5
LA SOMBRA
GA'ANZIR
"[... Entonces apareció] un aborto
sin consciencia. Como una sombra, se formó en una vasta sustancia
acuosa. La cólera nacida de la sombra fue así expulsada en una parte del
caos. En aquella época, apareció una (nueva) sustancia acuosa y este
muérdago que había penetrado en ella fluyó, apareciendo en el caos. Al
igual que en su casa que da a luz prematuramente, todos sus excedentes son
rechazados, así era la sustancia [acuosa] nacida de la sombra y expulsada
aparte. La sustancia no había salido del caos, sino que estaba más bien
dentro del caos, en una región del mismo. "
NH II, 5 -Del origen del Mundo, 99.9 -99.22
Gírkù-Tila
Nuréa / Dili-ME-la
"Los lti (meses) pasaron dentro de la
excitación e inquietud. Barbélu fue varias veces al Palacio de Ónix e
inspeccionó la sala de incubación abandonada hace mucho tiempo por la
realeza. Allí, se encontraba la Inkubara [[1]] con sus tres grandes fosas anchas y ovales
cavadas en la cámara de ovoposiciones, en torno a las cuales las santas
soberanas velaban pacientemente día y noche. La ovoposición real y la
incubación formaban en otros tiempos dos rituales públicos que reunían a
grandes multitudes. Filas interminables avanzaban en silencio para
contemplar el milagro de la vida. Aquí se llevaban a cabo en alegría, los
nacimientos de los linajes reales antes del advenimiento de las Agarin de la
Sombra. Los nacimientos en el mundo de sus antepasados se realizaban al
lado, en la antesala secreta separados por los tabiques Mar de metal denso,
razón por la cual estas ovoposiciones se llevaban a cabo en la más estricta
confidencialidad. Una de las hermanas de Barbélu custodiaba este lugar
sagrado que las personas visitaban como una pieza de museo.
Después de varios Limamu (milenios), los
Musidim emplearon cada vez con más frecuencia las Uzumua (matrices
artificiales) para diseñar a sus descendientes. Cada soberana procreaba
aun de forma natural, pero en otro lugar en las alturas de la ciudad, cerca del
palacio real del Templo Alto. Por lo tanto, los rituales se convirtieron
en acontecimientos privados lejos de la gente y de las festividades. El aumento
de las Agarin de Pistés trastornaba completamente los hábitos de los Forjadores
de Vida. Una ley aprobada después de la guerra obligaba a las madres a dar a
luz de forma natural no más que una sola vez en sus vidas. Se controlaba
estrictamente cada nacimiento y los sacerdotes del Gran Oráculo examinaban
minuciosamente a cada niño. Redoblando la atención cuando era una hembra.
Además, el auto-engendramiento fue completamente prohibido y condenado
severamente.
Como venganza, a las Matriarcas Oscuras, les prohibieron
toda procreación natural y las exiliaron al segundo astro de la Casa-Madre. El
primer linaje de Matriarcas de Suhia se encontró con la imposibilidad de dar a
luz y de perpetuar su familia. Una especie de anatema había golpeado su
existencia, porque todas pertenecían, a pesar de sí mismas, al pesado pasado de
las Reverendas Agarin. Su punto común con estas últimas creó una
verdadera desventaja. Además, la traición de su madre Suhia no ayudó de
ninguna manera a su situación. Sin embargo, con su amabilidad constante durante
varios Limamu (milenios), en el seno de los Forjadores de Vida, y su gran
capacidad intelectual, aportaron mucho a la Casa-Madre desde el punto de vista
científico. La familia real eventualmente les otorgó el derecho a multiplicarse
por clonación usando las matrices Uzumua, pero cada nacimiento estaba bajo un
control estricto.
Mientras que el primer linaje de Matriarcas
vivía en Dubkù, el segundo se mezclaba con la población de Mulmus como fue el
caso de Barbélu, digna descendiente de las guardianas del programa NUMUN. A
diferencia de los antiguos Musidim, Barbélu y sus hermanas fueron dadas a luz
en una matriz Uzumua. Ninguna conocía la felicidad de salir del huevo y el amor
de una madre, o incluso el de un padre. Ninguna tuvo la alegría de crecer
como los antiguos Musidim, rodeados por los brazos maternales y el afecto.
Las Matriarcas Oscuras vivían a la sombra de sus predecesores con la
imposibilidad de dar vida, una vida vibrante estaba enterrada en cada una de
ellas.
Barbélu poso numerosas veces sus ojos en las
tres fosas y en la fuente en el centro de la cámara de las ovoposiciones.
Estos instantes de recogimiento le procuraron una rara intensidad.
Soñaba con nostalgia con aquella era bendita que les permitía experimentar
plenamente la naturaleza maternal en la plenitud de la procreación. Ella jamás
daría a luz. Las Matriarcas se habían conformado. El temor de revivir el
desencadenamiento de las Madres de la Sombra había tenido prioridad sobre las
leyes de la naturaleza.
*
* *
La erudita
de los archivos sagrados dudó durante mucho tiempo antes de ir al Templo Alto.
Aún tenía que afrontar la mirada y las palabras de sus predecesoras, las
Matriarcas Oscuras. Luego de salir de la matriz Uzumua, una máquina la
seleccionó para trabajar entre cuatro paredes en nombre de la ciencia.
Esta misma máquina transmitía con frialdad su nombre: BAR-BÉ-LÚ, "El
Espíritu que se comunica con el macho". ¿Por qué esta maldita cosa
mecánica la había reducido, desde el principio, a una mente simple? Nunca supo
la razón. Curiosamente, BAR también significa "extranjero".
Ciertamente Barbélu se consideraba a sí misma tanto como una extraña en
este templo de Jade con sus instrumentos de cálculo como únicos compañeros,
junto a sus conos de cristal y a sus colegas machos, individuos únicos con los
que ella se comunicaba al mínimo. Sin embargo, ella tenía una buena
relación de trabajo con uno de ellos, su ayudante Mantara.
Ella pasó
su vida prácticamente sola sin buscar jamás cualquier contacto externo.
Su vida social se limitaba en torno a la ciudad, para salir a comer o a
bañarse en el lago del oeste. Nunca se demoró, prefiriendo trazar su
camino, con la cabeza abajo y rozando las paredes. A veces viajaba hacia
Hul, el planeta más cercano del sistema, para recoger sedimentos de roca que
posteriormente traía para su análisis. Por esto, utilizaba una nave para
sus experiencias de estratigrafía y de recolección de rocas de diferentes
planetas: una antigua máquina voladora Zuma de tipo 5. Un dispositivo
ciertamente algo tosco, pero lo suficientemente eficaz como para realizar, en
vuelo tradicional, un ida y vuelta de Kastu a Hul en 1 Udh (día) solamente.
Barbélu aprendió a navegar con esta vieja carcasa del tiempo de las Reverendas
Agarin. La tecnología del dispositivo estaba basada en el
electromagnetismo. La nave producía un fuerte campo magnético que le
permitía deslizarse entre las dimensiones en donde la velocidad de la luz no es
en absoluto la misma. Este proceso le permitía alcanzar velocidades
extraordinarias en el sistema estelar de los Forjadores de Vida, sin tener que
pasar a través de los túneles atemporales.
En resumen,
la solitaria Barbélu sólo mantuvo relaciones, esencialmente dictadas por
razones profesionales con sus colegas de los archivos reales del Palacio de
Jade. Sola, la Matriarca Oscura trabajaba en esta parte de la capital,
donde todos habían olvidado su singular filiación. Todas las otras
Matriarcas presentes en Kastu servían en los templos religiosos o a la realeza;
Barbélu nunca se juntaba con ellas. Dura trabajadora, la
astrofísica-archivista encarnaba el valor y la discreción.
Una noche,
después de muchas dilaciones, cuando el día llegaba a su fin y la cúpula
transparente dejaba entrever las estrellas, Barbélu tomó su coraje con ambas
manos y se precipitó a las alturas de la ciudad real. Ella no iba a visitar el
templo, ¡se dirigía al palacio real! ¿Cómo lo abordaría? ¿Tendría
la audacia de agitar bajo sus narices el resultado de sus conclusiones y
decirles: "Yo sé todo, el secreto ya no lo es"? Para la ocasión
ella portaba el tocado arco iris de las sacerdotisas cuyas órdenes provenían de
la familia real.
En el
camino, el sonido de las vajillas y cubiertos llegaron desde lejos, algunos
cenaban a esa hora, otros descansaban o rezaban. Las líneas delgadas de
la ciudad se mezclaron con los colores sutiles de estanques y ríos. Ella
apreció los maravillosos olores que exhalaban de los jardines con canales de
riego alineados con las flores. Los Forjadores de Vida tomaban el agua
helada del subsuelo de Kastu para distribuirla sobre la superficie. Como una
suave caricia, una pequeña llovizna se difuminaba sobre rostro de Barbélu. Ya
de noche, había comenzado la humidificación del suelo y de la vegetación con
una amplia pulverización que se prolongaba hasta la mitad de la noche. Durante
el día, siempre hacía buen tiempo bajo la cúpula planetaria cuya película fina
captaba y propagaba los rayos de la luz divina del sol.
Una
multitud considerable se reagrupaba diariamente alrededor del Templo Alto y de
su palacio de bloques macizos de Jaspe rojo donde residía la familia real.
Cada noche, los sacerdotes del Gran Oráculo lanzaban bendiciones a la
multitud en el patio erizado de pequeñas pirámides. La multitud era tan
densa que algunos se encontraban, a pesar de ellos, empujados contra la sombra
de los grandes pórticos que rodeaban el palacio real. Los sacerdotes
encendieron los faroles de plata cuando Barbélu se abrió paso entre la multitud
alegre. Ella cruzó el umbral del palacio, mientras que un hombre vestido
de negro se adelantó a su encuentro. Con un vistazo rápido se dio cuenta
de que se trataba de una Matriarca en servicio. Con un movimiento de su mano,
la invitó a penetrar aún más cuando le pidió que por favor se cambiase
rápidamente. Entró en la sala grande, débil y temblorosa, pero con un
propósito. La habitación susurraba por el frotamiento rápido de las
sandalias sobre las baldosas y, bajo el efecto de corrientes de aire creadas
por los vestidos de hilado de las sacerdotisas de una habitación a otra, las
cortinas diáfanas ondulaban en una armonía que habría podido considerar
calculada. Todo un mundo discreto y eficaz se apresuraba al servicio de
la familia real. Bandejas humeantes llenas de comida y de vajillas finas
circulan en un ballet incesante. Un grupo de músicos afinaba con
delicadeza instrumentos de cuerda, muchos de los cuales tenían enormes cámaras
de resonancia. Verdadero ritual, el banquete de la noche constituía la
única comida del día para la familia real. Tal coreografía, de platos y
grupos musicales se sucedían en un flujo ininterrumpido con el fin de evitar
todo tiempo muerto.
Una sombra
apareció detrás de una de las cortinas y, con un soplo discreto, llamó la
atención de la erudita. Volvió la cabeza y vio un brazo agitarse sobre el
que brillaba una pulsera pesada. "Ven, sígueme", dijo una pequeña
voz. Barbélu se sorprendió al obedecer de manera espontáneamente a esta seña desconocida.
A continuación, se dirigió hacia la parte inferior de la sala principal,
corrió la cortina pesada y descubrió un pasillo descendente en el que había una
silueta que se retiraba con un susurro no sofocado. Barbélu siguió a un
paso inestable. Algunas piedras de fuego, establecidas en el suelo, daban
una luz tenue al subsuelo. Después de un viaje enigmático en este túnel
sin fin, la joven erudita levantó una nueva cortina opaca que le mostró una
gran habitación con poca luz donde flotaba un olor a incienso recién quemado.
- Entra y
quítate el calzado, muchacha.
Barbélu
dejó sus sandalias y sintió el frío suelo bajo sus pies súbitamente enfriados.
Con la espalda encorvada, incómoda, aventuró una mirada circular. No
había ninguna luz externa en la habitación. En el medio de un montón de
cojines, cuatro Matriarcas Oscuras estaban allí, agazapadas en la penumbra,
bajo la luz de aquellas llamas vacilantes. Todas llevaban la misma ropa y
joyas, constituidas de un vestido verde adornado con bordados, y telas
brillantes adornadas con pesados brazaletes y pectorales de doble serpiente.
Sus tocados concordaban con sus sandalias de cuero con incrustaciones de
joyas multicolores. Hermanas gemelas para la eternidad, ellas portaban el
mismo rostro que Barbélu. Sin embargo, a juzgar por su comportamiento,
estas Matriarcas pertenecían al primer linaje, el de Suhia. A diferencia
de Barbélu, conocían la alegría del entorno de un mundo natural, porque ninguna
de ellas provenía de una matriz Uzumua. Una de ellas la invitó a sentarse
con una mirada austera y comenzaron a hablar de manera cortante:
- Su
mascarada es conmovedora. ¿Venir a molestar a nuestros gobernantes y a su
familia en plena comida, para anunciar qué?
La otra
tomo la palabra:
- Creo que
se trata de secretos ocultos y no sé qué conspiración ocultada por nuestro rey
y nuestra reina...
La tercera
reanudó de inmediato:
- Nosotras
seríamos todas cómplices, tus hermanas mayores...
Y la cuarta
declaró:
- Habría un
problema de espacio-tiempo. ¡No se debe cruzar a través del Valle de las
tempestades! ¿Has olvidado que todas estamos conectadas por el poder de Niama,
razón por la cual sabemos tus planes?
Se quedaron
en silencio a la vez y miraron Barbélu con una mirada desdeñosa. Se
instaló un profundo silencio, añadiendo aún más peso a la atmósfera. La
joven científica palideció y trató de dialogar:
- Yo...
- ¿Sí?
Lanzó una de las Matriarcas.
- Yo...
creo que ustedes no entienden. Yo fui solicitada para este trabajo hace
muchos Iti (meses). Acabo de enviar el resultado de mi investigación.
- ¡Bueno,
nos lo puedes transmitir a nosotras! Estamos capacitadas para decirte si
puedes molestar a nuestros gobernantes.
- Bien,
respondió Barbélu totalmente aturdida. El largo reinado de las Agarin de
las Sombras provocó la ira entre los sacerdotes del Gran Oráculo, debido a que
el retorno de los soberanos Ea'am y Pistés parecía interminable a los ojos de
la población de la Casa-Madre. Tras estudiar los archivos del Palacio de Jade,
pude ver que los cambios políticos que tuvieron lugar durante la ausencia de
nuestros soberanos, provocaron una energía que repercutió sobre el conjunto de
nuestro Sistema Solar. Este cólera es cuantificable de la misma manera
que la energía.
- No
entendemos en lo que te estás metiendo, dijo una de las Matriarcas superada.
- Un
momento, si me lo permites, dijo Barbélu. Todo evento, feliz o trágico,
se refleja en cada uno de nuestros mundos. En términos concretos,
nuestras formas de pensamiento y acciones afectan el flujo del tiempo,
cambiando el curso del tiempo. El dispositivo Zida de Ea'am y Pistés
desapareció al comienzo de su viaje, pero siempre estaba presente en otro
espacio-tiempo, como una energía dual. Conocemos este efecto desde hace mucho
tiempo y este actúa como un eco en el tiempo transcurrido. Cada objeto,
desde el más pequeño al más grande, al igual que nuestros planetas, genera lo
mismo. Sabemos que nuestra mente, así como la fuerza del Niama (fuerza
vital), puede cambiar este fenómeno y desviarlo. El efecto de masa generado por
los pensamientos y los conflictos políticos que surgieron durante la ausencia
de los soberanos repercutieron gravemente sobre estos últimos causando un
problema de anclaje durante su viaje. Un obstáculo dramático que les
impidió sincronizarse con nuestra realidad y nuestro tiempo. Nunca
podrían volver debido a este hecho que nadie tuvo en cuenta. He
encontrado el registro geológico de este evento sobre Hul. Los análisis
de los sedimentos rocosos en ese período en particular son muy claros y
muestran una cantidad anormal de luz solar durante casi 2.500 Muanna (años) de
Hul, independientemente del ciclo solar común que es aproximadamente el 13
Muanna de Hul. 2500 Muanna corresponden exactamente al tiempo entre la
salida de la pareja real y el regreso solitario de la reina, seguido por el
levantamiento de las Agarin de las Sombras. Sobre la base de este
principio de resonancia, he comprobado los períodos solares registrados ya que
lo hemos estado haciendo por casi 230.650 Muanna de Hul. He seguido nuestra
historia a través de la resonancia de los planetas de la Casa-Madre así como de
los ciclos solares. Todo confirma que existe una interacción entre
nuestros pensamientos y algunos ciclos solares, al igual que para la resonancia
general de todo nuestro Sistema Solar.
- ¿Quieres
decir que sacrificamos a nuestros soberanos por el desconocimiento de este
mecanismo? - Le preguntó una de las Matriarcas.
- El
dispositivo Zida sin duda se encontró con grandes dificultades para recuperar
su punto de anclaje original en Dubkù. El viaje neuronal es falto de fiabilidad
en este caso en particular, sobre todo si los elementos externos son
perturbados. Desde el principio, la máquina Zida nunca debió haber sido
alojada en un recinto común, sino en un cobertizo de metal denso, lejos de
cualquier influencia como el de los campos electromagnéticos. Esta
precaución era elemental, en mi opinión, pero no era suficiente. Éa'am y
Pistés están definitivamente agotados y finalmente fuera de sincronismo, razón
por la cual no llegaron al mismo tiempo. Su lazo, una vez roto, suprimió su
percepción mutua. Éa'am debería haber esperado a su reina que
eventualmente sería devuelta, lo cual ocurrió, luego. ¡Qué locura fue
dejarlo volver a partir! La Reina Pistés cometió el mismo error. ¿Habrán
sucumbido en los corredores del tiempo? Sólo la Fuente sabe dónde están
ahora. La cúpula de mortero, cubierta con tierra, es hoy en día una
compresa para sentirse bien y para ocultar nuestra responsabilidad colectiva.
Un
escalofrío recorrió la espina dorsal de Barbélu al momento en que se dio cuenta
de lo que había declarado. Ella apartó la mirada para posarla sobre sus
hermanas. Ellas lloraron amargamente. Totalmente abrumadas por una
emoción inesperada, las lágrimas llenaron sus ojos.
- Lamento
provocarles esta pena - dijo ella con dificultad.
- No lo
lamentes - respondió una Matriarca secando sus ojos - Siéntete
agradecida. Nuestro corazón es pesado, muy pesado. Nada de esto
debería haber sucedido.
- Ahora
entendemos mejor las razones de esta tragedia - continuó otra hermana -
Las Agarin no eran responsables de esta situación, al menos no
directamente. Sabemos que durante la ausencia de Éa'am y Pistés, los sacerdotes
del Gran Oráculo se reunieron muchas veces para meditar, complotar y practicar
la magia para llegar a las Agarin. El estallido de la espiral infernal
comenzó allí. Saber que somos totalmente responsables de esta trágica
historia nos conmueve profundamente.
- Eso no es
todo - Dijo Barbélu. He comparado el ciclo normal de nuestro sol que es
de 13 Muanna de Hul, con el de Dapinu, el planeta más masivo en la Casa-Madre;
he encontrado que la revolución de Dapinu es casi idéntica a la de nuestra
estrella. La posición y el ángulo de Dapinu juegan un papel importante al
determinar el ciclo de manchas solares [[2]]. Además,
las resonancias de Dapinu y de la Sombra Ga'anzir son perfectamente semejantes.
Inoportunamente, nos encontramos en el mismo brazo galáctico que Sipazianna (Orión)
y su Sombra Ga'anzir donde la primera cepa de los Forjadores de Vida efectuó su
aborto estelar. Los caminos de luz generados por esta fisión siguieron el flujo
plasmático de uno de los brazos galácticos que provenían del corazón de Anriba
(nuestra Galaxia). Los nuevos vórtices atemporales, creados en Sipazianna,
bajaron la corriente natural del brazo galáctico y sus nubes moleculares para
atravesar el sistema estelar de Mulmus y conducir hasta el borde de la Vía
Láctea. Esto indica que el conjunto de nuestro sistema solar está
conectado a esta zona sombría de Ga'anzir. Creo que nuestros ilustres
antepasados del tiempo de los soberanos Éa'am y Pistés descubrieron esto y que
se programó la misión Zida por esta razón.
- Lo que
nos revelas hoy en día es increíble, querida. ¡Debes conocer a nuestros
soberanos en el acto!
La Matriarca
hizo un gesto con la mano en dirección al fondo de la sala. Una
sacerdotisa realizó una inclinación como un asentimiento y salió corriendo
precipitadamente.
- ¡En
cambio, debes acostumbrarte a no pensar en nada! Esto te va a resultar muy
desagradable al principio, pero te acostumbrarás - lanzó otra Matriarca.
- ¿No
pensar en nada? - preguntó Barbélu sorprendida.
- Sí,
nosotras lo evocamos desde que llegaste. Estás tan acostumbrada a una
vida solitaria, sin ninguna relación con tus hermanas, que este detalle se te
escapó. Nosotras, Matriarcas, captamos todo y debemos velar para ocultar
nuestros pensamientos entre nosotras y con los demás.
- Ahora me
explico estas palabras que a veces escucho cuando me encuentro con una de
nosotras. Pensaba que era la única con esta facultad...
- Era la
nuestra, pero nosotras, siempre la hemos conocido. Te arrebataron de tus
hermanas desde tu salida de la matriz Uzumua y no conociste ninguna enseñanza.
Tu destino ha sido trazado desde tu puesta en el mundo.
- ¿Jamás
has entregado tu cuerpo a un varón? - pregunto otra Matriarca. No,
aparentemente. Sin embargo, nuestra belleza común y la iluminación que
compartes con cada una de nosotras, podrían ser formidables instrumentos de
seducción.
- No me
gusta la ambigüedad de las relaciones y su llamarada de deseo sin control.
- Te gusta
el control, ¿no es así?
- Aprecio
mi libertad y tener control sobre mi vida. Simplemente no encontré a la
persona adecuada con quien compartirla.
- Hemos
seguido de cerca tu trabajo y tu controvertida teoría sobre la naturaleza de la
firma que se esconde detrás de la Bùranna (agujero negro) central de Anriba
(nuestra galaxia). ¿De acuerdo contigo, Anriba resultaría de su Bùranna que
nuestros científicos, a los que perteneces, llaman la Región de Luz Meka?
¿Esta Región Central es el resultado de una manipulación artificial, es
así?
- Sí, su
firma es demasiado débil para asumir un colapso gravitacional ordinario como en
las otras Vías Lácteas. Es que allí hay casi una ausencia de emisión
energética, es como si nuestro Bùranna central estuviera cerrado y privado de
su alimentación natural. Descubrí firmas similares en Sipazianna (Orión),
particularmente en la región de la Sombra Ga'anzir. Sabemos que hay fallas
distintivas producidos por nuestros antepasados para ocultarse de los
Kingalam. Nuestra Región de Luz Meka funciona como una puerta que queríamos
bloquear la cerradura desde el exterior para evitar cualquier transmisión de
información en el centro mismo de nuestra materia.
- ¿Según tú,
el Bùranna (agujero negro) Meka [[3]] sería un
defecto causado por nuestros antepasados?
- Es
posible, pero esa eventualidad sobrepasa grandemente nuestra concepción del
Universo. Esto implicaría que nuestros antepasados habrían venido de
otro Universo y que este acto incomprensible en nuestros ojos fue ocultado con
el deseo de privarnos de nuestra historia...
- ¡Es
absolutamente impresionante! Sin embargo, evita hablar de todo a aquellos
que te presentaremos. Ahora que te hemos revelado que nuestra comunidad
te tiene en gran estima, más allá de lo que ya disfrutas con nuestros
científicos, esto te llevará a enfrentarte a la familia real. ¿Alguna vez
los conociste?
- No,
nunca, sólo tengo 153 Muanna (años).
- Efectivamente,
eres muy joven - lanzó una Matriarca totalmente sorprendida.
- ¿Por qué
es eso importante? cuestionó Barbélu.
- Es
importante tener experiencia. Con la práctica, nuestras decisiones e
iniciativas pasadas se nos presentan bajo diferentes luces. Eres
demasiado joven para partir...
- ¿Partir?
¿Partir a dónde?
- Deja
estas cuatro paredes para ir al encuentro de tu verdadero destino.
El corazón
de Barbélu se aceleró. ¡Ningún otro destino que el fijado por la vulgar
máquina de nacimiento podía ser cambiado! ¿Cómo este destino solitario
cambió hacia otro cuando el destino la había elegido para estar al servicio de
sus semejantes a costa de un trabajo duro y agotador?
- Pero para
esto, - continuó una Matriarca - deberás encontrar a tu contraparte, de lo
contrario no será posible.
- ¿Mi
contraparte? exclamó inocentemente.
- Sí, tú
sabes tan bien como nosotras que todo viaje interestelar es preferible en modo
neuronal para cruzar más fácilmente la barrera del tiempo y el espacio como nos
has recordado de manera tan brillante. Completamente desconcertada,
Barbélu no sabía qué decir. Un torbellino de pensamientos abrumaba su
mente. ¿Sería posible dejar su propio trabajo para viajar a las
estrellas? En ese momento, una voz detrás de ella anunció que todo estaba
listo.
- Bueno,
que nos esperan. Estas a la altura, tu destino será aún más brillante.
- Por otra
parte, - continuó otra Matriarca, - ya que nunca has conocido a la familia
real, te recomendamos que prestes mucha atención a las palabras que pronuncies,
así como a la manera en que mires a nuestros gobernantes. La reina es bastante
particular, la abuela aún más. Es a ella a quien debes darle una buena
impresión.
- También
te recomendamos que ocultes su juventud, - dijo otra hermana. Nuestros
gobernantes te van a preguntar sin duda. Párete derecha, levanta la cabeza
y no te curves hacia atrás. ¡Tú eres una Matriarca! Es inútil que
lo ocultes por más tiempo. Por la Fuente, ¿que son estas ropas estúpidas?
Tu cuerpo ahora tiene la forma de un adulto, tienes que renunciar a ésta
ropa suelta que oculta tu belleza y te afirma esa falta de confianza, una
sinceridad innecesaria.
A estas
palabras, con una señal luminosa de su mano, la Matriarca dio una orden.
Un momento después, dos sacerdotisas regresaron con la ropa. Las
hermanas le ayudaron a probarse varios vestidos y se quedaron con en el vestido
tradicional de Matriarcas que consiste en una funda blanca donde el perfil
ventajoso moldea el cuerpo y los muslos. A continuación, adornaron su
cabello con el famoso arco iris de metal. Barbélu se sentía totalmente
apretada en este vestido que se ponía por primera vez en su vida. Fue
maquillada rápidamente. Los párpados fueron sombreados de negro y azul
oscuro que se intensificaba con la profundidad de sus ojos. Ella no
recordaba que alguien alguna vez la hubiera maquillado. Sobre las
sandalias abrocharon piedras multicolores. Esta rápida pero cuidadosa preparación
se había completado, le trajeron un espejo pesado para que pudiera apreciar su
belleza. Barbélu no se reconoció, pero fingió disfrutarlo. Se
concentró en pensar en nada. Un nuevo día, un día de truenos se
presentaba ante ella. Esa tarde marcaría una bifurcación brutal de un destino
que parecía trazado de antemano.
*
* *
La erudita
y las cuatro Matriarcas salieron de la habitación para circular por un pasillo
oscuro. En circunstancias normales, habría continuado su conversación en
el camino, pero esta situación inusual la había inhibido completamente.
Se sentía como una princesa lanzada como alimento para el placer de la
nobleza. ¡Un verdadero torbellino causaba estragos en su cabeza hasta que
una de las Matriarcas le dijo de manera cortante: "Para la Fuente, sin
pensar en nada, puedo captar todo!" A su vez, las grandes Nin
(sacerdotisas) le reprocharon con dureza sus debilidades y fallas al tiempo que
le prodigaban consejos. Barbélu se dio cuenta de que tendría que "hacer
hincapié en las resonancias entre el planeta Dapinu y la Sombra Ga'anzir",
pero ella ya no las estaba escuchando. Se centró en cambio en el túnel y se dio
cuenta entonces que conectaba el palacio al sótano del Alto Templo.
El grupo
pasó la pesada cortina que separaba el corredor del gran salón y se dirigió a
la sala de banquetes donde las alcanzó una intoxicante música y voces.
Sobre uno de los costados abovedados, se levantaban varias voces de las
cocinas. Las sacerdotisas estaban ocupadas clasificando las cestas llenas
de verduras, frutos secos y pescado. La intensa actividad que reinaba era
de un ambiente agradable bañado en delicados aromas de los platos que se
estaban preparando. Se cultivaban frutas y vegetales en invernaderos
locales y el pescado provenía de los ríos de Hul. Algunos alimentos a
veces venían de lejos, fuera de la Casa-Madre. En el intercambio de
conocimientos transmitidos por los Forjadores de Vida, algunos mundos distantes
les ofrecían tributos en forma de alimentos cuyas grandes cargas eran traídas a
través de los túneles atemporales. Antes de la recepción de bienes
perecederos de lugares distantes, cada carga pasaba a través de una etapa de crio
preservación, un proceso iniciado a temperaturas muy bajas. A la llegada, los
alimentos se clasificaban y se dividían entre los almacenes de Hul y Kastu.
Algunos platos exóticos terminaban aquí en las cocinas reales.
Un redoble
de tambores resonaba por todo el palacio mientras que los trinos agudos de los
sistros dominaban los sordos ritmos de percusión. La habitación donde se
desplegaba la fiesta estaba impregnada de un calor pegajoso. Al entrar en
este lugar, Barbélu se concentró para liberarse de todo pensamiento. Le
llamó la atención la gran cantidad de objetos y estaba aturdida por la conmoción
suscitada por este festejo que sin duda era ordinario para los habituales.
A la llegada del grupo, el alboroto se extinguió rápidamente. Un
extraño silencio se instaló en la habitación llena de vapor por los platos aun
calientes. Todas las miradas convergieron en el pequeño grupo que
avanzaba con respeto hacia la pareja real. El conjunto de reglas de
funcionamiento de la casa real fue objeto de un protocolo específico en el que
cada uno tiene su lugar. Cada huésped ocupó un lugar correspondiente a su
posición jerárquica. Detrás de la enorme mesa, enormes candelabros de
bronce rodeaban una impresionante estatua iluminada desde abajo, donde se podía
leer claramente el nombre de Pistés gravado en piedra. Intrigada, la atención
de la académica del Palacio de Jade fue atraída por una litera y una persona
que parecía expulsar aire fresco con una enorme variedad de plumas exóticas
sacudidas regularmente por un sacerdote corpulento.
Barbélu se
cruzó con la mirada fría de la soberana que le heló la espalda. Era
parecida a ella, al igual que todas las Matriarcas Oscuras. En ese
momento, se le alcanzó a la reina una taza brillante llena de agua perfumada
para lavarse las manos. Todo su lenguaje corporal desprendía la autoridad
propia de una Reina. Llevaba un vestido negro ajustado, atado debajo de
los senos. El polvo de Kùsig (oro) brillaba sobre su cara y sus hombros. Una
diadema del mismo metal rodeaba la frente, retenida por una red de hilo de oro
que cubría su peluca oscura. Todavía aturdida por tanta belleza y riqueza,
Barbélu estaba luchando para reenfocarse.
La soberana
Nuhad se levantó de la mesa para establecerse en un trono de metal brillante.
Tres niños pequeños, dos mujeres y un varoncito, de repente empezaron a
correr en la habitación para unirse a su madre. Eran los hijos de la
pareja real, los niños nacidos de forma natural, sin ninguna ayuda artificial.
Rara vez tuvimos la oportunidad de conocer a estos niños. Ellos
rara vez salían de su casa antes de la edad adulta. El muchacho parecía moverse
con dificultad. Obviamente, padecía un problema genético, un defecto
físico, tal vez incluso psíquico porque él no hablaba. La soberana les
pidió que se calmaran y que descansen al pie del trono. Con un movimiento
de cabeza, invitó a las matriarcas a que expongan los hechos.
Una de las
matriarcas introdujo a Barbélu recordando la misión que recibió varios Iti
(meses) atrás. La reina Nuhad accedió a escuchar los resultados de la
investigadora del Palacio de Jade. Barbélu tragó saliva y respiró varias
veces. Superada su emoción, se apoyó firmemente sobre la punta de
sus pies. El tono melodioso de su voz y la autenticidad que exudó
aportaron un peso innegable de sus palabras. Ella expuso con convicción
el contenido de sus inquietantes conclusiones repitiendo palabra por palabra lo
que acababa de revelar poco antes a las Matriarcas.
Después de
su discurso apasionado, Barbélu se sentía vacía de todas sus fuerzas. La
emoción que progresivamente fue tomando posesión de ella le hizo perder el
control de sus pensamientos que se desbordaban sin control. La soberana Nuhad
lo captó inmediatamente y la sentencia cayó como una bomba: "Estas
palabras me parecen prematuras y sin fundamentos reales". La asistencia
que mantenía su aliento dejó escapar un suspiro de alivio: ¡su mundo no se
hundía en el caos! Esta larga demostración les pareció finalmente una hipótesis
difusa, una vez más, para explicar la presencia de la sombra Ga'anzir y la
desaparición de los antiguos gobernantes de la Casa-Madre. Un aplauso frenético
saludó la decisión de la soberana, hundiendo a Barbélu en el desorden. ¿Podría
recuperarse de esta terrible humillación? Esta inusual y ruidosa agitación
despertó al rey. Adormilado desde el comienzo del discurso, se preguntó
acerca de las razones de la conmoción. Cuando las Matriarcas fueron a
intervenir una voz sonó desde el fondo de la sala: "¡Alto! ¡Detengan
inmediatamente esta vergüenza! Esta presentación es ejemplar. Déjame ver
el archivero. Quiero verla en el campo..." Dos sacerdotes del
Gran Oráculo se acercaron a una anciana sacerdotisa en una litera de madera:
"Déjame examinarlo, déjame verlo, ¡es una orden!" Ella
respondió con una voz temblorosa. Una de las Matriarcas le dijo
mentalmente a Barbélu "Es Mamta, la reina madre, de pie y en guardia. Ella
es la más antigua de nosotras". Los gestos de la soberana Nuhad
traicionaron una tensión interna apenas contenida. Ella sacudió la cabeza
y dijo con sequedad:
- Madre, te
lo suplico, no arruinar esta noche. No montes un espectáculo.
- Deja a tu
madre hablar, la situación es grave. Deja que tu madre juzgue con la
excelencia de su propia decisión.
El escudo real se detuvo cerca de Barbélu
espantado. Un velo oscuro ocultaba la cabeza de la Reina-Madre y le
cubría las piernas. Los sacerdotes levantaron el velo. Barbélu no
pudo evitar sorprenderse: descarnado por el paso de incontables ciclos, el cuerpo
tendido en la litera no era más que un estigma. Barbélu se preguntó cómo esta
persona casi momificada por el tiempo todavía podía moverse y hablar. La
Reina-Madre la miró fijamente como para sondear cada pedacito de su alma.
Después de un momento que parecía no tener fin, la inspeccionó lentamente desde
la cabeza a los pies. Congelado en un respetuoso silencio, el público contuvo
la respiración a la espera de una sentencia que todo el mundo sabía
indiscutible.
- No te
alarmes hija mía, - dijo Mamta - hace mucho tiempo que no entro en la cama de
piedra para cambiar mi envoltura mortal. Este cuerpo ya era mío mucho
antes de la época de Suhia. Hice un juramento una vez y me he retrasado.
La Fuente me debe recompensar, ¡ella me necesita! Dame tu mano, no tengas
miedo. Debo considerar tu sutil reflexión.
A pesar de
la longevidad natural de los Musidim, cada Forjador de Vida un día tendría que
regenerar su cuerpo o cambiarlo en el sarcófago sagrado de granito. La
Reina-Madre fue vista como una singularidad única entre los Musidim: ¡una
anomalía intolerable! Fascinada por este personaje inusual, Barbélu
olvidó la multitud que la rodeaba. Como un sonámbulo, le tendió una mano
temblorosa. Su piel se estremeció cuando la Reina-Madre la tocó con sus
dedos helados. Ella la examinó cuidadosamente con sus pequeños ojos de un azul
casi transparente.
- ¡Déjame
ver tus pies ahora! ¡Muéstrame tus pies!, se impaciento ella. ¿Cuál
es tu nombre de todos modos?
Los dos portadores bajaron la litera mientras
Barbélu declinó su identidad con cuidado, levantando un pie para la mirada
real. Apenas podía ocultar su irritación, la soberana Nuhad se agitó.
Ella terminó por expresarla con un suspiro.
- ¿Y bien?
Ella exclamó exasperada. Sus manos y pies son iguales que las mías.
Somos todas iguales. Madre, ¡tú te ridiculizas!
- Oh, no,
hija mía. Oh, no... Y ahora tus ojos, mi niña, muéstrame tus bonitos
ojos más de cerca.
- ¡Estás
ciega, madre! No verás nada. - Dijo Nuhad que ya no se podía contener.
- No la
escuches, mi niña - dijo la Reina-Madre dirigiéndose a Barbélu.
La Gran
Matriarca Mamta poso sus ojos bizcos sobre la figura de la académica del
Palacio de Jade mientras sostenía su mano indefensa. Una llama se
encendió en sus ojos gastados. Ella la inspeccionó, la sondeó ampliamente,
más allá de las apariencias. El tiempo suspendido su curso.
Abundantes lágrimas de repente salieron de sus viejos párpados y fluyeron
en los surcos de sus mejillas. Hundida en la incomprensión más absoluta,
la sala murmuró. Nadie había visto en su vida una emoción tan intensa de
la vieja Reina. Con un nudo en la garganta, Barbélu sintió una sensación
inquietante cuando oyó en su cabeza: "Por la Fuente, finalmente fui
recompensada. Por fin estás aquí". Su hija, la reina Nuhad, a
quien nada se le escapaba, inmediatamente tomó la medida del evento y comenzó a
gritar en la sala:
- Por la
Fuente, ¡que así sea! Vamos a enviar una nueva expedición para examinar
la Sombra Ga'anzir y TÚ, pequeña entrometida del Palacio de Jade, ¡irás en
ella!
Golpeada fuertemente
por la intensidad del momento, la audiencia, profundamente conmocionada por
este comportamiento, expresó en voz alta su descontento. Voces se levantaron
para insultar a la soberana. La Reina-Madre se levantó dolorosamente de
su cama para tomar la palabra. A pesar de sus gestos lentos y vacilantes,
se negó a la ayuda que se le ofreció. Ella imponía respeto.
Rápidamente volvió la calma. Mamta luego habló:
- ¡No!
Barbélu no va a partir, ella no debe salir de nuestro mundo de ninguna
manera. Si la dejamos partir, ¡todos moriremos!
Un pánico
frío se apoderó de la audiencia, la gente comenzó a levantarse de la mesa en un
gran desorden. Era como si el palacio estuviera temblando por todas
partes. Entregada a la angustia y a la animosidad de la multitud ofendida
que no parecía calmarse, Barbélu se sentía más sola que nunca.
- Mi madre
posee una imaginación desbordante - sollozaba Nuhad levantando los brazos.
No la escuchen, ha perdido la razón.
- Yo
pensaba que la educación que te prodigué te daría un discernimiento digno de las
más grandes soberanas de Mulmus - dijo Mamta.
Algunos
invitados tiraron sus sillas y empujaron algunas mesas acentuando la ansiedad
de Barbélu que media plenamente el alcance de sus revelaciones. La reina
Nuhad se sintió traicionada. Sus ojos echaban chispas. Ella
aprovechó este momento de desorden para observar, una por una, a las Matriarcas
Oscuras al servicio de la corona Mulmus. Ninguna se inmutó. La soberana
se dirigió a ellas elevando el tono para ser escuchada:
- Esto es
lo que querían, ¿verdad?
- Sí, eso
es correcto - dijo una de las sacerdotisas que tenía que ser la Matriarca
Superior. Nos gustaría reanudar la investigación sobre la energía de
doble flujo que nos conecta con la Sombra Ga'anzir y con el centro galáctico.
Este descubrimiento viene de esta joven experta. Si esta hipótesis es
correcta, existe una falla y debe ser objeto de nuestra atención. No
estamos en contra de esta misión como su alteza acaba de patrocinar bajo el
impulso de la ira, sin embargo, nos opondremos a enviar Barbélu si la
Reina-Madre no lo quiere. Su juicio es inquebrantable a pesar de su
avanzada edad.
El murmullo
de un millar de Matriarcas corrió como un torrente en la mente de la
investigadora. La misma frase que el eco infinito mantenía rebotando en
los estratos de su conciencia: "Ella vino a reclamar su
herencia... Ella vino a reclamar su herencia... ella vino a reclamar su
herencia..." Fue entonces que Nuhad captó la medida de esta onda de choque
y redobló su ira:
- ¡Mi
decisión es final! La joven estudiante del Palacio de Jade partirá a la
cabeza de este proyecto, es una orden. ¡Es la voluntad del palacio de
Jaspe!
- Me opongo
a esta orden - dijo la Reina-Madre. Ordeno que la joven Barbélu sea
encarcelada inmediatamente por alta traición. ¡Los guardias la llevaran
hacia su celda!
Tal fue la
decisión real, ya que la voz de Mamta, la Reina-Madre, era muy superior a la de
su propia hija. Antes de que pudiera reaccionar, dos sacerdotes agarraron
a Barbélu, le ataron las muñecas y tiraron de ella hacia el fondo de la sala.
La joven investigadora dirigió una mirada desesperada hacia las
Matriarcas con la esperanza de encontrar algún apoyo. ¡Nada! Un
helado silencio llenó el lugar. Flanqueada por sus dos guardias,
petrificada por el miedo y la angustia, salió de la habitación para encontrarse
inmersa en el silencio y la oscuridad de un pasillo sin fin, donde sólo el
sonido de sus pasos le regresan el eco".
[1] [80]. IN5-KU-BARA2, en sumerio, literalmente:.
"la fundación soberana de la reina". Este es el tanque de
incubación de la realeza. Este término tal vez dio origen a la palabra
latina Incubar.
[2]
[81]. Me
llevó algún tiempo entender el significado de este amasijo técnico. El
efecto parece idéntico a nuestro sistema solar, donde Júpiter tiene
prácticamente la misma revolución anual que el ciclo de manchas solares.
El ciclo de Júpiter es 11,86 años terrestres contra un promedio de 11,2
años para el ciclo de actividad solar.
No entiendo cuando en el escrito se pone:
ResponderBorrar"- Me opongo a esta orden - dijo la Reina-Madre. Ordeno que la joven Barbélu sea encarcelada inmediatamente por alta traición. ¡Los guardias la llevaran hacia su celda!"
Es acaso una estrategia de la Reina-Madre ???
si, una estrategia para preservar su vida porque sabía que Nuhad quería deshacerse de ella. estando encarcelada podía postergar el destino de ser enviada en un viaje sin retorno. más tarde, cuando Mamta muere, Barbelu es liberada
Borrar😱Esto se pone cada vez mejor y más desesperante...🙏🏽
ResponderBorrarEntonces Barbelu, podría ser una encarnación de Pistes?
ResponderBorrarasí es
BorrarAdemás, es muy curioso el hecho de que todavía en este relato de los musidin, aún no se habla de los absus planetarios. Ansioso de saber el desenlace🙃
ResponderBorrarWow
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