"Todos se volvieron cuando se puso de pie para litigar. Ella [Ninmah] habló de una manera rebelde - habló con fuerza: "Con esta instalación vendrá la prosperidad; un reservorio cerrado - una trampa de agua - deberá ser establecido. La buena tierra está llena de agua y debido a esta agua, la comida será abundante. Este Edén perfecto lleno de agua deberá ser irrigado por un arroyo en cascada... Ninkharsag [Ninmah] habló, Ella habló de la construcción de una casa luminosa en lo alto sobre la roca. Anu [An] estaba fuertemente opuesto... Dos grandes copas de buen vino se vertieron por ella - y fue ordenado que se le trajera la comida que ella amaba. La Dama Serpiente había hablado a través de las lágrimas... Habló de la bodega; habló de la casa y de su jardín, de la conveniencia de su casa ubicada en las alturas. Habló de los recintos irrigados - de la Construcción de caminos - de la construcción de una maternidad para las madres - su emplazamiento elevado. Ella habló de crear un huerto regado - con grandes árboles; - ella habló de examinar el suelo para la comida. Habló de la colonia soleada y regada; la colonia soleada cultivada y de su futuro... Anu habló de la Madre - la Dama brillante - nuestra leal reina. Él Dijo que no quería conversar de su mente brillante o su sabia bondad. Él quería hablar de la mujer que había de tal manera aumentado la producción por el riego elevado a partir de los ríos divididos; la dirigente que había aumentado la cosecha de vegetales - nuestra reina que había triplicado la producción de frutos. La decisión del Gran Consejo fue instalarse en el pequeño templo erigido y construir la gran presa rebosante de agua ... En Kharsag [o Harsag], donde se reunieron el cielo y la tierra, la Asamblea celestial, los grandes hijos de Anu descendieron
- Los numerosos "seres sabios" ... Los Anunna, los grandes señores, todavía no habían llegado - los granos Shesh de treinta días no existían todavía - los granos Shesh de cincuenta días no existían tampoco ... La humanidad reptaba en sus moradas en cuatro patas; comía hierba con su boca como las ovejas; bebía agua de lluvia de los arroyos ... En ese momento, el Señor Enki le habló al Señor Enlil. El padre Enlil encargó al Señor del almacén de construir esta espléndida casa rodeada [...] la morada espléndida - la morada clara - el lugar con el agua de lo alto [...] En ese momento, el Señor Enki le habló al Señor Enlil [...] El Señor Enki y el Señor Enlil conversaron animadamente ....
Las Tablillas sumerias de Kharsag (Harsag) extractos
de las tabletas 1 y 2 datadas del tercer milenio antes de Cristo.
Traducción de Christian O'Brien
en "El genio de los pocos"
2K Gírkù-Tila Nudimmud / Dili-ME-Imin
Después de haber celebrado la ratificación del proyecto de Ninmah, el Consejo Superior despejó el lugar y dejó nuestro Abzu. Yo pasé las Danna (horas) siguientes conversando con Mam y Dim'mege. La discusión fue tumultuosa. Mi madre y mi hermana me hicieron entender que yo no debía nunca esperar nada de mis Kuku (ancestros) y que tenía que ser más combativo!
Mi progenitora aprovechó este momento para transmitir a su hija el contenido del Mardukù. Dim'mege estaba fuera de sí. Conocer sobre las ordenanzas de este texto no le complacía. Ella se enojó contra nosotros dos. Nosotros le explicamos que nunca habíamos imaginado que los Usumgal y Anunna - para los que el texto fue redactado - aterrizarían un día en Ti-ama-te (el sistema solar). Dim'mege cuentó que el Consejo de Amasutum de Nalulkára no había sido alertado de la aprobación de tal Didabbasar (texto de leyes). Al querer dominar y controlar todo, las Amasutum de Ti-ama-te, que en un principio no tenían ninguna relación con los Anunna, se veían ahora obligadas a trabajar para los miembros del Consejo Superior, exiliados aquí abajo.
Después de nuestra discusión, yo quería pasar unas pocas Danna (horas) cerca de Mamitu. Pero ella me hizo observar que era hora de que me entregara más regularmente a la vía mística, donde la práctica ayuda a aumentar la energía sexual a través de la meditación. Su observación estaba llena de significado, por ahora, yo no tendría encuentros sexuales con ella! "El camino místico es el que te va a enseñar a dominar tus emociones, mi hijo. Tu tendrás gran necesidad de ello cuando estés en la montaña con Ninmah y Enlil ", dijo ella con cariño. Ella Añadió que yo estaba ahora vinculado a Sé'et y que nada ni nadie iba a perturbar esta verdad!
Traté de dormir un poco, pero mi descanso fue agitado esa noche; Yo tenía una cita con Ninmah y Enlil por la mañana. Algunos Danna (horas) después, despertarse fue difícil. Yo pedí un Maga'an (nave de carga) y puse allí un Albarzil (perforadora mecánica) y los víveres del Abzu. Acompañado de ocho Ama'argi, yo tenía también como objetivo liberar a mi fiel Nungal Zehuti (Thoth) de su yugo.
Dejé el aire perfumado y los aromas suaves de Salim. Nuestra nave nos llevó al mundo exterior; la extensión desértica se extendía hasta que se perdía de vista. Vimos grupos de Ukubi (género Homo) acampar en las orillas de los pocos cuerpos de agua disponible. Finalmente, las tierras áridas del Edin estaban a la vista. Bajamos hacia el sur y las montañas, al pie de las cuales habían iniciado los trabajos tres Iti (meses) antes. Un espeso humo se elevaba del lugar donde se realizaba la labor. Los Miminu ("grises") armados patrullaban el área de trabajo.
Mis Alagni (clones) estaban cubiertos de polvo y de sudor. Puse mi mano en mi estómago como el espectáculo me molestó. Con un gesto, el Albarzil fue aterrizado con estrépito. Los Nungal se dieron cuenta en ese momento que la llegada de este dispositivo podría cambiar la forma en que trabajaban.
La ración de alimentos fue descargada a su vez por nuestras hembras. Yo me puse a buscar a Zehuti (Thoth) en la amplia zanja. Los Nungal me reconocieron sin dificultad. Ellos invocaron mis diferentes nombres y me rogaron que no les olvide. Me sentía incómodo. ¿Qué más podía hacer? Yo no había estado muy presente hasta el momento, pero las cosas iban a cambiar pronto. El aire estaba caliente por el trabajo. El mundo de repente se puso a temblar sobre sus cimientos; el Albarzil fue puesto en marcha y perforó el suelo con un ruido ensordecedor.
Después de una ardua búsqueda, encontré a Zehuti, con la espalda doblada por el esfuerzo y la cara llena de arena. Me metí en la fosa y lo miré fijamente, "El trabajo está terminado para ti, amigo mío", le dije. Él me dio una sonrisa torcida y balbuceó algunas palabras antes de saltar a mis brazos. Zehuti estaba completamente agotado. Yo lo saqué dolorosamente de la zanja. vi a los míos mirarme con insistencia. Todos estaban destrozados por la tarea. Yo hubiera querido arrancarlos a ellos también de esta pesadilla... Decreté un día completo de descanso sin pedir el consentimiento al Satam (el administrador). Les prometí venir más a menudo y les mostré, justo en frente, la montaña del Dukug donde yo iba desde ahora a trabajar en nombre del Consejo Superior de Anduruna. Los Miminu ("gris") cedieron al pánico cuando los trabajo se detuvieron súbitamente. Ellos vieron a mi encuentro para pedirme una explicación. Yo les respondí que vayan a lamentarse al Satam Enlil!
Las hembras, Zehuti y yo salimos de la Edin (planicie) a bordo de nuestra nave de carga y retornamos al Abzu. Zehuti estaba agotado, sus ojos se posaban en el vacío. Yo no Le dije ni una palabra ya que no había nada que añadir. A nuestra llegada a la capital, me instalé en la cámara de Sé'et. Este lugar de tranquilidad no iba a servirme más que por un tiempo, mis responsabilidades cerca de Ninmah y Enlil me obligaban a trasladarme a la Dukug ("montaña sagrada"). Le rogué a Zehuti para que descansara y le pedí que administrara mi dominio con mi madre y mi hermana durante mi ausencia.
Retomé Luego la dirección del mundo exterior a bordo de un Gigirlah. Ninmah y Enlil me esperaban al pie del Dukug ("montículo sagrado"). Teníamos que encontrar el sitio y hacer un balance de los trabajos. Enlil parecía irritado, su compañera estaba sonriendo. Frente a nosotros, en Edin, la nube de polvo que indicaba el progreso normal de los trabajos no se elevaba por el cielo. Enlil me hizo el Comentario de solicitarle, en el futuro cuando yo tomara tales decisiones. Una expresión de omnipotencia se leía en su mirada. Ninmah le cortó con un tono ampliamente burlón. Ella le hizo la reflexión de que los Nungal no eran Adam (animales) y que necesitaban un descanso como todos nosotros. Enlil parecía más dócil cuando estaba cerca de su compañera...
Nosotros nos elevamos a bordo de su avión e hicimos una inspección desde las alturas. Las copas de los cedros tocaron nuestro disco volador. Ninmah quería que la ciudad estuviera situada en las orillas de uno de los muchos ríos, lo que simplificaba nuestra búsqueda. Cuando encontramos el sitio ideal, nos pusimos de acuerdo sobre la forma de proceder. Yo iba a ocuparme de la supervisión de las obras y Enlil de la administración social de la colonia.
Al día siguiente, yo reagrupé a la mayor parte de mis Anunna de doble polaridad y el máximo de especímenes de la misma naturaleza junto con las tropas de mi creador. Teníamos que asegurar los servicios de trabajadores diligentes. No poseíamos más que herramientas rudimentarias, aquellas que dispone un exiliado cuando uno va a parar a una isla salvaje y desconocida. Apenas habíamos sido asistidos por la tecnología Ama'argi.
El proceso de construcción fue decidido por Ninmah. Kharsag debía ser fabricado con estructuras de madera, fundamentalmente en cedro y con postes verticales. Ninmah estaba impaciente. Tallar la piedra a mano habría tomado un tiempo considerable, sólo el uso de la madera disponible en estos bosques permitiría cumplir con los plazos que ella se había fijado. Mam conocía el saber Abgal de la fundición de la piedra, pero yo me abstuve de hablar por la simple razón de que mi progenitora había sido totalmente expulsada de la sociedad Gina'abul.
Ninmah estaba preocupada. Era crucial que ella satisfaciera a An de manera absoluta. Nosotros talámos muchos árboles para despejar la zona habitable al máximo. Los Anunna de doble Polaridad llevaron a cabo un trabajo notable.
Mientras que los troncos de los árboles eran apilados progresivamente, me di cuenta de que los planes de Ninmah no preveían ninguna estructura que protegiera la madera exterior de la intemperie. Si bien era importante construir lo más rápido posible, estaba fuera de cuestión tener que reconstruir los hogares cada 5 Muanna (años). Así que concebí el desarrollo de un sistema de ventilación de vacío en cobre alrededor de las paredes que estaban expuestas directamente al viento y la lluvia. Yo hice venir el metal precioso desde el Abzu. Nosotros íbamos a necesitarlo también para los techos.
Para los edificios más importantes, como la morada de Enlil y el almacén principal donde nosotros íbamos a almacenar las cosechas de la colonia, yo preví muros de piedra. Hice trasladar las piedras talladas del mundo subterráneo junto con el cobre. Las Ama'argi poseían grandes cantidades en reserva.
Mis actividades en el Dukug ("montículo sagrado") me animaron a explorar las montañas de forma rigurosa. Yo fui confrontado con diferentes especímenes Ukubi (género Homo). Enlil estaba por eliminar sistemáticamente a todos los individuos que merodearan muy cerca de los edificios. Ninmah y yo habíamos logrado disuadirlo, argumentando que eran completamente inofensivos - hecho que yo no podía certificar formalmente. Algunos registros escondidos en mi Gírkù mostraron varias tribus de Ukubi-Adam (Homo erectus), con armas de madera en la mano, listos para luchar contra los Kingu rojos. Las Ama'argi tenían una tal aversión al encuentro de los Kingu comedores de carne que habían dado la facultad a algunos de ellos para defenderse. Los que vagaban por las montañas parecían totalmente pacíficos.
Cuando los trabajos comenzaron en el Dukug, Ninmah había regresado una vez más a Udu'idimsa (Marte) por dos Iti (meses). Enlil se había quedado conmigo y pasaba su tiempo comprobando el estado de las labores y viendo todos mis movimientos. Sin embargo, su pasatiempo favorito consistía en vigilar, con la ayuda de una lente de aumento, el avance de los trabajos en Edin. Cuando yo estaba con mis Nungal, podía estar seguro de que el Satam (administrador territorial) nos espiaba con obstinación ...
Un día, mientras yo estaba trabajando en el sistema de riego que abastecería nuestra ciudad y su agua de cultivo, Enlil vino a mí y me señaló que él venía de recalcular la ruta del río que estábamos cavando debajo. La evaluación inicial parecía errónea, porque este río único no parecía capaz de abastecer de agua a todos los Diranna (puertas estelares) dispersos en toda la longitud de la Edin. "Si nosotros respetamos lo que estaba previsto, el río debería obligatoriamente seguir un trayecto sinuoso, demasiado enredado para que el flujo se haga bien. No nos hace falta un río, Enki, sino dos! me dijo.
Yo lo había relevado, pero me había abstenido de señalarlo por temor de ver el trabajo en Edin duplicarse súbitamente. Hice la observación a Enlil que podíamos muy bien no proporcionar ciudades a cada Diranna (puerta estelar). Él no era de la misma opinión y el tono subió rápidamente. Esto derivó como resultado en que sólo el Consejo Superior podría resolverlo y que tendríamos que esperar a la próxima sesión. Era inútil insistir más, porque yo esperaba a que este proyecto de los dos ríos fuera concedido a Enlil. "Hasta entonces, el trabajo puede proseguirse en Edin (la planicie), en vista de que la primera Diranna se encuentra todavía cerca de 3 hUs (32,4 km) de distancia", agregó Enlil. Recordé los consejos de Mamitu antes de mi partida hacia el Dukug ("montículo sagrado"). "Pon Namkiagna (amor) en todo lo que tu emprendas, mi hijo, y verás que Namkiagna volverá a ti inexorablemente!" Sin duda ella tenía razón. Sus doctrinas provenientes de Gagsisá (Sirius) me parecían familiares - pero a veces tan difíciles de aplicar.
Yo me sumergí en la tarea de disipar mis dudas, para olvidar los dolores que me golpeaban en la espalda y los hombros. Los Anunna de doble polaridad son trabajadores por naturaleza, y Kharsag se levantó progresivamente. Estos últimos me denominaron Sidimgal (maestro albañil). Otro título absurdo! Sin embargo, sus múltiples consideraciones eran bienvenidas, porque alejaban de mi mente el hecho de que Enlil estaba con frecuencia sobre mi espalda.
Cuando mi empleo del tiempo me lo permitía, a veces me iba de Kharsag para un pequeño chapuzón en el mar del Este. El elemento líquido es vital para mí y para toda la familia de mi madre. Sé'et me dijo varias veces que el agua ocupaba una gran parte de los diferentes mundos de Gagsisá (Sirius). Nuestras manos palmeadas revelaban nuestra afiliación con nuestros hermanos Abgal.
A menudo inspeccionaba el cielo y sus nubes. ¿Dónde estaban los Kingu (reales)? No todos estaban ocultos bajo tierra, sólo unos pocos desertores habían solicitado asilo! Los Otros, a saber los líderes, debían sin duda espiarnos. ¿Por qué no intervinieron ellos y dejaron que extranjeros se establecieran en su territorio de caza? Uno de los registros de Mam me había enseñado que tenían el hábito de utilizar las Diranna (puertas estelares) de Edin. Le hicieron oídos sordos sobre este tema a fin de no irritar al gran Satam.
Los últimos rayos del astro de vida hicieron brillar a Kharsag con un color ocre. La base del aire devino súbitamente fresca. Las antorchas de Resinas fueron encendidas una a una a lo largo de las murallas de la ciudad. La luz del día comenzó a declinar y la oscuridad cubrió gradualmente la gran Edin (planicie). Algunos fuegos se encendieron a continuación; los Nungal estaban a punto de comer después de un duro día de trabajo.
Mis ojos miraban de nuevo a Kharsag. Hice un inventario de los trabajos a realizar de forma rápida. Los más importantes eran el gran depósito de alimentos a completar, el laboratorio de las Ninti ("sacerdotisas de la vida"), los canales de riego y el gran reservorio de agua a desarrollarse. Había Todavía mucho que hacer para que fuera completamente funcional el Edén de Ninmah.
CAPITULO 6 EL DESTINO DE LOS Nungal Y DE Sa'am-Enki
"Cuando los dioses tenían la tarea del hombre, soportaron la carga y realizaron el trabajo, el fastidio de los dioses era grande, el trabajo era pesado, la angustia era inmensa. Los grandes Anunnaki impusieron a los Igigi (Nungal en sumerio) una tarea séptuple... Según lo acordado, los grandes dioses habían tirado a suerte sus partes: Anu se unió a los cielos, Enlil había tomado la tierra por dominio y los mares, encerrados como por una barrera, habían sido dados a Enki, el príncipe. Cuando Anu se hubo remontado al cielo, los dioses del Apsu (Abzu) descendieron; los Anunnaki celestiales impusieron a los Igigi las obligaciones. Estos dioses comenzaron a cavar ríos, a abrir los canales... De esta manera, ellos cavaron el río Tigris y también el Éufrates. "
Poema babilónico Atrahasis, líneas extraídas 1 a 26
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Gírkù-Tila Nudimmud / Dili-ME-AS
Mi creador reagrupó sus tropas de alguna manera. Una gran parte de sus soldados había descendido a la noche para participar de la ceremonia de despedida dedicada a los hijos de Ninmakh y Enlil, que murieron en combate varios Iti (meses) antes.
En Uras, como en el resto de nuestras colonias, solíamos contar las Danna (horas) de la misma manera que sobre nuestro planeta Nalulkára en Anduruna, en el sistema estelar de los Gina'abul en Margid'da (la Osa Mayor). Nosotros adaptamos en consecuencia nuestra forma de calcular el tiempo, incluso si las diferencias de tiempo eran a veces muy diferentes en comparación con nuestro planeta madre. El Danna (que corresponde a una doble hora en Uras hoy) siempre ha tenido el mismo valor para todos nuestros diferentes calendarios. El número de Danna es variable según la longitud de cada Udh (día), los ITI (meses) que forman una Muanna (año) se establecen en función de nuestra invariable Danna. Esto nos ha constantemente dado diferentes calendarios de una colonia a otra y según nuestros diferentes planetas. Decir con precisión en qué momento Mas, el hijo fallecido, había muerto me hubiera sido difícil, pero esto parecía bastante reciente.
El cuerpo de Mas No se había encontrado, lo que intensificó el ritual. La celebración fue pesada y grandilocuente. Ninguno de los míos había querido asistir, sin embargo, todos aquellos que designé estaban presentes. Al final de la ceremonia, compuesta por múltiples alabanzas y lamentos, una gran hoguera fue encendida para quemar un cuerpo de madera que encarnaba el fallecido. Enlil se había vestido y Ninmah había vertido sobre él los aromas delicados. Nosotros Siempre teníamos la costumbre de quemar los cuerpos de los nuestros. Los Anunna, fieles a los Usumgal, se codeaban por primera vez con mis Nungal. Algo no estaba sucediendo!
Después del ritual, An y Ansar vinieron a mí y se las ingeniaron para mantenerme lejos. El debate se centró en la aplicación del Mardukù. Ellos revindicaron el Decreto 40 que mencionaba que yo tenía todos los derechos en cuanto a la aplicación práctica del Mardukù. Era para mí, y para mí solo el implementarlo, hecho que sabía pertinentemente. Era importante que yo pudiera trabajar con Enlil, ahora maestro y administrador del Mardukù, siendo yo mismo el jefe Ejecutivo... An y su creador querían asegurarse de mi buena voluntad. Ansar abogó por encontrar un amplio lugar donde pudieran instalarse todos los soldados Anunna tras los últimos enfrentamientos, un lugar donde se encontraran varias puertas estelares que garanticen a los Gina'abul los desplazamientos encubiertos. Pensé que por supuesto en la gran Edin (planicie) en el medio de la que había establecido mi pequeña estación Nunkiga (Eridu). Ella concentraba por si sola más de veinte Diranna (puertas estelares). Yo les dije a mis Kuku (ancestros) que yo creía haber encontrado el lugar. Ellos Estaban encantados.
A la mañana siguiente, Ansar había regresado con sus tropas y yo llevé a An y Enlil al Edin. Nosotros nos posamos en Nunkiga, mi estación agrícola establecida en el medio del desierto. Quince Nungal se encontraban allí, y estaban trabajando a tiempo completo. Sacamos agua a través de un pozo cavado profundamente en el suelo. Era la única manera que disponíamos para irrigar nuestras plantaciones. Por contra, tuvimos que importar un cargamento de agua potable de las montañas al sur del Edin.
Enlil me hizo el comentario desagradable de que era un redil y no una estación de comando. En su inspección minuciosa de los locales, él se había perdido en las plantaciones de Sé'et en las que incursionó por error. Las plantas medicinales no parecían preocuparle demasiado. Lo invité a ver a sus pies y seguir el pequeño camino bordeado de piedras.
Yo les Señalé en un mapa bastante rudimentario la ubicación de los distintos Diranna (puertas estelares) que había identificado. Ellos Quedaron impresionados, y el lugar parecía convenirles. An me llevó al borde de la estación para anunciarme sus intenciones:
- Este lugar está conforme a nuestras expectativas mi hijo. Una vez que hayamos perforado esta maldita capa de nubes, les recordará a nuestros hijos el Duku. Hay una sola cosa que me preocupa: el agua! Nuestra colonia no podrá sobrevivir aquí sin agua. Obtener agua turbia de los pozos no es una solución e importar el agua de las montañas es muy restrictivo. Vamos a necesitar mucha agua para hacer fértil toda esta tierra reseca. Los Anunna necesitarán un cierto confort. Vamos a considerar la excavación de un río y de arroyos que fluirán a lo largo de esta Edin (planicie) y de sus Diranna (puertas estelares) cerca de las cuales vamos a construir estaciones o ciudades.
El proyecto era ambicioso y la tarea ardua. ¿Cómo íbamos a proceder y por encima de todo, quién sería capaz de producir una obra así? Le di vueltas al problema en mi cabeza, mi creador estaba pensativo. "¿Por qué no lo harían las Amasutum? El Decreto 25 del Mardukù indica que ellas tienen deber de aportar abundancia a los Anunna y el Decreto 26 añade que ellas aportarán sus conocimientos sobre el control de los canales de riego", constató An. Yo le observé que eso no era del todo así y que el Pueblo de la Antigua Serpiente (las Amasutum) tenían, en estas leyes, un papel de instructor y no de mano de obra. Mi creador insistió en que estaba fuera de cuestión el ver a sus Anunna trabajar la tierra después de haber luchado en el cielo. Era necesario de todos modos que el trabajo estuviera terminado cuando descendieran en Uras de aquí a algunos Muanna (años). "¿Por qué no utilizar los prisioneros de guerra para hacer este trabajo?, los Kingu podrían hacerlo muy bien", le remarqué. Mi padre negó con la cabeza y me dijo que no tenían el hábito de tomar prisioneros. Los prisioneros de guerra son peligrosos, y son más bocas que alimentar. El programa agrícola que mis Kuku habían reanudado en Udu'idimsa (Marte) no permitía alimentar a tanta gente. Ellos tenían lo suficiente para satisfacer a sus soldados y a un puñado de sacerdotisas que se habían unido a sus filas a través de Ninmah. Entre ellas estaban nuestras dos expertas concebidas especialmente sobre el Duku, en mulmul (las Pléyades), para el desarrollo del Mardukù: Setir, la sacerdotisa de los cereales y Udu'us, la de los animales pequeños, que nombramos respectivamente Asnan y Lahru en Emesa (lengua matriz).
Me enteré de que una parte de los Anunna estaba también ocupada en la fabricación de una nueva nave nodriza, la Uanna de mi creador no había sobrevivido a las batallas furiosas en Udu'idimsa (Marte).
Enlil se unió a nosotros. Señaló que mis Alagni (clones) trabajaban bien. "¿Por qué no utilizar a los Nungal?, dijo él, ellos parecen disciplinados y trabajadores." Les recordé que eran Kadistu y que su función no era trabajar por la prosperidad de los Anunna. Mi creador elevó el tono:
- Estamos en guerra, hijo mío! No quiero abrumar más a este lugar de quietud. Los Nungal simbolizan a aquellos que estamos combatiendo tenazmente. La sangre Kingu-Babbar (albinos) fluye en sus venas. Nunca podremos olvidar su origen funesto. Su deuda, que los preservará de la suerte que solemos reservar habitualmente a sus hermanos - nuestros enemigos consanguíneos - será trabajar para nosotros. Los Nungal harán estos trabajos y cuando terminen, vamos a volver a discutir su destino en la Asamblea. Que así sea!
La situación se hizo más y más difícil. Si yo hubiera impugnado la decisión de mi creador, el Consejo Usumgal hubiera ordenado de golpe la ejecución inmediata de mis Nungal. Mis Alagni (clones) hubieran sido perseguidos y masacrados sin descanso. Esta alternativa hubiera sin duda arreglado los asuntos de Enlil.
Mi enojo interior se disipó, la razón me ganó poco a poco. Tomé de nuevo el riesgo de pasar por cobarde y personalmente me comprometí a respetar esta decisión abusiva. Enlil comenzó a hervir por dentro y nos dejó en el acto. An me miró con sus ojos maliciosos y me susurró que había tomado la decisión correcta, mientras acariciaba mi hombro izquierdo.
La parte más difícil fue dar a conocer la noticia a los míos. Una vez de vuelta en el Abzu, tuve que reunir a mis Alagni (clones) y nuestras sacerdotisas en la plaza principal de Salim y les expliqué lo más sencillamente posible la situación. Una profunda indignación se ganó el corazón de nuestras Nindigir (sacerdotisas). Estábamos totalmente sorprendidos por la reacción de los Nungal. Mam y yo no habíamos hecho ninguna programación genética sobre la población original de nuestros planificadores masculinos. Por tanto, su devoción a mi persona no tenía límites y sorprendió a la ciudad santa en su conjunto: la mañana siguiente, los Nungal se habían reunido al pie de las altas montañas que se elevan al sur de la gran Edin! Estaban armados con picos y palas vulgares que les habían proporcionado las Ama'argi del Abzu. Enlil, el Satam (administrador) del Edin (La planicie) había decretado que iban a trabajar con sus manos y nada más.
Este amanecer era probablemente uno de los más dolorosos de toda mi existencia. La luz del sol pronto se manifestó como para nosotros proclamar su indignación. La atmósfera se hizo tan abrumadora que fui asaltado por la vergüenza! Los Nungal parecían resignados como vulgares Adán (animales) listos para trabajar ciegamente para la autoridad dominante. Ninguna palabra mediante, ninguna mirada sospechosa. ¿Tenían ellos realmente consciencia de la magnitud de la tarea delante de ellos? Mamitu y su hija Dim'mege, ellas lo sabían!
Enlil y Ninmah llegaron en esta nefasta mañana a comprobar si la mano de obra dedicada estaba lista para trabajar en beneficio de los Usumgal y del linaje Anunna. El resplandor de las antorchas reveló el suelo donde debían empezar los trabajos. Era a los pies de la cordillera, donde fluían varios ríos que se vertían en Edin (la planicie) donde el río tenía que ser excavado. Al finalizar la obra, que estaba en el mismo lugar donde los ríos iban a ser desviados para extenderse por la profunda excavación sinuosa cavada por el trabajo de mis Alagni (clones). Cuando la tímida luz del día traspasó finalmente el velo nuboso, el traicionero Enlil hizo una señal a los Nungal de comenzar los trabajos. Estos últimos lo llevaron a cabo sin pestañear.
Yo no podía quedarme allí para contemplar este espectáculo y me volví volando inmediatamente al Abzu, mi último lugar de retiro. Una profunda amargura me ganó poco a poco: tenía calambres en el estómago, que se extendieron durante varios Iti (meses) acompañados de náuseas. Mam parecía alejarse de mí progresivamente, o al menos, hizo todo para que yo me separe de ella... Mi estado empeoró día a día. Una profunda depresión me Ganó. Mi garganta estaba cerrada; una fatiga intensa hizo aparición y mi sangre fluía por todo mi cuerpo con intensidad. Cuando me acostaba, podía escuchar a mi corazón latiendo en mi cabeza... Me preguntaba si alguien no me había lanzado un hechizo!
Hoy en día en el norte de Irak. Se trata de los montes Taurus en Turquía.
Mi refugio fue la cámara de Sé'et. Este lugar era propiedad de nuestra progenitora, y ella sólo se le había confiado a mi hermana. Un desorden inverosímil llenó el lugar. Plantas y piedras cohabitaban, formando a primera vista un intenso caos. Muchas variedades de plantas estaban plantadas entre cristales con colores inusuales. Sus raíces tomaban nacimiento en los corazones de las piedras brillantes recubiertas con tierra. Estas combinaciones inusuales dieron una vegetación perenne con desarrollo particularmente floreciente. De La cámara de Sé'et emanaba en ese momento el ambiente de estos laboratorios donde reina una atmósfera extraña. Aquí, todo era posible.
En el centro de la sala, una gran piscina siempre había llamado mi atención. Piedras brillantes iluminaban el fondo y anfibios la recorrían a lo largo y ancho. Estas piedras me recordaban a los que había visto en las cavernas secretas del Duat de la ciudad de Adhal donde las sacerdotisas Gir producían a los Kiristi (hijos de las estrellas y de la vida). El fondo de la piscina estaba inclinado, permitiendo al ocupante disponer de múltiples profundidades, sin duda para relajarse. Esa Fue en cualquier caso la sensación que sentí muchas veces, cuando sorprendía a Sé'et chapoteando alegremente en el líquido elemento... A menudo me invitaba a unirme a ella y me tomaba un poco de tiempo para decidirme. Yo había vivido aquí con ella, los mejores momentos de mi vida. En esta sala, en medio de los perfumes más sutiles, nos despojamos de todo artificio sin ningún complejo. Mi prometida se sumergía en mis brazos y se estremeció varias veces al contacto de mis manos. Nuestros besos profundos no hacían más que reflejar nuestra embriaguez interior y el amor infinito que nos teníamos. Nos frotábamos uno contra el otro así como también nos tocábamos muy lentamente, marcada por largas pausas de contemplación. Nuestras mejillas se presionaban la una contra la otra y nuestros cuerpos se reconfortaban en la dulzura de nuestros castos abrazos. Yo había repetidamente inspirado profundamente su olor como para sumergirme. Mi prometida impulsaba estertores inusuales y yo le había ofrecido mi saliva.
Cuando ella quería incomodarme tiernamente, Sé'et amaba ocultar sus pies bajo el dobladillo de su vestido y ocultar las manos en las mangas. Ella me permitía así apreciar sus matices sutiles y delicados. Así, no me dejaba a mí más que sus ojos y su sonrisa para contemplar. Así que después de caricias interminables, Sé'et nunca se cansó de soplarme al oído que ella era para mí desde los dedos de los pies hasta sus párpados y, al igual que las Nin (sacerdotisas) Gina'abul, ella me ofreció sus pies para que pueda besar sucesivamente cada uno de los dedos de sus pies.
Yo estaba allí, en medio esta confusión sin nombre, y me era imposible hacer algo constructivo. Sin embargo, estaba seguro, pero esto no impidió que mi estado se deteriorara dramáticamente. El recuerdo nostálgico de mi prometida no sirvió de nada. Mis músculos comenzaron a contraerse gradualmente en mi espalda, aparecieron mareos y un hormigueo tomó mis manos y mis pies. Finalmente decidí sumergirme en la piscina. El agua estaba extrañamente cálido, y el líquido elemento me dio valiosos momentos de tranquilidad; pero los síntomas seguían allí...
Las Danna (horas) pasaron, yo revisé mi Gírkù para encontrar una cura a mi extraño mal. Había yo mirado en los lugares correctos? Aun así, el único tratamiento presente en este lugar saltó súbitamente a mis ojos. Comencé a revisar la habitación con el fin de tratarme con algunas piedras dispersas y apiladas aquí y allá. A La elección no le faltó nada. Yo probé varios cristales y tomé una opción significativa en dos tipos de piedras. El primero fue un cristal prismático de silicato de aluminio y berilio azul-verde (aguamarina) originario de Kankala (África). Según mi Gírkù, esta piedra tenía las propiedades de disipar los temores y ansiedades al equilibrar las emociones. El segundo era un cristal amarillo con prismas hexagonales formados por dióxido de silicio (citrino) que venía de Sigun (Australia). Esta sílice solar trae armonía al ser superior. Combate la depresión y protege a los seres sensibles, al tiempo que realinea el sistema nervioso.
Yo colecté tan abundantemente como pude ambos tipos de cristales y me hice un círculo de energía en el que me puse tan a menudo como me fue posible. Estos minerales me procuraron raros momento de calma. Explorando alrededor, yo también descubrí algunas emanaciones maravillosas que Sé'et había preparado. Yo Me había acostumbrado a poner un poco en el cuerpo. Siempre me hacía nostálgico; No dejaba de pensar una vez más en mi novia.
Mam fue alertada por Dim'mege que me trajo de vez en cuando lo suficiente para alimentarme. Mi progenitora vino a verme y me revisó con ternura, pero también con cierta moderación. Todos estos síntomas no le dejaron ninguna duda en cuanto al diagnóstico: "Tu estás sufriendo de Buluhur, mi hijo. Esto no es muy grave en absoluto, pero puede llegar a serlo si no te recuperas. Mañana, el Consejo Superior asignará definitivamente las tareas y las tierras de cada uno antes de que tu creador regrese a Salbatanu (Marte). La reunión se llevará a cabo aquí, en Salim. El destino de los Nungal será igualmente sellado. No te preocupes, nosotros, Amasutum, hemos finalmente comprendido que aceptaste la condición de tu creador con el fin de preservar la vida de los Nungal. Mismo si esta suerte es severa, tu has sido sabio, mi hijo. Así y todo, repórtate, muestra a tu padre, a Enlil y a todas las Nindigir (sacerdotisas) de Uras que tu eres digno de su confianza! Tú has sido asociado a la fuente a través de mí. Yo te he elegido antes de que se te comunique tu filiación oculta. Tú eres Bendecido de los Kadistu (planificadores). ¿No te han ellos revelado tu misión? Antes de curar a otros, cúrate a ti mismo rápidamente mi hijo. No me decepciones, Hijo del Agua”.
¿Era eso lo que yo quería oír en ese momento? Tuve la sensación de escuchar a mi creador. Las Palabras de mam estaban llenas de significado, pero esto me dio un mandamiento nuevo. Los Gina'abul son Orgullosos por naturaleza. Probablemente yo lo he sido muchas veces también. Pero estos problemas físicos totalmente desconocidos me llamaron al orden. ¿Qué querían decirme? Tuve una batalla que luchar conmigo mismo, pero ¿qué era esto exactamente?!
Al día siguiente, los Usumgal de Margid'da (Osa Mayor), flanqueados por sus cincuenta dignatarios Anunna, vinieron a celebrar sesión en mi Abzu. Las nobles figuras sobrevivientes de la guerra que se sobrepusieron a nuestra Reina Tiamata sitiaron las alturas de Salim. Yo los odiaba a todos cada Udh (día) un poco más! Ellos no Estaban allí más que por un día o dos. Yo no estaba Sin embargo muy tranquilo de conocerlos en nuestros cuartos reales. Hubiera yo tomado la decisión de hacerlos venir? No, una vez más, esta fue mi progenitora, quien tomó la iniciativa. Sin duda, dada mi condición, a fin de preservarme de cualquier decisión adicional. Mamitu estaba aquí en ella tanto como yo, sin embargo, me he hice de todas formas el comentario de que ella hubiera debido informarme anteriormente de su decisión...
Mam presidió la Asamblea a mi lado. En Salim, el lugar de los debates políticos no se presentaba como en la mayoría de nuestras colonias administradas por los hombres. No se trataba de un anfiteatro, sino una habitación rectangular donde un trono hecho de dos asientos presidía varias filas de bancos. Esta disposición se inspiraba en el modo Amasutum que rige estos lugares desde tiempos inmemoriales.
Uno por uno, los miembros del Consejo Superior llegaron a nosotros haciendo reverencia y se sentaron frente a nosotros con solemnidad. Todos ellos estaban vestidos lujosamente. Mi media hermana Dim'mege estaba cerca de mi creador, en primer lugar. Una pieza de seda dorada ricamente bordada cubría su nariz y su boca. Sin duda era esto un signo de la insatisfacción frente al Consejo Superior. Ella parecía haber perdido un poco de peso.
El ambiente parecía tranquilo, probablemente era yo el único tenso sobre este asiento ridículo! Mam se levantó y anunció en voz alta: "Agradecemos al Alto Consejo de venir al Abzu para definir de una vez por todas los roles y los bienes de cada uno. Este es para cada uno de nosotros un momento oportuno para expresar quejas o formular sugerencias. "
Me levanté inmediatamente: "Yo reclamo ante esta Asamblea que finalmente se examine el destino de los Nungal. Mis Alagni (clones) no podrán esforzarse en producir una tarea como tal con tan pocos recursos y sobretodo soporte. 300 individuos no pueden crear una obra así prácticamente con las manos desnudas. Que La razón gane en esta audiencia santa! "
Mis dolores me hicieron sufrir como nunca antes. Tenía la impresión de que mi espalda estaba a punto de estallar. Yo me senté de una vez totalmente contracturado. Ansar se levantó:
-Enki, hijo mío, nosotros entendemos tu melancolía, pero como tu sabes, ¿quién más podría realizar estos trabajos?
-Tomen prisioneros Kingu, ellos trabajarán! Dije. Alimentar a los Kingu o a los Nungal se vuelve estrictamente lo mismo!
Lahmu, hijo de Abzu-Abba, se levantó y tomó la palabra:
-Si no hubieras creado Alagni (clones) de sangre impura, tu no estarías aquí, joven tonto! Los Nungal tiene la suerte que se merecen. Estos son bastardos que nadie en esta Asamblea ha querido ver nacer, excepto Tiamata, tu progenitora y tu mismo!
-Qué audacia, exclamé. ¿Eres realmente tan viejo que la memoria te juega una mala pasada? Fue Ansar mismo quien había solicitado a nuestra Reina la creación de planificadores, con el único objetivo de clonar soldados que estuvieran bajo vuestro control, es decir de los Usumgal de Margid'da (Osa Mayor). Los Nungal fueron ensamblados a partir de secuencias compuestas por tu propio creador, Abzu-Abba. Yo fui encargado más tarde de la reprogramación de ciertos genes durante las últimas sesiones. Como ustedes saben, nos quedamos cortos de tiempo y las sesiones de clonación fueron realizadas rápidamente. Yo quiero aclarar que Nammu estaba en contra de la reutilización de un material desconocido.
An y Ninmah cruzaron sus miradas. Al verme un poco enredado en justificaciones laboriosas, Ninmah se levantó con calma y apaciguó la Asamblea con voz tranquila:
- Lahmu ha efectivamente necesitado que alguien reavive su memoria! Que algunos miembros de la Asamblea sean definitivamente notificados de los siguientes hechos: Sa'am-Enki no es responsable de la condición física de los Nungal! Como él acaba de decir, él no hizo más que utilizar un material existente. Su error no se le puede reprochar en su totalidad, debido a que su acto era previsible! Que la verdad sea hecha aquí y que nuestros hijos trabajen juntos para la supervivencia de nuestra colonia. Yo siempre he tenido el acceso al patrimonio genético de nuestra raza. Con el acuerdo de la mayoría de los Usumgal, yo había sido secretamente encargada por An de cambiar lo dado de ciertas células ... Nosotros dudamos de que Sa'am tuviera que crear los Alagni (clones) con un apuro. Entonces él cayó en la trampa que tendieron sus Kuku. Los Nungal no debían sobrevivir en el plan de los Usumgal, era más simple si ellos estaban hechos a la imagen de nuestros enemigos jurados, los Kingú-Babbar! Créeme, Enki, los Nungal no estarían vivos hoy si los hechos se hubieran desarrollado como tu lo piensas. Su presencia entre nosotros es en última instancia una bendición.
An se levantó, totalmente irritado por haber sido traicionado por Ninmah. Él concluyó diciendo: "Los Nungal ayudarán a completar el establecimiento de nuestra colonia. Aquellos que sobrevivan a este trabajo tendrán su vida a salvo. Es el precio que tienen que pagar por su supervivencia. Que así sea!"
Casi la mayoría de la asamblea levantó la mano para que se aprobara la decisión de mi creador que sabía bien combinar lo caliente y lo frío. Sería inútil insistir en mi estado de ánimo en ese preciso momento. Mi progenitora comenzó a hervir interiormente. Utilizando el Kinsag (telepatía), le susurré que se calmara, pero la ira era demasiado fuerte:
- Yo le demando a la audiencia un recurso excepcional para compensar el ultraje que me ha sido hecho por el Consejo de los Usumgal, lanzó ella.
Ansar se levantó de nuevo, su rostro estaba caliente:
- Pedido rechazado! ! La Santa Asamblea desearía saber de tu boca que están haciendo los Kingu en Ti-ama-te (el sistema solar)? ¿Por qué están aquí y por qué razón esta información nos fue ocultada hasta hoy?
Mam sonrió al señalar la burla:
-Los Kingu han estado allí desde tiempos inmemoriales. Tampoco son los únicos que atraviesan este sistema estelar y viven ahí. ¿Ustedes se creen en este punto los únicos en este universo? Yo No tengo nada que añadir, excepto para aconsejar a esta ilustre asamblea de no resolverse sistemáticamente a eliminar a sus enemigos y hacerlos prisioneros. Estos últimos podrán serles útiles y ustedes podrán aprender sobre muchos puntos. Del mismo modo, ellos serán capaces de aliviar a los Nungal en su arduo trabajo.
-No podemos juzgar ahora si es una buena idea usar a los Kingu para ayudar a los Nungal, vamos a ver cómo les irá a los Alagni (clones), dijo An. Sin embargo, usted tiene razón, vamos a hacer a nuestros enemigos cautivos, Sabremos bien como extorsionarlos por alguna información. Que sea aquí agradecida tu sabiduría, Nammu!
-Podríamos tal vez indagar a su hija Sé'et, lanzó Lahmu con aire divertido.
-Sé'et nunca ha estado aquí antes, dijo Mam. Ella Ha estado durante mucho tiempo en Gagsisá (Sirio), con los Abgal, antes de que yo la recupere y que trabajara conmigo. Su conocimiento de vuestros enemigos es muy limitado.
- Parece que los híbridos pertenecientes a los Kingu Babbar viven en Ti-ama-te (el sistema solar)? Ansar respondió. Nosotros No los hemos encontrado todavía. ¿Qué nos puedes contar acerca de ellos, Nammu?
- No mucho. Ellos son muy discretos. Estos son los Alagni (clones) altamente evolucionados cuyo parentesco se comparte con los Kadistu (planificadores) denominados Urmah. Como los Kingu-Babbar, ellos tienen muchas bases. Ellos se Denominan Imdugud y son muy solitarios.
Mam no reveló todo, porque ella conocía bien a los Imdugud con quienes ella había muchas veces transigido. Por mi parte, yo no me atrevía a parar allí. La sensación de no haber hecho todo que lo estaba en mi poder surgió internamente. En una de nuestras reuniones, era siempre de capital importancia que nunca terminaran en un fracaso, porque era una forma de menosprecio. De todos modos, de acuerdo con nuestras leyes, también tenía derecho a pedir una indemnización. Yo lo intenté todo lo posible:
-Yo reclamo a esta Asamblea, en compensación del complot genético que fue perpetrado contra mí, el reconocimiento de mi hermana Sé'et injustamente secuestrada. Mi creador intervino
-Es imposible, mi hijo. Tu hermana representa un peligro para nuestra colonia. Ella se opuso en dos ocasiones a los miembros del Consejo Superior. Además, su exilio fue votado por los Usumgal. No, Enki, tu nos pides lo imposible!
Yo estaba desesperado. Sin pensarlo, formulé otra solicitud para no perder la mano:
-Entonces, le solicito al Consejo Superior que me sea restituido mi Nungal llamado Zehuti (Thoth). Es un buen elemento que me secunda en la mayor parte de mis trabajos.
-Tu sabes mi hijo que tienes el derecho de exigir algo más que la vida de un ser, y lo que es más, de un reprimido, contestó An. Sin embargo, no es a mí quien le corresponde esta solicitud, sino al Satam (el administrador) que gestiona los trabajos en Edin (la planicie).
An miró a Enlil con un aire agresivo. Enlil me dio su divina bendición con una burla apenas contenida.
Lo siguiente de esta sesión se trató sobre la organización de los trabajos en Edin y el papel de las Amasutum en esta empresa. Ninmah propuso ratificar el hecho de que las Ama'argi de mi segunda hermana debían apoyar a los Nungal en su tarea. Ella remarcó los decretos 25 y 26 del Mardukù los cuales estipulan que las Amasutum tenían la obligación de proporcionar la abundancia de alimentos y el control de los canales de riego a los machos Gina'abul. Damkina (Mamitu) que tenía todo el texto en su cabeza precisó que eso era más una cuestión de los Anunna en estas ordenanzas, pero ella no se opuso a la ayuda y el apoyo que podría aportar nuestras féminas a mis Alagni (clones ). Dim'mege asintió al igual que todo el Consejo. Yo Sentí la trampa cierrarse gradualmente sobre nosotros . No sólo Usumgal demuestraron la mala fe, sino que ellos se estaban dando el lujo de manejarnos mediante la manipulación de textos del Mardukù donde ellos eran ahora los custodios mayoritarios. Marduk, mi Alagni maestro del Texto que Mam y yo habíamos producido, me miraba con orgullo y desprecio. Él era Ahora el Satam (el administrador) en jefe de nuestra colonia. Nosotros Estábamos a su merced.
Ninmah se levantó y pidió a los miembros permanentes de la Asamblea el permiso para practicar el ritual de la transmisión de las Leyes Divinas sobre su amante. Mis Kuku (ancestros) lo concedieron con una misma voz.
Después de una recitación de himnos vanidosos a favor de Enlil, Ninmah colocó sobre los hombros de este último la pechera con cristales brillantes, símbolo Gina'abul de la autoridad suprema. Eran los ME que contenían los preceptos de la línea de Anduruna (sistema estelar Gina'abul en la Osa Mayor). En estos cristales debía figurar, entre una enorme cantidad de información, una copia completa del Mardukù con todas las normas que lo componen. Este gesto estaba lleno de significado, porque colocaba a Enlil "por encima de" las leyes ...
Posteriormente, Ninmah comenzó un monólogo encendido a propósito de un proyecto que tenía en mente desde hace algún tiempo. Establecer en las montañas del sur, que ella llamó Dukug, la residencia principal de la pequeña colonia que se mantendría en Uras. Las fuentes manantiales que fluyen en este lugar debían unirse para dar a luz a un arroyo que iba a estrellarse en las masas rocosas de abajo y empezar a correr en el vasto Edin (la planicie). Este arroyo sería uno de los afluentes del río para que los Nungal excavaran la cama Teníamos que hacer en las montañas un bosque antes de que la ciudad de Edin se haciera fértil. Aquí vivirían los cincuenta dignatarios Anunna que formaban con los Usumgal el Consejo Superior de nuestra colonia.
An estaba en contra del proyecto, que iba a demandar un montón de trabajo. Mi creador no veía el por qué era esencial gastar mucha energía para una ciudad provisoria. Enlil le hizo observar que aquella provisión podría llegar a durar mucho tiempo, ya que dependería del tiempo que mis Nungal iban a dedicar en llevar a cabo su tarea. Ansar apoyó a mi creador y propuso, sin consultarme, de instalar nuestra colonia aquí en el Abzu. Enlil replicó secamente que estaba fuera de cuestión el establecerse bajo tierra y que prefería ubicar el pequeño asentamiento cerca de la Edin. De esa forma, podría echar un vistazo sobre mis Nungal y sobre el progreso de las obras...
Señalé a Enlil que si quería ver la obra ir más rápido, concedería a los Nungal el uso de Albarzil (Perforadores Mecánicos). Las Ama'argi del Abzu poseían muchos. Estos grandes equipos mecanizados los habían usado para cavar túneles profundos que atravesaban el suelo en muchas regiones del mundo. Enlil parecía dividido entre el deseo de ver a mis Nungal trabajando duro y de ser el supervisor del trabajo realizado sin problemas.
Ninmah escuchó a toda costa reunir del Consejo la aprobación de su proyecto. Si los trabajos llegaran a avanzar rápidamente, su programa en las montañas corría el riesgo de no tener el mismo interés. Enlil lo había entendido. Él Negoció mi presencia sobre el Dukug cerca de la colonia, por lo menos el tiempo para construir la ciudad, porque Enlil quería hacer de mi el supervisor de los locales. Con esta condición, y con la reseva de que el proyecto fuera votado, autorizó el envío de un Albarzil en Edin (la planicie) con mis Nungal.
Ninmah estaba atormentada y la preocupación era evidente por la forma en que ella se mordió el labio. An parecía obstaculizar su propósito. Ella extendió un mapa en el regazo de mi creador. Se trataba del esquema de la ciudad que ella designó como Kharsag. Ella estaba dispuestas en terrazas y tenía un gran jardín donde crecían los árboles en abundancia. Este jardín iba a estar compuesto de huertos y plantaciones por toda la colonia. Los edificios debían ser fabricados con cedros; Madera disponible en estas montañas. Todo Kharsag debía estar rodeado por una valla que protegería la ciudad de posibles depredadores o incluso de los Ugubi (monos) o también los Ukubi (género Homo) que usaban ropa de piel y armas de madera y que les gustaba posarse en las alturas para ver a la distancia de sus jugadores.
Enlil apoyó los propósitos de Ninmah y utilizó su arte de la palabra para aportar algunas precisiones al proyecto. Ambos querían construir edificios altos y un gran reservorio de agua para abastecer a las plantaciones y la comunidad. Ellos tenían También que cavar caminos y canales de riego.
Enlil se volvió a Mamitu y le pidió su apoyo para que le sea dado el secreto de las plantaciones que producen varias veces en el mismo Muanna (año). Mi madre le respondió que ella no se sentía preocupada por este proyecto: "Como la Asamblea Divina me negó el regreso de mi hija, ella no cuenta con mi apoyo para cualquier cosa! Mi lugar no es con ustedes en las montañas. Ella no es negociable como lo es la presencia de mi hijo contigo ", le espetó. Ansar se levantó como un piquete y él le respondió con fuerza, "que sea condenada oficialmente Mamitu-Nammu por el Consejo Superior! Que sea golpeada por la maldición y que sea excluida de nuestras asambleas desde este Ud (día) ". Ansar levantó su mano derecha, todo el Alto Consejo se puso de pie sin haber sido preguntados y votó esta decisión. Sólo Ninmah y yo no ratificamos la sentencia. No habían más partes del Consejo Superior, Dim'mege no tenía derecho a votar. Ninmah miró a mi progenitora con insistencia. Sin duda ella encontraba esta sentencia demasiado injusta ...
Enlil, totalmente eufórico, aprovechó este momento de exaltación para poner el golpe de gracia. Probablemente, no había visto que su compañera no le apoyaba esta vez: "Yo Le pido a la Asamblea para sea conferido el nombre del Sagba (maldición) para Mamitu-Nammu. Que ella lleve ahora la maldición conferida por el Alto Consejo".
Más de la mitad de los votantes ratificó esta voluntad y mi madre salió de su asiento. Ella no pudo evitar comentarle a Enlil lo siguiente: "Yo Recuerdo cuando usted no era más que un fugitivo vulgar en Nalulkára . Mi descendiente, que es su creador, vino a mí para preguntarme que debía hacer de ti ... Lamento que su corazón hubiera finalmente prevalecido sobre la razón. A pesar de la proezas de tu Creador, los mestizos decididamente no son más que Alagni (clones) de primer orden y tú eres ejemplo de lo mismo. Yo te Predigo un destino funesto, hijo mío, tu vas a terminar solo y atormentado para siempre, lo juro! " Ninmah se levantó y dijo lo siguiente: "Que la Asamblea sea indulgente. La ira Nammu es admisible, pero sus palabras superan sus pensamientos. Enlil es una creación maravillosa, que sea aquí alabado Enki-Nudimmud (enki el clonador) por su prodigio! " El público coreó a una sola voz "Nudimmud". Mam salió de la sala exigiendo que la Asamblea dejara el Abzu después de la sesión. Sin ninguna duda, Dim'mege se acercó a mí y se sentó a mi lado en el asiento de su creadora.
Un silencio insólito rondaba en la Asamblea. La voz de mi Creador rompió el silencio de la audiencia e invitó a Ninmah para continuar la defensa de su ambicioso proyecto. Esta última tuvo problemas para retomar su discurso. Enlil no estaba tan cómodo e hizo lo que pudo para sostener a su compañera. Por último, el proyecto fue aceptado con bastante facilidad, probablemente para disipar la tensión que persistía. Cuatro Miminu ("grises") con las manos llenas avanzaron entonces hacia Ninmah. Platos de todo tipo fueron dispuestos a sus pies para agradecer a su ingeniosidad.
Todos estaban dispuestos a beber el vaso de la fraternidad cuando Dim'mege solicitó al Consejo Superior tratar la cuestión de la distribución de las riquezas de Uras (la Tierra). Ansar le aconsejó de arreglarse conmigo - le corresponde al amo del Abzu compartir sus riqueza con su familia maternal. Ansar nos miró a ambos y dijo: "Enki le hará parte de los decretos inscriptos en el Mardukù. Muchos son los que se refieren al papel de las Amasutum con los Anunna. Tus hembras nos serán de gran apoyo. Ellas No escapan a estos decretos grabados en las placas de kùsig (oro) depositadas en el Abzu de Mulge (el astro negro). Cabe recordar que de acuerdo a nuestro código vigente perpetrado por la actual autoridad de Anduruna (sistema estelar Gina'abul en la Osa Mayor), la presencia de este santo Didabbasar (texto de leyes) en Ti-ama-te ( el sistema solar) provoca su ejecución aquí en Uras y sobre todo este sistema estelar. Yo te invito, hija de Nammu, a consultar el Mardukù lo más rápido posible y tomar tus disposiciones para comandar a tus féminas para que se ellas se pongan bajo las órdenes de los custodios ejecutivos de este texto, es decir, tu hermano Enki y Enlil, el venerable Satam (administrador territorial) de nuestro programa de fundación. En el futuro, hija de Nammu, nosotros te damos la opción de mezclar tu aliento con el nuestra, porque esta pieza de seda que cubre su cara es un insulto al Alto Consejo. "
Mi hermana tuvo que quitarse el velo en el acto. Los miembros de la audiencia se pusieron de pie de repente, como para liberarse de esta sesión que había sido interminable y pesada. Dim'mege posó sobre mí una mirada llena de compasión y sacó su Gúrkur de uno de los pliegues de su vestido de seda. Ella lo hizo girar, desapareció de nuestra dimensión y salió de la habitación. Un alboroto de indignación se elevó inmediatamente. Pocos de nosotros tenían un Gúrkur en Uras. Este objeto codiciado era muy envidiado.
El tiempo había llegado de celebrar "la montaña del cielo", que sería la bienvenida de los miembros permanentes Usumgal y Anunna en Uras. El vino corría a flote en honor de Ninmakh. El origen de esta bebida sólo podría provenir de Udu'idimsa (Marte). Sin duda era allí donde Sé'et había sido enviada. Su presencia me hacía falta mucho. Me arrepentí amargamente de haber observado el protocolo establecido por Mam. Tantas veces nos habíamos entrelazados, sin unirnos directamente por la carne. Con frecuencia yo había besado sus párpados sombreados, así como sus finas manos y sus pies delicados. Sus labios habían tocado mis GEI (pene) como pétalos suaves y su boca habían devorado en numerosas ocasiones Baston mi vida y el resto de mi cuerpo. Yo había deslizado a veces mi mano debajo de su falda abierta o bajo sus telas brillantes. Nosotros nos abandonábamos a las caricias más atrevidas. Lágrimas de frustración incluso habían invadido repetidamente los párpados Sé'et. Ella tenía que obedecer a Nammu. Si hubiera sabido que el destino nos iba a separar, desde hace mucho tiempo que hubiera sucumbido a su encanto magnético. Me habría unido a ella, incluso por la fuerza, y le hubiera comunicado el poder del Niama. De ese modo, podríamos comunicarnos en secreto con la ayuda del Kinsag (telepatía).
Yo estaba allí, bebiendo con los individuos que no me correspondían. Los miembros de la Asamblea eran considerados como seres sabios, sin embargo, ellos nos habían estafadol con toda legalidad y nos habían humillado sin reservas. Definitivamente El Mardukù se había vuelto contra nosotros. ¿Hasta que punto había yo sido manipulado por mis Kuku (ancestros)? Finalmente entendí en ese momento que si tenía la intención de proteger aún más la familia de mi madre y la mía, tendría que jugar su juego con sutileza. Yo brindé teniendo cuidado de que ninguno de ellos detectara los temblores de mis manos. Ellas no eran de todas formas como las suyas. Estaban unidos por una membrana de manera similar a las de mi madre y mis dos hermanas.
La Alegría ganó a toda la sala. Todos discutían el maravilloso proyecto de Ninmakh y de Enlil. Mis Nungal no tenían derecho a ninguna consideración. Ninmah vino a brindar conmigo, ella notó que una agitación interior me había invadido. Ella me apretó el brazo y me aseguró ser mi aliada. Un Ungüento vegetal brillaba sobre su piel. Ninmah nunca había estado tan resplandeciente. Yo no tenía nada en contra de ella, yo la encontraba a veces conmovedora.
An me invitó a unirme al grupo principal. Los Usumgal estaban ahí con Enlil. Kharsag estaba en la boca de todos. Yo escuchaba con un solo oído. Mis Sagra (chakras) estaban cerrados. Evité pensar con claridad, porque hubiera tomado el riesgo de revelarme. Pero yo sabía que no podía quedarme allí. En ese instante, yo no tenía la más mínima idea del plan que iba a construir con el fin de salvar nuestro honor, y mucho menos del tiempo que tomaría. Pero sabía sin embargo que mi venganza sería terrible! !
Crónicas del Girku - Adam Genisis - Anton Parks - Parte I - capitulo 5
CONTACTO con los Usumgal Y los Annuna
"La estatura considerable y el rostro radiante de Adam dejó a los ángeles aturdidos por lo que lo llamaron 'El Único Santo' y volvieron temblando al cielo. Le pidieron a Dios: "¿Puede haber dos poderes divinos, uno aquí y uno en la Tierra"?
Otzar Midrashim, colección de doscientas midrashim
"Mikael fue el primero en posternarse ante Adám para mostrar el ejemplo a los otros ángeles. Mikael habló a Satanás: 'Rindamos homenaje a la imagen de Dios! Si tú te niegas, el Señor Dios entrará en cólera contra ti. “Satanás respondió: "Si él está enojado conmigo, yo levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios, seré semejante al Altísimo! "Inmediatamente, Dios expulsó a Satanás de su ejército del cielo, él los echó sobre la tierra, y es a partir de esta época que data la enemistad entre Satanás y el hombre".
Vita Adae 14-16
Gírkù-Tila Nudimmud / Dili-ME-Ia
La atmósfera de repente se volvió eléctrica. El anuncio de que los Kadistu (planificadores) habían dejado Uras dio la vuelta por el Abzu. Las paredes de Salim comenzaron a vibrar con el sonido de las campanas que coreaban la salida de los planificadores y la destrucción definitiva de la flota de nuestra Reina Tiamata. Esta última noticia había llegado a Dim'mege a través de las Nindigir (sacerdotisas) sobrevivientes y atrincherado en Mulge (astro negro), el planeta de los planificadores ubicado entre Udu'idimsa (Marte) y Altar (Júpiter). Mi madre se aisló un momento y trató de ponerse en contacto con Tiamata.
Con los Kadistu ... también sin éxito.
Estábamos un poco preocupados por la batalla que oponía a nuestra reina contra mis Kuku (ancestros). Era completamente voluntaria. Sin embargo, sabíamos que iba a terminar un día próximo. Nosotros nos considerábamos Kadistu, por lo tanto aquí estábamos aislados de todo, incluso de nuestros aliados. Mi madre se quejaba a menudo de la retirada progresiva de los planificadores, pero ella era tan responsable de esta situación como los Kingu (reales). Su lealtad a nuestra Reina ciertamente la había elevado al rango más alto, pero ella también se había hecho involuntariamente cómplice de los reales en tanto que estos últimos habían luchado junto a Tiamata ... Esta situación corría el riesgo de comprometernos a los ojos de mis Kuku. La inminente llegada de los Usumgal y los Anunna probablemente alteraría nuestra vida cotidiana.
Dim'mege y sus Ama'argi, así como toda nuestra colonia, celebraron una asamblea extraordinaria en el Abzu. Nos sentamos, como de costumbre, en el estrado del consejo Gina'abul. Mis dos hermanas estaban envueltas en vestimentas de ceremonia, ellas rivalizaban en esplendor. La reina de las Ama'argi llevaba un suntuoso vestido de lino amarillo y una cinta escarlata con flecos de metal dorado. En cuanto a Sé'et, ella reveló un gusto refinado que no conocía. Llevaba un largo vestido verde, seductor y ajustado, de mangas largas, escotado en la espalda. Su rostro resplandeciente llevaba una espesa peluca negra, salpicada de minúsculas estrellas doradas. Apreciaba mucho este tipo de tocado que Mam llevaba a veces.
La discusión se intensificó muy rápidamente. Dim'mege destacó con prontitud su deseo de no ceder a la menor exigencia. Sin duda ella se había preocupado de que su escala social fuera perturbada. "Que los Gina'abul machos de Mulmul (las Pléyades) y sus dirigentes vengan a manifestar su fidelidad a las Amasutum y los planificadores de Uras," gruñó ella irónicamente en la Asamblea. "No podemos aceptar tratos de parte de los soldados. Si los guerreros Usumgal y los Anunna esperan someternos, vamos a hacer que muerdan el polvo! "
Traté de calmar la situación. Ninguno de nosotros quería entrar en combate. Además, nosotros éramos superados en número. Las tropas válidas de mis Kuku debían ser varios miles. Las voces se elevaron con fervor. Mam trató de hacer razonar a su hija, pero Dim'mege era muy obstinada. Era difícil comunicarse con ella cuando ella manifestaba su cólera. Ella arremetía rápidamente y sus palabras no seguían a sus pensamientos.
Hudili, mi brazo derecho fiel, me pidió permiso para intervenir. Yo se lo di a él, sacudiendo la cabeza. Mi Nungal se puso de pie y levantó los brazos. Desde su imponente estatura, pronunció con voz penetrante: "El ejército victorioso nunca podrá extorsionar a las Amasutum de Uras sin el riesgo de aislarse totalmente del resto de este universo. Uras claramente no está más bajo la protección de los Kadistu, pero siempre estará bajo su vigilancia benevolente. Los aliados de La Fuente jamás abandonarán por completo un lugar sobre el que han trabajado. Esto es lo que hemos aprendido, nosotros, Nungal, cuando estuvimos entre los sukkal. Ustedes saben sin duda por qué Tiamata nos había entregado a esta cepa de planificadores. Los sukkal son aliados a los Urmah. Los Imdugud provienen de cepas Urmah y Kingu-Babbar. Hoy en día, todos ustedes aquí en esta Cámara, probablemente piensen que nuestra metamorfosis nos acerca a los Kingu-Babbar, pero nosotros, Nungal, somos bastante Imdugud en nuestros cuerpos y sukkal en nuestros corazones. En retrospectiva, y después de todos estos acontecimientos, ¿me pregunto hasta que punto Tiamata conocía nuestra filiación oculta? Fuimos creados por el muy santo Enki y Nammu a quien vamos a dar gracias eternamente. Dormimos en algún lugar profundo de la reserva del patrimonio genético de Nalulkára. Nammu-Damkina y Enki nos han despertado para siempre. Somos los dignos herederos del conocimiento Kadistu. Nosotros no somos aproximadamente más que 300 sobrevivientes, pero haremos todo lo que esté en nuestro poder para protegerlos a ustedes y mantener la paz. Tiamata encontró que la paz estaba en peligro a causa de la manifiesta conspiración de los Usumgal. Rindamos homenaje a la reina que ha participado en una guerra absurda, pero que estaba dedicada a preservar la misión principal de las Amasutum, la de mantener la paz en el seno de los Gina' abul. Donde sea que ella esté, démosle gracias eternamente. "
Un murmullo se escuchó, Sé'et llamó a la calma por respeto a Tiamata. La asamblea se levantó. Un profundo silencio encantaba la sala. Finalmente Hudili concluyó enfáticamente: "Cuando nos encontremos con los Usumgal y sus Anunna guerreros, nosotros le presentaremos a ellos la joya de este planeta. Les mostraremos un Namlu u. Ellos no podrán repudiar la obra de los Kadistu. El ejército de Ubsu 'ukkinna (Maia en las Pléyades) no desplegará su insignia victoriosa en Uras. En nombre de la vida, nosotros velaremos todos juntos! "
El público empezó a corear el nombre de Hudili. Sin pensarlo, me aproveché de este solemne momento para dar un nuevo título al primero de nuestros Nungal. Yo le asigné rápidamente un nombre con la ayuda del Emesa (la lengua matriz). Zehuti se volvió totalmente natural para mí ("Aliento (o espíritu) de la vida de las aves", Thot). La asamblea agradeció enormemente mi gesto y elogió el conocimiento divino del primero de nuestros Nungal. El maestro en Ciencias y en expresiones estaba muy conmovido por este nuevo nombre y el eco que suscitó. Zehuti no pudo resistir la tentación de hacer lo mismo y aconsejó a toda la sala que desde ese día él también me denominaría Ptah (el que multiplica el entendimiento). La asamblea se regocijó con redoblada energía. Yo estaba muy molesto de tener un nuevo apodo, tan fastuoso y difícil de soportar como los otros.
Dim'mege me hizo una sonrisa de complicidad y mostrándome su apoyo inefable. Sé'et notó esta manifiesta complicidad y le dedicó una sonrisa. Por su parte, nuestra progenitora parecía más ausente que nunca, la falta de expresión de su rostro me reveló que algo raro estaba sucediendo. No Podía deslizarme en su mente para saber más... Mam tenía constantemente cerrados sus Sagra.
La reunión había terminado, llevé a Mamitu a nuestros apartamentos para que ella me revelara la razón de su comportamiento. Nos sentamos frente a frente. Damkina puso sus manos entre sus muslos. Hulla, su hembra Ugubi (mono), salió de la parte trasera de la habitación y saltó sobre su regazo. Mam cariñosamente la acarició. La mirada de la Reina del trono vagó un corto tiempo antes de fijarse en mí con insistencia.
- Hijo mío, dijo, tenemos que salir de este planeta rápidamente. Estamos en peligro aquí. Tenemos suficientes barcos para evacuar Uras. No me hagas ninguna pregunta, partamos ahora!
Me sorprendió este anuncio. Al verme un poco aturdido, Mam insistió y precisó su propósito:
- Antes de que nos encontráramos, tenía el don de la clarividencia que no podía dominar del todo. Yo creo que tú también tienes este poder. Ahora que estoy unida a tí, la fuerza del Niama se apoderó de todo mi ser. Este poder me afecta mucho, mi hijo. Me impide el sueño, transforma mis noches en sueños terroríficos y suscita amenazas que dañan mi espíritu. Veo terribles acontecimientos. Los seres perversos que destruyeron la flota de nuestra Reina provocarán la amargura sobre este mundo. Los Namlú'u caerán y los nuestros sufrirán a un punto que tu no puedes imaginar... Mi hijo, veo sangre, mucha sangre que fluye...
Sus palabras inspiradas me convulsionaron. Pero yo estaba partido entre sus palabras y las que los planificadores me habían dicho antes de la batalla: "Tu Vas a observar diferentes formas consumirse y experimentar lo condicional e incondicional. Nunca olvides que eres el dueño de tu Zisàgál (encarnación). Los pasillos Estrechos que usted ha elegido pedir prestado te ayudarán a reunir Gissu (la sombra) y Zalag (la Luz), y no a separarlos”. Yo había Elegido este destino. Me Parecía deseable no oponerme a él. Vi a mi madre. Sus ojos estaban húmedos en el recuerdo de sus sueños agitados.
Otro problema se me impuso:
- Madre, nosotros no podríamos escapar de aquí todos juntos. Tenemos suficientes naves para nosotros, pero los sesenta Gigirlah que hemos recuperado y los pocos ejemplares que tiene Dim'mege no serán suficientes para evacuar a todas las Ama'argi.
El pecho de Nammu se contrajo. Su voz acariciante se volvió más cortante:
-Tu notable ternura de corazón te vuelve ciego! Las Ama'argi están apegadas a este planeta, ellas nunca lo dejarán. Dime mejor que tú prefieres quedarte aquí para medirte con tus Kuku!
-Tu reacción me confunde! Estoy en contra de cualquier hostilidad, le contesté.
-El Niama puede alienar y calentar todo espíritu, por más benevolente que pueda haber sido originalmente. Elijo la sagacidad y no el combate, me respondió ella.
-Tu prefieres huir que ayudar a los Namlú'u y los Ukubi'im (Homo neanderthalensis)? Tu eliges abandonar todo eso porque estás vencida?
-No pareces entender, hijo. Este mundo Se va a transformar. Se va a desgarrar bajo la influencia de nuestros hermanos corruptos, se hundirá en la locura. Tú y yo no podemos hacer nada. Cualquier ser que se apegue en este mundo por venir, será presa de la ruptura y la soledad. Yo quiero preservarte, mi hijo, del miedo, la desesperación y de la muerte! Los tiempos cambian Sa'am, nada es eterno! Ha pasado demasiado tiempo desde que este planeta está bajo la influencia oculta de la realeza Gina'abul. Siempre hemos ocultado esta verdad a todos los nuestros que están bajo la administración de Margid'da (la Osa Mayor). Si tus Kuku hubieran sabido que el sistema Ti-ama-te (sistema solar) estaba bajo el dominio creciente de sus eternos rivales, los Kingu, no hubieran dudado en venir aquí. Eso es lo que está sucediendo hoy en día, pero por una razón diferente. Tengo pendiente desde hace mucho tiempo hacer todo lo que está en mi poder para mantener la luz en este planeta. Yo no tengo el espíritu de una aventurera. Los Kadistu dejaron este lugar por buenas razones...
-La razón es que dejan este planeta bajo nuestra vigilancia. Eso es lo que ellos me sugirieron!
-Los Kadistu no sugieren más que en muy raras ocasiones, mi hijo. Si realmente te indicaron a seguir este camino, que así sea. En este caso, no tomes mis comentarios en consideración.
Mam se sumió en su silencio; su rostro se oscureció brevemente. Sus ojos vagaron como ella estaba acostumbrada a hacer desde que llegamos aquí. Ella finalmente se acercó y me abrió grandes sus brazos protectores. "Mi hijo, agregó, yo te apoyaré hasta la muerte si es necesario! "
Me sentía culpable por haber transmitido la fuerza de Niama a Mamitu-Nammu. Su rostro no se iluminaba más como antes. Ahora tenía una mirada seria y silenciosa. ¿Era el precio a pagar para protegerse de un ataque extranjero? Lamenté amargamente ser el hijo de un Usumgal y llevar el rayo omnipotente. La duda me invadió, yo habría querido gritar mi desesperación. Sí, nada permanece igual en el mundo de la materia y Uras estaba incluido como un modelo concreto de este principio inquebrantable. Un cansancio vino de repente sobre mí. La falta de sueño, probablemente, o el mareo causado por la evidencia de esta realidad - o simplemente las dos cosas asociadas - provocaron en mi una fatiga terrible. Me dejé caer pesadamente en la cama, Nammu me descalzó.
Me despertaron las campanas de Salim que sonaban insistentemente. Varias máquinas voladoras pasaron sobre la ciudad santa. Sus vientos combinados levantaron la cortina de nuestra habitación. Corrí al balcón y vi a una gran multitud en las calles. Bajé las escaleras de cuatro en cuatro y me precipité en la avenida principal que conduce a los barrios bajos donde se mezclaban Ama'argi, Nungal y Anunna. Yo me abrí paso entre la multitud. Todos corearon "Enki, En-ki!", Como para convencerse de que yo iba a resolver este enigma en un guiño de ojo. Zehuti (Thoth) vino a mí y me dijo que habían embarcaciones Kingu que solicitaban asilo en el corazón del Abzu. Ellos eran perseguidos por las tropas de mis Kuku. Esta situación no estaba hecha para arreglar nuestros asuntos. Sé'et y Nammu vinieron a unirse con nosotros, ambas parecían muy renovadas. Ellas me aconsejaron no darles permiso. Es cierto que si aceptábamos, corríamos el riesgo de ponernos en dificultad de cara a los Usumgal y sus Anunna. Le pedí a Zehuti, nuestro primer Nungal, de transmitirles la prohibición formal de posarse en el centro de la cavidad del Abzu, ellos podían sin embargo, refugiarse en las profundidades de la corteza terrestre y las numerosas cuevas naturales y túneles que oculta. Yo sabía que esta prohibición podría, también, perjudicarnos, pero no teníamos otra opción.
Los Gigirlah reales no desaparecieron cuando las Ama'argi sacaron sus armas y las apuntaron sobre ellos. Así fue que, un número de Kingu, en fuga de la cara al adversario, finalmente se refugió sobre las montañas de Uras - era al menos lo que todos pensamos aquí en el Abzu.
Nuestra posición se nos apareció de repente con mayor precisión. No podíamos hacer otra cosa que entrar en el juego de los Usumgal. Yo me tenía que contactar con mis Kuku pronto. Tuvimos que marcar nuestro territorio y señalar nuestra presencia a todos los recién llegados. Le ordené a Zehuti (Thoth) tomar el mando de un centenar de Gigirlah y patrullar el exterior del planeta. Ellos tenían que estar en contacto permanente e informarnos acerca de la evolución de la situación. Mam, Sé'et y yo estábamos posados en Aria, el gigantesco continente Boreal casi despoblado donde las Ama'argi habían establecido varias estaciones científicas. Aria es un país muy verde donde el viento del norte sopla agradablemente. Esto último producía a veces aires melodiosos en el borde de la pendiente que conduce al Abzu.
Era la primera vez que pisé el suelo de este nuevo territorio. Aria es muy salvaje, la zona sobre la que estamos ubicados está salpicada con repliegues naturales. Las cimas de las montañas más altas estaban cubiertas de nieve. Esta fue la primera vez en mi vida que vi tal fenómeno. Ningún Ugubi (mono) o Ukubi (género Homo) se habían establecido aquí. Las pacíficas llanuras estaban bañadas en un clima templado. Sin embargo, estas temperaturas estaban muy lejos de las de Margíd'da (Osa Mayor) y de Mulmul (las Pléyades). Sé'et temblaba un poco.
Mam de repente dijo: "Ha llegado el momento!" Sacó un pequeño cristal amarillo de la funda de su cinturón y lo hizo dar vueltas por encima de su cabeza. Al tiempo de volver la cabeza varias veces para escanear los alrededores, los Namlú'u aparecieron de repente en nuestra dimensión. Estos me parecieron incluso mayores que aquellos que teníamos la costumbre de abordar. Su estatura me impresionó terriblemente. Sé'et y yo no sabíamos que era posible convocar a los Namlú'u con la ayuda de un mineral. "Estos son los Namlu u provenientes de los niveles más altos. Yo soy la única poseedora de este cristal, nadie debe ser informado de la existencia de esta piedra! DimMege es su guardiana cuando estoy lejos de este planeta ", susurró nuestra progenitora. Nammu se dirigió a ellos con la palabra:
-Bienvenida a ustedes y sean agradecidos de honrarnos con vuestra presencia.
Mam levantó la mano. Los dos seres grandes como montañas respondieron de la misma manera. Uno de ellos cambió de repente de fisionomía. Fue entonces cuando me di cuenta de que los Namlú'u eran polimórficos. Mi asombro todavía se incrementó cuando el ser se dirigió a nosotros en nuestro idioma.
-Las criaturas del mundo de la dualidad son buenos compañeros cuando momentáneamente se desprenden del ego para hacer frente a nosotros. Siempre es un placer rencontrarte Subatam (reflejo brillante)?
-Estos son tiempos difíciles para los aliados de la Fuente. Los especímenes de plenitud restringida, pertenecientes a nuestra propia familia, llegan a Uras. Usted no los conoce todavía. Son diferentes de los Kingu. Ellos han cazado a vuestros creadores y están actualmente en conflicto con los Kingu. Ellos perturban la frágil quietud que habita Ti-ama-te (el sistema solar) y desean transformar esta parte de nuestro universo.
-Sí, nosotros hemos visto a estos seres. Nuestros fundadores también nos hablaron de ellos y los lazos que tienen con los Kingu. Ellos los llaman Gílimanna (Bestiario Celestial). Los últimos Kadistu con los que nosotros estamos actualmente en contacto son los Urmah. ¿Qué podemos hacer ahora para complacerte?
-Nosotros hemos pensado que sería apropiado presentar a vosotros a estos Gina'abul para que sean testimonio del ingenio de los emisarios de la Fuente. Vuestra presencia así revelada no podrá más que contener sus planes maliciosos.
-El cielo es inmenso. Sus estrellas van al infinito, algunas nacen hoy mientras que otras mueren al mismo tiempo. El océano es grande y sus perlas son innumerables, pero algunas pueden parecer más agradables a la vista de los demás. Uras es vasto y sus diferentes formas de vida tienen un número considerable, sin embargo, están todos sujetos al ritmo de KIGAL que establece la vida, la muerte y el renacimiento. Si una forma de vida primitiva emanada de la Fuente desea instalarse sobre Uras, nosotros no podemos detenerlos. El KIGAL de Uras es un lugar donde los cambios son regulares. Es un mundo de cambio y dualidad.
-Este mundo irá a la ruina si los planes de los Gina'abul no se revierten ahora. Ustedes mismos están en peligro!
- Sí, no lo ignoramos, Subatam (reflejo brillante). Nuestra función principal era mantener el Ki de Uras para los emisarios de la Fuente. Lo hemos hecho durante muchos Limamu (milenios). Ahora, un maestro del Ki fue designado para su cuidado. Nosotros nos alegramos que se trate de su hijo. Nada sucede por casualidad Subatam. Nuestros fundadores no han sido realmente expulsados de Ti-ama-te (el sistema solar), pero se han retirado temporalmente para permitir la dualidad tomar sus derechos en este mundo en el que los procesos evolutivos del alma predominan en gran medida. Sin embargo, los fundadores siempre vigilan! Nosotros nos remitimos a tu criterio y al de tu hijo Enki. Si ustedes piensan que es juicioso que nos presentemos a sus hermanos, entonces es con alegría que nosotros os dejamos hacerlo.
Mamitu se puso de acuerdo con los dos Namlú'u sobre la forma de proceder, y estos últimos desaparecieron de nuestra dimensión en nuestro saludo. Sé'et y yo fuimos sacudidos por este encuentro un tanto sobrenatural e instructivo.
Era conveniente que la entrevista con mis Kuku se hiciera en el lugar. Estábamos relativamente protegidos sobre Aria gracias a las numerosas bases Ama'argi ubicadas allí. Sin embargo, Nammu estaba pensando en otro lugar. Pero nosotros no lo sabíamos por el momento.
Aproveché ese momento de suspenso para finalmente preguntar a Mam sobre el origen de los famosos policías Urmah. Mam prosiguió sin vacilar: "Los Urmah son guerreros formidables. Forman la milicia principal de los Kadistu. Cuando las situaciones difíciles deben resolverse, los Urmah son generalmente designados para poner orden donde no lo hay más. Los consideramos como el ejército del cielo, a veces como los soldados de la última oportunidad. Pueden ser bastante feroces. Ellos no abandonan la lucha así el Consejo Superior Kadistu se los demande! Su casa original se encuentra en Sipazianna (Orion). Como ya te lo he dicho, varias colonias Gina 'Abul dirigidas por tres Eres (reinas) sobrevivientes de la Gran Guerra se asentaron cerca de los Urmah. Este es un caso excepcional, porque los Urmah son bastante independientes. Sin embargo, esta combinación ha dado sus frutos a través de la creación de una raza híbrida que es, al parecer, notable. Paralelamente, los Urmah hicieron lo mismo aquí con los reales Babbar, lo que resultó en los Imdugud. Cuando pueden, los Kadistu que evolucionan sin mucha dificultad en la frecuencia del Ki se enfocan en mezclarse con las especies que luchan por elevar su nivel de frecuencia. El gesto de los Urmah fue para reequilibrar la conciencia Gina "Abul mezclándose con ella. En este caso, la presencia de un pequeño grupo Urmah dentro de los Kadistu a cargo de la planificación de Uras permitió instaurar un entorno de seguridad mínima. Cada planificador fue capaz de hacer su contribución a la construcción de este parque natural. Los sukkal fueron los responsables de la inserción de los vertebrados ovíparos. Los Nim a la cabeza de Uh (insectos) son los diseñadores de diferentes artrópodos que se encuentran aquí. Los Abgal de Gagsisá (Sirius) se han ocupado de una gran parte de la fauna marina y, especialmente, la marcación de las Sim-Kusu (ballenas) y los Kig-Ku (delfines), cuya función principal era reequilibrar la tasa vibratoria del Ki que estaba extremadamente baja en una época en que los Kingu habían sobrecargado Uras de gigantescos Husmus (reptiles salvajes). Estos son los Urmah que tuvieron la desgarradora misión de la limpieza del planeta dirigiéndole un proyectil destructivo. Gracias a esta intervención, y, posteriormente, la introducción de las Sim-Kusu (ballenas) y los Kig-Ku (delfines), la frecuencia del Ki pudo aumentar considerablemente, dándole una tasa vibratoria muy especial. Después, algunos Gina 'abul como los Kingu rojos tuvieron problemas para mantenerse más de 5 Udh (días) completos en el Ki de Uras. Los Babbar y los Imdugud parecen, por el contrario, tolerar bien esta frecuencia. Son muchos Los Kadistu que han aportado su saber no sólo en la fabricación de los Namlu u, pero también de las diferentes variedades de Adán (animales). Tú todavía no has visto un Urmah con tus ojos. Como su nombre indica, su cara parece el de un Pirig (león). Su aspecto felino está relacionado al de los felinos que ellos introdujeron aquí. La frecuente Intimidad entre los Urmah y Ti-ama-te (el sistema solar) no comenzó hoy. No es sorprendente verlos rondando todavía alrededor de la zona luego de la retirada progresiva de los emisarios de la Fuente al parecer inevitable. Esto nos muestra que nosotros debemos seguir confiando, los Kadistu siempre tienen un ojo en este mundo... "
El viento se puso a soplar con violencia, cortando en seco la presentación de mi progenitora. Ella se agitó de una manera inusual. Miró el cielo detrás de mí, y luego cerró los ojos entreabriendo los párpados. Una lágrima comenzó a rodar por su mejilla mientras que un trance repentino se apoderó de ella. Odio esos momentos cuando Mam se transforma a pesar de sí misma en una profetisa. Cayó de rodillas y en voz alta predijo la inminente llegada de mi creador y sus asociados: " está ahí, él llega, el asesino de nuestra soberana. Su proyecto es terrible! Los vientos furiosos soplan con él. Ella declina como una estrella fugaz en la noche, ella, la fiel embajadora de la Fuente que soñaba con una tregua definitiva para todos los Gina'abul. A la sombra del patriarca se desliza una carnicería, el seductor de las Naciones. El Sipad (pastor) del rebaño cuya marcha es vacilante. Sus designios son siniestros. La multitud lo honra a ciegas con una sola voz. Se colma de sus problemas y de su trabajo de la tierra... y ella tumba el Ama (madre), se sumerge en las profundidades del océano. Nadie puede hacer nada... La oleada, la inundación... "
Me di cuenta de repente de que el vestido blanco de mi madre parecía tener un brillo dorado. El viento redobló la intensidad y nuestras ropas se agitaban bajo la violencia de la tempestad. Sé'et fue empujada contra mí, sacudida por el soplido. Nammu abrió los ojos brillantes devenidos azafrán como el sol y de repente exclamó: "Tienes que huir, tienes que correr. CORRAN MIS NIÑOS, CORRAN!! "
Me volví hacia el océano y vi un ardiente resplandor abrazando el horizonte. Sin pensarlo, le pedí a Sé'et que tome el control de nuestro Gigirlah. Tomé a nuestra madre por los brazos, pero ella estaba todavía en trance. Ella se resistía; Sin embargo, intenté jalarla dolorosamente hacia la nave. Uno de los dos Namlú'u reapareció y me ayudó a llevarla. Una vez Mam estuvo segura, desapareció de nuestra dimensión. Nuestra nave despegó.
Salimos de Aria a toda prisa. Nuestro Gigirlah se precipitó en la Seka (apertura), dejando atrás la amenaza inminente. Las naves Ama'argi vinieron a unirse a nosotros, sin duda aquellas que estaban estacionadas en el continente. Contra todo pronóstico, recibí un mensaje telepático de mi creador: "La victoria es total! Reencontrémonos lo antes posible mi hijo. Ansío volver a verte”. Su mensaje sonó en mis oídos como una orden. Empecé a temblar. An no había cambiado y su victoria sobre su enemigo no había pacificado su humor inestable.
Miré a Mam mientras Sé'et estaba en los comandos. Ella progresivamente recuperó el ánimo. Ella nunca recordaba sus visiones, pero vi en su rostro cansado que ella sabía que nuestra Reina había perecido en la batalla final y que su nave se estrelló en pleno mar. Ella me sonrió lo mejor que pudo. Sus Sagra estaban abiertos, yo sondeé la situación. Yo no quería rencontrar a mi creador en el Abzu, no fuera que luego pusiera presión sobre mí para establecerse allí con sus soldados. Era necesario preservar la esencia del Abzu como un lugar de imparcialidad. La estancia en el abismo de Uras no había sido concedida a los Kingu, no podía serlo para los Anunna de An.
MAM interceptó mi incertidumbre y me tomó la mano. "No vamos a cambiar en nada nuestro plan. Nosotros presentaremos a la especie Namlu u a tus Kuku, pero en Kankala (África). Nosotros no les daremos una opción, " me susurró ella.
Fue así que este episodio excepcional fue programado. A nuestro regreso en el Abzu, me puse en contacto con mi creador con la ayuda del Kinsag (telepatía). La cita se fijó para un rencuentro en tres Udh (días) en Sinsal, la reserva de bípedos de Kankala. Esta demora voluntaria era una manera de mostrar nuestro monopolio sobre Uras. An y los suyos tuvieron que aceptarla con amargura.
El día de la reunión, descubrimos que el mar había cubierto momentáneamente la punta norte de Kankala (África) debido al maremoto que causó la caída de la nave nodriza de Tiamata. Cuando Sinsal estuvo a la vista, hicimos frente a la imponente armada victoriosa situada debajo. Desde lo alto del cielo, los guerreros de mi creador parecían un enjambre de moscas. Los primeros reflejos velados del sol se enfrentaban a la barrera nubosa. Una calmante luz suave bañaba el altiplano, donde una gigantesca nube de polvo se levantó hasta el cielo. Me pareció por un momento que el sol finalmente pudo atravesar las nubes malditas. Los Anunna no habían perdido su sentido de la disciplina, a pesar de la fatiga y el hambre. Sus filas eran rectas y bien cerradas. Debían ser casi 300.000. Todos no debían estar allí. Una voz resonó en mi cabeza: "La puntualidad es de rigor para este tipo de asamblea!" Era el tono amargo de Ansar, el creador de mi padre.
Nuestras naves aterrizaron frente al ejército reunido. Nosotros no éramos muy numerosos. Mam, Sé'et, Zehuti y Dim'mege me acompañaban. Estábamos flanqueados por una centena de Nungal, nuestros cuarenta Anunna y de 400 Ama'argi. El estupor recorrió las filas de mis Kuku (ancestros) cuando las tropas descubrieron la fisonomía de los Nungal. La blancura de su piel provocó un problema sin precedentes. Una voz se elevó de los grupos militares " quedan Kingu aquí, matémosles!" Nammu se interpuso violentamente y gritó en voz alta:
- Vuestra presencia en Uras es un atropello que no se puede tolerar. Vosotros no sois bienvenidos! Nosotros no tenemos que justificar nuestros lazos con especies específicas en este lugar de intercambio.
Mis Kuku (ancestros) salieron de la masa. Todos estaban presentes: Lahamu, Lahmu, Ansar, Kisar y An. Ninmah y Enlil seguían la procesión. Me sorprendí al constatar que Enlil no había sufrido la misma transformación que los Nungal. ¿Fue la asociación de los genes de Nammu y de los míos lo que había anulado su transformación en derivar Imdugud? Todo esto era increíble!
- Tú no has perdido tu sentido del poder, todavía das órdenes como tu difunta maestra, lanzó Ansar. Es inútil ser celoso, tu diseñadora no está aquí para cubrirte, ustedes están de ahora en más sujetos a nuestros mandatos divinos!
Decenas de Anunna de aspecto noble siguieron de cerca a los Usumgal. La mayor parte de estos últimos superaban a los hijos de An por tres cabezas. Escruté al azar la mente de uno de los Anunna para averiguar cómo yo era considerado a sus ojos. Una confusión rompía los corazones de los soldados: yo era a la vez el hijo de An, el que tenía el poder de comandarlos, pero también un cobarde que había preferido refugiarse en las faldas de su madre para no participar en el combate con ellos...
Enlil hizo una señal a los guerreros. Un alboroto creciente se escuchó en la atmósfera asfixiante. Un cuerpo fue arrojado por el aire y cayó pesadamente a nuestros pies. Otros tres siguieron. Estos eran cadáveres de un Kingu con la piel verde, un Kingu-Babbar, una Amasutum y un guerrero Urmah. Por primera vez, hice frente a un Urmah. Su piel era dorada como el sol y su abundante cabello de un tono ocre acusado.
- Esto es lo que hacemos de nuestros adversarios, dijo Ansar. Esto no es más que un pálido reflejo de la sangre que fue derramada a torrentes a causa de Tiamata y sus aliados. Es Enlil, nuestro campeón, el que nos llevó a la victoria. A él pertenece el derecho de administrar este territorio. Ustedes no son más que un puñado. Súmense a nuestro lado o todos ustedes van a morir!
Ninmah avanzó ligeramente hacia adelante y tomó un aspecto vanidoso. Su rostro resplandecía con polvo de Kùsig (oro). "Enlil, mi querido, fue proclamado maestro del Mardukù por todo el Consejo Usumgal. Los Altos dignatarios Anunna también votaron. Por sí mismo desde ahora tiene el derecho de administrar a los Anunna de Duku. A este efecto, le hemos asignado el título de MARDUK. No queremos más derramamiento de sangre. Vuestro destino está en vuestras manos ", dijo ella.
En un momento, la incertidumbre apareció en nuestras filas. Después de interrogar con la mirada a Mam, Dim'mege se adelantó y dijo: "En tanto que soberana de las Amasutum de Uras, yo no me opongo a la llegada de los Gina 'Abul sobre este planeta, pero que piensan los principales afectados? " An se sonrió, "Si seres más evolucionados que estos ridículos Ugubi (monos) existen en este planeta, que se muestren o que tiemblen para siempre delante de nuestras fuerzas!"
La reina de las Ama'argi levantó los brazos al cielo. Vi que ella estaba sosteniendo el cristal de Nammu. En ese momento, cincuenta Namlú'u se integraron en el Ki, apareciendo bien en el medio de las filas Anunna, empujando a los soldados sin cuidado y en total quietud. Un momento de frío pánico invadió las columnas Anunna que separaban sistemáticamente a los seres altos como las montañas.
Mi devoto Nungal, Zehuti (Thoth), avanzó hacia las tropas que se habían retirado a toda prisa y se unió a los Namlú'u reagrupados. Él se dirigió hacia Enlil que apenas se había movido y le dijo:
- En tanto que primer Nungal y miembro Kadistu por completo, yo me permito señalarte la santa presencia de los responsables de este lugar. Estas son criaturas increíbles que combinan todas las cualidades de los emisarios de la Fuente. Tu que quieres hacerte pasar por el Satam (administrador territorial) de Uras, debes tener el acuerdo de los Namlú'u, en nombre de la fuente de la que todos venimos y en nombre de tu creador Sa'am-Enki, maestro de este lugar!
A estas palabras Zehuti (Thoth) se prosternó delante del grupo de Namlú'u. Todo nuestro grupo hizo lo mismo. Todos los Anunna fueron cautivados por este gesto y por la visión de estos seres semi-etéricos cuya estatura se elevaba muy alto por encima de sus cabezas. Su reacción me recordó la que habían tenido los Anunna de doble polaridad que habían llegado junto con nosotros sobre Uras. Los Usumgal no emitieron ninguna palabra ya que no había nada que decir. An estaba febril. Enlil lo miró por el rabillo del ojo. Constatando que la situación se le escapaba, él intervino riendo nerviosamente:
-¡Nunca! Nunca me arrodillaré delante de estas criaturas con las que no tengo ningún parentesco!
-Ni siquiera delante de tu creador Sa'am-Nudimmud-Enki a quien le debes la vida como todos tus hermanos Nungal aquí presentes?, le preguntó Zehuti.
-No tengo ningún origen común con usted y tus hermanos Nungal, respondió Enlil. ¿He cambiado como todos ustedes? Tengo yo la piel blanca de estos traidores Kingú-Babbar? No reconozco ninguna autoridad, excepto la de mis padres con los que he luchado en el cielo. El que ustedes llaman Enki es para mí Nudimmud. Como hijo de An, es sólo un hermano para mí - pero no mi ascendente!
An se acercó con aire burlón.
- Enlil, mi hijo, agradezcamos a Nudimmud que conquistó este lugar para nosotros. Sus designios eran nobles. Él fue capaz de integrarse a los diversos engendros que componen este mundo que nos es desconocido. La información que él ha debido compilar y los conocimientos de su compañera Nammu nos serán de gran ayuda. Mamitu-Nammu, que todo el mundo sepa ahora que ella es también la progenitora de mis hijos, ella también, una visión apreciable de Uras.
Sin embargo, este lugar estaba bajo la influencia oculta de los Kingu en donde nos encontramos maestro, a pesar de la custodia de Nammu. Por su parte, Sa'am en su lugar resistió y su acto ilumina nuestros espíritus. Ningún Kingu parece haberse establecido aquí. Démosle gracias como han hecho ellos en denominarlo, nosotros también, ENKI. Es un nombre que suena bien a nuestros oídos. El señor del Ki es nuestro tutor que garantizará el desarrollo de la colonia que se establecerá en este planeta. Él tendrá que demostrar la determinación y el ingenio que testificó a nosotros en Dukù proporcionando una supervivencia preciosa a los Anunna. Todos estamos de acuerdo: no vamos a privar a Nudimmud de sus derechos. Dejamos la gestión completa de sus tierras, pero vamos a tener mucho que hacer con su Abzu y todos lo otros que abundan en Ti-ama-te (el sistema solar). Por esta razón y en reconocimiento a su valentía, el Gran Consejo Usumgal decidió que Enlil será el Satam (el administrador) en jefe de todas las explotaciones Anunna. Enlil y Enki trabajarán juntos para la supervivencia de nuestra colonia. Ninmah va a quedarse aquí junto con su Nitahlam (amante). Nuestros hijos se beneficiarán de su perfecto conocimiento. En cuanto a nosotros, vamos a completar la limpieza de Ti-ama-te (el sistema solar) de nuestros enemigos. Cuando hayamos completado nuestra misión, algunos volverán a Udu'idimsa con el Consejo Superior y otro se unirán a la colonia de Enlil aquí.
Me quedé sorprendido por el anuncio de mi Creador y la reacción de mi Alagni (clon). Por desgracia, nunca habían tenido el ingenio, o insolencia que a veces emanaba de mis Kuku (ancestros) y de Enlil. Sé'et no se detuvo allí; incluso antes de que reanudara mis espíritus, ella inmediatamente añadió:
-¡Qué manera divertida de manifestar vuestra gratitud a vuestro descendiente más cercano. El Consejo Usumgal ha perdido la razón? Conozco bien a Enlil y yo ya expresé mi sentimiento a su respecto en el último Consejo sobre el Duku. No es digno de confianza! Ansar había manifestado su desacuerdo conmigo en su intento de eliminarme ante toda la Asamblea. Mis sentimientos no han cambiado hasta el momento, yo no estoy de acuerdo de ninguna manera con esta decisión totalitaria! !
-Sí, yo te reconozco, eres Sé'et, la Santana en Jefe de las plantaciones en la ciudad de Adhal sobre el Duku, le replicó mi creador, la que maneja el tridente con habilidad. Estoy feliz de verte sana y salva. Es tu derecho no aceptar la decisión del Consejo Superior. Sin embargo, no podemos tolerar tal diferencia de juicio. El Alto Consejo no quiere correr el riesgo de ver la anarquía tomar nuestras filas. Así que les pido a los siete miembros del Consejo, del cual formo parte, que sean tan amables de votar en el acto sobre el exilio de la denominada Sé'et sobre Mulge (el astro negro), el planeta de los rebeldes.
An se volvió a la Asamblea levantando su brazo y contó los votos de los otros miembros. Todos levantaron la mano uno por uno: Lahamu, Lahmu, Ansar, Kisar y Ninmah, esta última habiendo tomado el lugar de Tiamata en el seno del Consejo Usumgal. An se volvió hacia mí.
- Nos falta la voz del sucesor de Abzu-Abba, me demandó mi creador. Pero yo creo que te opondrás a votar como nosotros. Poco importa, seis votos contra uno, las cuentas están hechas!
An hizo Un gesto a sus soldados de agarrar a mi hermana. Mamitu trató de intervenir, pero mi creador hizo un gesto que la detuvo en seco. Finalmente pude intervenir. Mi voz descarriló de una manera inesperada:
-Ustedes No pueden exiliar a mi hermana en Mulge (el astro negro). Ella se encontraría en gran peligro. Mulge y su satélite forman parte de vuestros objetivos militares...
-Por lo tanto, esta Nindigir (sacerdotisa) es la hija de Nammu; Razón de más para alejarse de Uras y de su colonia, lanzó An. Explica este extraño comportamiento, mi hijo.
- No, hay una razón -dijo Ansar. Nosotros la llevaremos a Udu'idimsa (Marte). Ella Será mucho más útil en nuestras manos que entre las de nuestros enemigos Kadistu...
Ansar comenzó a escudriñar con los ojos a Sé'et. Yo tenía un verdadero sentido de repugnancia, sentí que su proyecto era trastornado. Mi creador dudó un instante y asintió. Mi hermana fue a parar a manos de los soldados en un instante. Apenas tuvo tiempo para mirarme de manera insistente que ella ya había desaparecido entre las columnas Anunna ante nuestras miradas desarmadas. Ella Fue claramente dirigida a un Gigirlah. Mi otra hermana se adelantó e hizo valer sus derechos:
-Yo soy Dim'mege, soberana de las Ama'argi que viven en el corazón del Abzu. Mi ejército es fuerte y nunca ha hecho un pacto con los Kingu. Reclamo mi parte del negocio. Me gustaría, también, tomar parte en el contrato de distribución de las riquezas de Uras.
-Es tu derecho, replicó mi creador. Pero para eso, tu debes observar las formalidades con Enki, el diseñador del Mardukù, quien tiene a cargo la correcta aplicación de este texto que comparte ahora con Satam (el administrador) de las tierras sobre las que se desplegarán los Anunna. Tus Nindigir (sacerdotisas) y tú forman parte del antiguo Uga-Mus (Pueblo de la Serpiente). Como tal, las Ama'argi están obligadas a trabajar para la supervivencia de nuestros soldados...!
Dim'mege murmuró algo incomprensible, pero nadie le prestó atención. Ninmah se deslizó rápidamente cerca de mi creador y le susurró unas palabras. An levantó la cabeza y miró a los Namlú'u que se quedaron de brazos cruzados ante todo el alboroto. Mi creador no estaba muy cómodo, como si un trastorno aún hubiera poseído a sus soldados. Alzó la voz para hablar con los seres de luz:
- Lamento el espectáculo al que han asistido. Parece que ustedes son pacíficos. No tenemos ninguna objeción hacia ustedes. Vamos a trabajar en Ki y no se le hará ningún daño.
Los Namlú'u tomaron un tono rojizo que reflejó el ambiente general del lugar. Uno de ellos habló, y su rostro se transformó en el de mi Creador. El asombro fue general:
- Nosotros no nos reconocemos en sus acciones. Vuestras palabras reflejan el mal que los aqueja. Ustedes parecen estar perdidos en el seno de un desequilibrio continuo de la expresión de la Fuente. Esto les da una falsa visión del mundo que les rodea y los aleja de la paz interior. Puedan los emisarios de la Fuente que trabajan en su grupo llevarles la verdadera sabiduría. No se equivoquen de adversario! Los Opuestos siempre se atraen, no es una fatalidad. Tómense el tiempo para escuchar lo que se tienen que decir. Algunos manifiestan directamente su influencia, otros de una manera indirecta. Vean las acciones y tal vez incluso soporten el hecho de guiar vuestro linaje hacia la razón. El trabajo deberá venir de ustedes. Nadie lo hará en vuestro lugar. Ha llegado la hora de que nos alejemos progresivamente de esta densidad que está en gran peligro.
- Ustedes no pueden hacer eso, "dijo mi progenitora. No han sido creados para irse como los últimos Kadistu que trabajaron aquí, los necesito! USTEDES NO HAN SIDO PROGRAMADOS PARA ESTO!
- La emoción te gana, Subatam (brillante guardiana). Nosotros no Hemos sido del todo programados a diferencia de sus propias creaciones. Pareces olvidar a veces, pero esto se justifica por el hecho de que las hembras de Gílimanna (Bestiario Celestial) no participaron en nuestra concepción. Nosotros Somos meros conductos conectados a la Fuente. No tenemos ninguna obligación concreta, excepto el de que la luz se propague. Nuestros diseñadores han dejado esta densidad para permitirles experimentar sus ideologías. Esta búsqueda que guía sus corazones ha durado por varios Limamu (milenios). La llegada de todos estos soldados forma parte de la fase final de la obra de Gílimanna (Bestiario Celestial) en Ti-ama-te (el sistema solar). Esta fase tomará el tiempo que se tardará en realizarse plenamente - ¿Pero ella llevará al Gílimanna a un callejón sin salida si persiste por este camino. Quedarse con el Gílimanna mientras que ponen en marcha la fase más dolorosa de su proyecto destructivo, equivaldría a un suicidio para todos nosotros. Subatam (brillante guardiana), guarda tu energía para ayudar a los tuyos. Usted no nos necesita para finalizar el trabajo de su vida. Os dejamos, por ahora, pueda la razón ganar para que nunca corran el riesgo de perderse en el tormento eterno...
Oí un "buen viaje" elevarse del grupo de mis Kuku (ancestros). Los Namlú'u desaparecieron de nuestra realidad empujando algunos Anunna. ¿Era esto un "adiós" o simplemente un "hasta luego"?
Un desorden creciente ganó a los Alagni (clones) de mi creador y de Ninmah. Recorrí las mentes de los soldados. Una ansiedad general se hizo mientras resonaba un murmullo. Los Anunna pensaban encontrar en Uras un lugar idílico, un oasis de descanso donde pudieran comer y volver a la lucha. Ellos no esperaban encontrar aquí una forma de vida más avanzada que la propia. La visión de los Namlú'u y los designios de estos revelaron una existencia totalmente diferente. A pesar de la desaparición de los seres de luz, el clamor estalló en las columnas. Una cierta desorganización ganó las tropas, que se retiraron a sus Gigirlah y regresaron al cielo. An estaba desamparado.
Mis Kuku Ninmah y Enlil estaban furiosos. Nosotros Regresamos a nuestras diferentes naves. Zehuti se había preparado para viajar con Nammu y yo, pero mi progenitora le indicó con un gesto brusco de embarcarse en otra nave celeste.
Me deslicé dentro de la Gigirlah con los reflejos brillantes. Una vez instalado, tomé mi cabeza entre mis manos para despertar de esta pesadilla. Mam se deslizó rápidamente a mi lado, retiró las manos de mi cara y me abofeteó varias veces. Ella nunca había hecho esto antes: "Yo que creía que tenías la virtud de un Kiristi, me dijo, estaba equivocada! Dejas que tu hermana se aleje de ti. Ella no ha dejado de trabajar a tu lado sin que tú te des cuenta. Ella estaba con usted y yo al crear a los Nungal. Es ella la que te dio su Uzug (menstruación) durante la prueba de fuego del As. Tu no lo sabes sin duda, pero Seet te cubrió cuando tú te ocultas en las plantaciones en Duku escapar el rito de entronización. Ella ha celebrado a tu lado el oficio sagrado que te asoció con el eterno femenino. Cuando se enteró, como yo, que yo era tu progenitora, y que ella percibió que tu relación conmigo sería breve, ella vino a mí y me preguntó por el derecho de santificarte como su Nitahlam (amante). Yo Me he negado, porque ella no estaba lista todavía. A pesar de este rechazo temporal, ella te ha dado su mirada de vida sin mi conocimiento. Sin duda tu has encontrado banal que una Nindigir de esta clase ofrezca su Uzug (menstruación) fuera de un rito de iniciación? ! pobre Incrédulo !!! Esto que Sé'et ha hecho no debe ser tomado a la ligera. Ella está ligada a ti de por vida. Ahora que ella ya no está allí, yo no puedo garantizar tu seguridad. La densidad del Ki Urasiano (terrestre) es un traidora para los machos de nuestra especie cuyo linaje proviene de Urbar'ra (la constelación de Lyra) ... ¿Tu Estás afiliado con Urbar'ra por tu creador y tu terminarás por experimentar amargamente esta realidad si Sé'et no regresa pronto a ti ... Es hora de que tu crezcas mi hijo! "
Mi progenitora tenía este tipo de tono moralizante que me exasperaba profundamente y me bloqueaba sistemáticamente! Mam no parecía saber nada acerca de los lazos que me unían a Sé'et. Damkina (Nammu) sabía que la boca de satén de Sé'et había muchas veces devorado la mía y su lengua había lamido mi cara varias veces? ¿Sabía ella que Sé'et y yo habíamos jugado juegos eróticos de lo más imaginativos con el fin de satisfacer nuestras pulsiones, evitando ir demasiado lejos para no traicionar su confianza?
¿Cuántas veces tuve yo que fingir no ver la Gala (vagina) de Sé'et humedecerse para recibir mi palo de vida? ¿Cuántas veces mi prometida levantó sus telas ondulantes, empapada de sudor, y ella me permitió beber en secreto directamente de la fuente? La mirada brillante y cómplice de Sé'et me hacía cada vez considerar que ésta era la recompensa por mi abstinencia. Nos estrechamos fuerte durante Danna (horas) enteras. Sé'et y yo siempre habíamos tenido el sentimiento de formar uno. Mi prometida me faltaba ya cruelmente...