Mamitu trató de intervenir, pero mi creador hizo un gesto que la detuvo en seco. Finalmente pude intervenir. Mi voz descarriló de una manera inesperada:
-Ustedes No pueden exiliar a mi hermana en Mulge (el astro negro). Ella se encontraría en gran peligro. Mulge y su satélite forman parte de vuestros objetivos militares...
-Por lo tanto, esta Nindigir (sacerdotisa) es la hija de Nammu; Razón de más para alejarse de Uras y de su colonia, lanzó An. Explica este extraño comportamiento, mi hijo.
- No, hay una razón -dijo Ansar. Nosotros la llevaremos a Udu'idimsa (Marte). Ella Será mucho más útil en nuestras manos que entre las de nuestros enemigos Kadistu...
Ansar comenzó a escudriñar con los ojos a Sé'et. Yo tenía un verdadero sentido de repugnancia, sentí que su proyecto era trastornado. Mi creador dudó un instante y asintió. Mi hermana fue a parar a manos de los soldados en un instante. Apenas tuvo tiempo para mirarme de manera insistente que ella ya había desaparecido entre las columnas Anunna ante nuestras miradas desarmadas. Ella Fue claramente dirigida a un Gigirlah. Mi otra hermana se adelantó e hizo valer sus derechos:
-Yo soy Dim'mege, soberana de las Ama'argi que viven en el corazón del Abzu. Mi ejército es fuerte y nunca ha hecho un pacto con los Kingu. Reclamo mi parte del negocio. Me gustaría, también, tomar parte en el contrato de distribución de las riquezas de Uras.
-Es tu derecho, replicó mi creador. Pero para eso, tu debes observar las formalidades con Enki, el diseñador del Mardukù, quien tiene a cargo la correcta aplicación de este texto que comparte ahora con Satam (el administrador) de las tierras sobre las que se desplegarán los Anunna. Tus Nindigir (sacerdotisas) y tú forman parte del antiguo Uga-Mus (Pueblo de la Serpiente). Como tal, las Ama'argi están obligadas a trabajar para la supervivencia de nuestros soldados...!
Dim'mege murmuró algo incomprensible, pero nadie le prestó atención. Ninmah se deslizó rápidamente cerca de mi creador y le susurró unas palabras. An levantó la cabeza y miró a los Namlú'u que se quedaron de brazos cruzados ante todo el alboroto. Mi creador no estaba muy cómodo, como si un trastorno aún hubiera poseído a sus soldados. Alzó la voz para hablar con los seres de luz:
- Lamento el espectáculo al que han asistido. Parece que ustedes son pacíficos. No tenemos ninguna objeción hacia ustedes. Vamos a trabajar en Ki y no se le hará ningún daño.
Los Namlú'u tomaron un tono rojizo que reflejó el ambiente general del lugar. Uno de ellos habló, y su rostro se transformó en el de mi Creador. El asombro fue general:
- Nosotros no nos reconocemos en sus acciones. Vuestras palabras reflejan el mal que los aqueja. Ustedes parecen estar perdidos en el seno de un desequilibrio continuo de la expresión de la Fuente. Esto les da una falsa visión del mundo que les rodea y los aleja de la paz interior. Puedan los emisarios de la Fuente que trabajan en su grupo llevarles la verdadera sabiduría. No se equivoquen de adversario! Los Opuestos siempre se atraen, no es una fatalidad. Tómense el tiempo para escuchar lo que se tienen que decir. Algunos manifiestan directamente su influencia, otros de una manera indirecta. Vean las acciones y tal vez incluso soporten el hecho de guiar vuestro linaje hacia la razón. El trabajo deberá venir de ustedes. Nadie lo hará en vuestro lugar. Ha llegado la hora de que nos alejemos progresivamente de esta densidad que está en gran peligro.
- Ustedes no pueden hacer eso, "dijo mi progenitora. No han sido creados para irse como los últimos Kadistu que trabajaron aquí, los necesito! USTEDES NO HAN SIDO PROGRAMADOS PARA ESTO!
- La emoción te gana, Subatam (brillante guardiana). Nosotros no Hemos sido del todo programados a diferencia de sus propias creaciones. Pareces olvidar a veces, pero esto se justifica por el hecho de que las hembras de Gílimanna (Bestiario Celestial) no participaron en nuestra concepción. Nosotros Somos meros conductos conectados a la Fuente. No tenemos ninguna obligación concreta, excepto el de que la luz se propague. Nuestros diseñadores han dejado esta densidad para permitirles experimentar sus ideologías. Esta búsqueda que guía sus corazones ha durado por varios Limamu (milenios). La llegada de todos estos soldados forma parte de la fase final de la obra de Gílimanna (Bestiario Celestial) en Ti-ama-te (el sistema solar). Esta fase tomará el tiempo que se tardará en realizarse plenamente - ¿Pero ella llevará al Gílimanna a un callejón sin salida si persiste por este camino. Quedarse con el Gílimanna mientras que ponen en marcha la fase más dolorosa de su proyecto destructivo, equivaldría a un suicidio para todos nosotros. Subatam (brillante guardiana), guarda tu energía para ayudar a los tuyos. Usted no nos necesita para finalizar el trabajo de su vida. Os dejamos, por ahora, pueda la razón ganar para que nunca corran el riesgo de perderse en el tormento eterno...
Oí un  "buen viaje" elevarse del grupo de mis Kuku (ancestros). Los Namlú'u desaparecieron de nuestra realidad empujando algunos Anunna. ¿Era esto un "adiós" o simplemente un "hasta luego"?
Un desorden creciente ganó a los Alagni (clones) de mi creador y de Ninmah. Recorrí las mentes de los soldados. Una ansiedad general se hizo mientras resonaba un murmullo. Los Anunna pensaban  encontrar en Uras un lugar idílico, un oasis de descanso donde pudieran comer y volver a la lucha. Ellos no esperaban encontrar aquí una forma de vida más avanzada que la propia. La visión de los Namlú'u y los designios de estos revelaron una existencia totalmente diferente. A pesar de la desaparición de los seres de luz, el clamor estalló en las columnas. Una cierta desorganización ganó las tropas, que se retiraron a sus Gigirlah y regresaron al cielo. An estaba desamparado.
Mis Kuku Ninmah y Enlil estaban furiosos. Nosotros Regresamos a nuestras diferentes naves. Zehuti se había preparado para viajar con Nammu y yo, pero mi progenitora le indicó con un gesto brusco de embarcarse en otra nave celeste.
Me deslicé dentro de la Gigirlah con los reflejos brillantes. Una vez instalado, tomé mi cabeza entre mis manos para despertar de esta pesadilla. Mam se deslizó rápidamente a mi lado, retiró las manos de mi cara y me abofeteó varias veces. Ella nunca había hecho esto antes: "Yo que creía que tenías la virtud de un Kiristi, me dijo, estaba equivocada! Dejas que tu hermana se aleje de ti. Ella no ha dejado de trabajar a tu lado sin que tú te des cuenta. Ella estaba con usted y yo al crear a los Nungal. Es ella la que te dio su Uzug (menstruación) durante la prueba de fuego del As. Tu no lo sabes sin duda, pero Seet te cubrió cuando tú te ocultas en las plantaciones en Duku escapar el rito de entronización. Ella ha celebrado a tu lado el oficio sagrado que te asoció con el eterno femenino. Cuando se enteró, como yo, que yo era tu progenitora, y que ella percibió que tu relación conmigo sería breve, ella vino a mí y me preguntó por el derecho de santificarte como su Nitahlam (amante). Yo Me he negado, porque ella no estaba lista todavía. A pesar de este rechazo temporal, ella te ha dado su mirada de vida sin mi conocimiento. Sin duda tu has encontrado banal que una Nindigir de esta clase ofrezca su Uzug (menstruación) fuera de un rito de iniciación? ! pobre Incrédulo !!! Esto que Sé'et ha hecho no debe ser tomado a la ligera. Ella está ligada a ti de por vida. Ahora que ella ya no está allí, yo no puedo garantizar tu seguridad. La densidad del Ki Urasiano (terrestre) es un traidora para los machos de nuestra especie cuyo linaje proviene de Urbar'ra (la constelación de Lyra) ... ¿Tu Estás afiliado con Urbar'ra por tu creador y tu terminarás por experimentar amargamente esta realidad si Sé'et no regresa pronto a ti ... Es hora de que tu crezcas mi hijo! "

Mi progenitora tenía este tipo de tono moralizante que me exasperaba profundamente y me bloqueaba sistemáticamente! Mam no parecía saber nada acerca de los lazos que me unían a Sé'et. Damkina (Nammu) sabía que la boca de satén de Sé'et había muchas veces devorado la mía y su lengua había lamido mi cara varias veces? ¿Sabía ella que Sé'et y yo habíamos jugado juegos eróticos de lo más imaginativos con el fin de satisfacer nuestras pulsiones, evitando ir demasiado lejos para no traicionar su confianza?

¿Cuántas veces tuve yo que fingir no ver la Gala (vagina) de Sé'et humedecerse para recibir mi palo de vida? ¿Cuántas veces mi prometida levantó sus telas ondulantes, empapada de sudor, y ella me permitió beber en secreto directamente de la fuente? La mirada brillante y cómplice de Sé'et me hacía cada vez considerar que ésta era la recompensa por mi abstinencia. Nos estrechamos fuerte durante Danna (horas) enteras. Sé'et y yo siempre habíamos tenido el sentimiento de formar uno. Mi prometida me faltaba ya cruelmente...

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